No Nos Han Vencido

0
66

Sabemos que no es nada fácil, que la corporación policial y militar no va dejar los negocios así nomás y que están filtrados en cuasi todas las áreas, pero podrían haber convocado a miles de compañeros probados en las peores circunstancias, y aun pueden hacerlo, a la movilización del pueblo que no quiere ni oír de golpes, secuestros y estado de sitio.
"Vos no entendiste que la vida de ustedes sigue estando en nuestras manos todavía"

Juan, al igual que varios de nosotros fue militante en los 70, desaparecido, torturado y preso, como nosotros, liberado después de muchos años y desde entonces militante de la vida, por la verdad la memoria y la justicia como todos nosotros.
Juan, un buen día, desapareció como Julio López y apareció como Jerez y trajo este mensaje de " Ellos" para todos…
Pasó el tiempo de esperar que el poder político tome nota de nuestras permanentes denuncias.
Paso el tiempo de esperar con paciencia infinita que la justicia haga justicia.
Esta pasando el tiempo de ser observadores de las mezquinas y repulsivas internas políticas que enredan y tergiversan las cuestiones de vida o muerte, según convenga o no al gobernador, ministro o secretario de turno.
Cansados de que manden a investigar y a proteger testigos a los mismos que están sospechados de perpetrar los atentados y conspiraciones contra la democracia Este debe ser imperiosamente otro tiempo.

Las cosas por su nombre.
*******************************

Los secuestros de Julio, Luis Y Juan, fueron realizados por grupos de tareas que aun existen.
Esos grupos de tareas están compuestos por genocidas que están libres, liderados por Etchecolatz y Patti (sin perjuicio de varios mas) que están detenidos en el Pabellón de Lesa Humanidad en la cárcel de Marcos Paz, cómodamente juntos para conspirar mejor, es verdad que ahora sin celulares ni Internet, pero es necesario recordar que en el golpe del 76 directamente no existían estas dos tecnologías en nuestro país.
Están apoyados efectivamente por grupos del Servicio Penitenciario Federal y Provincial "Nosotros los cuidamos. Nosotros los secuestramos", otra frase dicha a Putohd, así como por oficialidad de las FFAA y la Policía, Servicios de Inteligencia y Jueces, con la alegría nostálgica que provoca en varios civiles y religiosos.
No serán tantos como antes, ni tan organizados, ya que no tienen el poder político que exhibieran en el golpe de estado, pero tampoco son tan pocos.
Esto es un secreto a voces.

Políticamente incorrecto
****************************

Es políticamente incorrecto decir que muchos de los que nos gobiernan saben perfectamente estas verdades, ya que fueron militantes políticos de los 70 como nosotros, y al igual que nosotros, muchos fueron presos o tuvieron algún familiar represionado y conocen en carne propia como se mueven los grupos de tareas. En las cárceles, al igual que los secuestradores de Puthodh el Servicio Penitenciario nos decía que "nos cuidaba".
Alguna vez un compañero funcionario expresó "Si empezamos a tirar de la piola no se sabe donde termina".

Sí, se sabe donde termina.
*******************************

Tal vez casi todas las fuerzas de seguridad estén implicadas, aunque mas no sea desde la admiración que muestran por los represores y el desprecio y odio a cualquier cosa que atente contra la unión de la fuerza. Eso se sabe pero no se dice, porque no conviene políticamente dejar entrever que ninguno de los nuestros (siendo amplios con el termino) controla a los grupos de tareas.
Sólo hay una cosa peor que sentir debilidad: mostrarla. Esta es la premisa que alumbra la política de estos días.
En honor a la inolvidable imagen del cuadro del asesino Videla, retirado por orden del entonces presidente, al ingreso del pueblo en la Esma, y a tantas cosas más y por respeto a lo realizado, debemos decir que no alcanza, que es lo mismo que acostarse a dormir junto al león que herimos.
Si no hay una urgente política de separar, encarcelar y condenar a los integrantes de las fuerzas de seguridad que están atentando contra la democracia, amenazando, torturando y secuestrando, el final está anunciado, una ola que se irá agrandando como un tsunami, se devorará contradictoriamente hasta al propio gobierno, que según ha dicho, no quiere ir mas rápido por garantizar la gobernabilidad, pero nos llevará puesto a todos nosotros.
Sabemos que no es nada fácil, que la corporación policial y militar no va dejar los negocios así nomás y que están filtrados en cuasi todas las áreas, pero podrían haber convocado a miles de compañeros probados en las peores circunstancias, y aun pueden hacerlo, a la movilización del pueblo que no quiere ni oír de golpes, secuestros y estado de sitio.

Otro tiempo
*************

Mucho mas se podría decir al respecto, que le cortan las alas a los que quieren producir un cambio profundo en derechos humanos, a los que quieren denunciar la tortura en las cárceles, a los que tienen datos precisos, pero no hay tiempo.
Este tiempo es para llamar a organizarse, en cualquier lugar desde donde se pueda luchar contra el enemigo de siempre, en los organismos de Derechos Humanos, organizaciones sociales, políticas, de barrio, donde cada uno pueda y quiera.
El surgimiento de un gobierno que parecía tomar la punta de lanza en la batalla por los derechos humanos nos apabulló y pareció tomar nuestras banderas.
Hoy es tiempo de recuperarlas, por nuestro país, por la historia, por la seguridad de nuestros hijos y la propia.
Una etapa se ha cumplido aun no es tiempo de reposo y como dijo Juan Putohd, apenas termino su secuestro No nos han vencido.

Meses atrás en la ruta que comunica Zarate y Campana una camioneta del Servicio Penitenciario Provincial, intentó varias veces sacar de la ruta o provocar un accidente al auto donde viajaban los compañeros Carlos Pelloli y Graciela Draguicevich.
Los Compañeros lograron avisar por el celular mientras recibían la agresión, pasando la patente del mismo y refugiarse entre dos camiones sin sufrir daños.
Intervinieron en el caso esa misma noche el ministro Randazzo, que aun no había asumido, el entonces Director de Población Carcelaria Juan Escatolini, que por otros motivos no muy distintos, debió renunciar y funcionarios del ministro Aníbal Fernández y del Secretario General de la Presidencia Parrilli, que por la patente ubicaron al automotor como perteneciente a la Unidad Penitenciaria Nº 41de la ciudad de Campana, prometiendo un sumario interno donde los dos compañeros deberían declarar.
Los compañeros, hasta el día de hoy, nunca fueron citados y tampoco fueron informados del nombre de los dos funcionarios penitenciarios que atentaron contra ellos y que según las autoridades ya estaban esa misma noche declarando ante el jefe de la unidad.
"Nosotros los cuidamos. Nosotros los secuestramos,"Nosotros decidimos si vivís o morís"
¿No es llamativo?

Consejo Directivo
Asociacion Mutual "Sentimiento"
Ciudad de Buenos Aires, 5 de mayo de 2008