Movimiento por la Jornada Laboral de 6hs y aumento general de salarios

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El viernes 29 de octubre tiene lugar en la Federación del Box (Buenos Aires) el acto público de presentación del Movimiento por la Jornada Legal de 6 hs, y Aumento General de Salarios. Este movimiento, que aglutina a decenas de activistas obreros y dirigentes combativos, se propone desarrollar una campaña a nivel nacional con el objetivo de lograr por ley la jornada de 6 hs para todos los trabajadores sin reducción salarial, para así terminar con la desocupación. Desde luego, el objetivo que se marcamarca el Movimiento por las 6 hs es muy loable y merece nuestro apoyo sin reservas. Pero inmediatamente surge la pregunta: ¿es realizable, y cómo?

Objetivos y desafíos de una nueva experiencia obrera

El viernes 29 de octubre tiene lugar en la Federación del Box (Buenos Aires) el acto público de presentación del Movimiento por la Jornada Legal de 6 hs, y Aumento General de Salarios. Este movimiento, que aglutina a decenas de activistas obreros y dirigentes combativos, se propone desarrollar una campaña a nivel nacional con el objetivo de lograr por ley la jornada de 6 hs para todos los trabajadores sin reducción salarial, para así terminar con la desocupación.

En los últimos meses se celebraron tres encuentros nacionales para definir los objetivos y el alcance de esta campaña. Hay que reconocer la gran contribución que para la articulación de este movimiento está haciendo el Cuerpo de Delegados y los trabajadores del SUBTE. Ellos fueron desde el primer momento el alma y la inspiración del mismo, animados por su victoria histórica al imponer en la empresa con sus luchas la jornada laboral de 6 hs sin reducción salarial lo que trajo como consecuencia la contratación de 500 nuevos trabajadores.

Una jornada laboral de 6 horas

El Movimiento también editó un informe interesante elaborado por el compañero Sanmartino en el que estadísticamente se demuestra que una reducción generalizada de la jornada laboral a 6 hs. podría originar 2,5 millones de puestos de trabajo de manera inmediata, en un país como el nuestro donde tenemos 4 millones de desocupados.

Si a esto le añadimos la implementación de un verdadero y genuino Plan de obras públicas e infraestructuras usando los recursos del superávit fiscal y la deuda externa, sería cientos de miles de trabajadores los que podrían incorporarse también de manera inmediata a un puesto de trabajo digno. Incluso si todo ese dinero no alcanzara se debería nacionalizar la banca, sin indemnización y bajo control de los trabajadores, para completar los recursos necesarios a tal fin.

Lógicamente, los capitalistas se oponen a estas medidas porque sus beneficios se reducirían notablemente y no está en sus planes poner ese dinero para satisfacer las necesidades sociales de la inmensa mayoría de los argentinos, que somos los trabajadores, sino darse la gran vida a costa de nuestra explotación y pobreza.

Desde luego, el objetivo que se marca el Movimiento por las 6 hs es muy loable y merece nuestro apoyo sin reservas. Pero debemos preguntarnos cómo sería realizable.

¿Es realizable, y cómo?

Por un lado, hay que empezar afirmando que el gobierno de Kirchner no acompaña estas medidas. En año y medio de gobierno el porcentaje de trabajadores "en negro" (un 48% del total) y que trabajan en su mayoría más de 8 horas no descendió, se mantuvo lo esencial de la reforma laboral de la Ley "Banelco" que favorecía a los patrones, se renovó el pago de la deuda externa y se continuó "indemnizando" a los bancos privados con miles de millones de dólares con la excusa de la devaluación y la pesificación. Por supuesto, los partidos patronales y pequeñoburgueses (desde la derecha hasta el ARI) tampoco acuerdan con las medidas propuestas por el Movimiento de las 6 hs.

Luego, desde el punto de vista político no hay salida en la medida que los partidos que no cuestionan los intereses patronales, sigan siendo la mayoría. De lo que se deduce la necesidad de levantar una herramienta política propia de los trabajadores para revertir esta situación, y ese debería ser un punto que el movimiento de las 6 hs. debería incluir inmediatamente en la agenda de sus discusiones.

Se podría argumentar que con la sola lucha sindical es realizable este objetivo, obligando al gobierno y a los patrones con nuestras movilizaciones. Hipotéticamente podría ser así, pero solamente si se creara tal espíritu combativo y revolucionario en el seno de la clase obrera que, ante la perspectiva de perderlo todo, los patrones estuvieran dispuestos a ceder temporalmente en la implementación de estas medidas. Ahora bien, los trabajadores no luchan en el aire, sino por medio de sus organizaciones de clase fundamentales, como son los sindicatos. Actualmente sabemos que las direcciones sindicales (particularmente de la CGT) están muy alejadas de los intereses de los trabajadores. Eso es lo que explica la entrega de nuestras conquistas fundamentales en las últimas décadas. Por lo tanto, la vamos a tener enfrente en la lucha por estos objetivos.

La conclusión que se deduce de esto es que la única garantía para emprender una lucha obrera seria para conseguir éstos y otros objetivos pasa por desalojar a la burocracia de la conducción de nuestros sindicatos. Esto no va a ser automático, implicará una batalla al interior de los mismos para ganar el apoyo de las bases. Es por eso que desde El Militante proponemos la tarea urgente de organizar una corriente sindical de oposición en la CGT y la CTA para agrupar a los activistas y gremialistas combativos para dar esta batalla de manera unitaria y coordinada.

Vincularlo a otras demandas

Pero queda un último punto fundamental: cómo conseguir el apoyo de la mayoría de los trabajadores para la consigna de jornada laboral de 6 hs para todos. Tenemos que ser concretos y mirar cara a cara a la realidad. Debido a la alta desocupación y a la precarización hay que reconocer que no es posible movilizar a la clase obrera por esta sola y única demanda, por la razón de que las preocupaciones inmediatas de la mayoría de los trabajadores son otras: aumentos de salarios, "blanqueo" del empleo sin reducción salarial, horas extras que no se pagan, un seguro de desempleo universal para los desocupados, etc. De la misma manera que los dirigentes obreros del SUBTE debieron basarse en el tema de la insalubridad para instalar en los trabajadores de la empresa la necesidad de una jornada laboral de 6 hs., el Movimiento por las 6 hs. está obligado también a complementar esta demanda con otras que sean sentidas por los trabajadores y que conecten mejor con sus condiciones de vida y de trabajo. De hecho, la propia experiencia de los Encuentros por las 6 hs. demostró que la mayoría de los activistas que participaron insistían en estos puntos, de ahí que se incluyera la reivindicación de aumento general de salarios.

Pero incluso la consecución de éstas y otras demandas bajo el capitalismo, tendrían un carácter temporal porque la burguesía intentaría una y otra vez recuperar sus posiciones, como ya ocurrió otras veces en los últimos 50 años. Por lo tanto, debemos abrirnos a una perspectiva socialista, a la expropiación del conjunto de la burguesía y la administración de la riqueza social por el conjunto de la clase obrera argentina.

A pesar de estas apreciaciones que hacemos, desde El Militante saludamos y apoyamos los esfuerzos de los compañeros que participan y colaboran en el desarrollo y extensión de este Movimiento por las 6 hs, y tenemos plena confianza en que la experiencia lo hará avanzar en las tareas aquí planteadas.