México: El campamento y la táctica para triunfar

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Cada una de las asambleas informativas a las que ha convocado AMLO ha roto consecutivamente, en el lapso de cuatro semanas, marcas históricas de asistencia, la del domingo 30 de Julio fue un mitin en el cual asistieron mas de 2 millones de personas y es posible que la asistencia rodara los 3 millones de personas (de acuerdo con el PRD); a pesar de que los medios masivos controlados por la burguesía hayan tratado de minimizar esta marcha histórica (lo que contrasta con la cobertura en vivo, como si sesi se tratara de la visita de la Madre Teresa de Calcuta, hecha a la marcha, de mucho menor envergadura, contra la inseguridad convocada por el Yunque) no cabe duda que la magnífica congregación de millones de personas representa el potencial revolucionar

El paso urgente es la Huelga General

Cada una de las asambleas informativas a las que ha convocado AMLO ha roto consecutivamente, en el lapso de cuatro semanas, marcas históricas de asistencia, la del domingo 30 de Julio fue un mitin en el cual asistieron mas de 2 millones de personas y es posible que la asistencia rodara los 3 millones de personas (de acuerdo con el PRD); a pesar de que los medios masivos controlados por la burguesía hayan tratado de minimizar esta marcha histórica (lo que contrasta con la cobertura en vivo, como si se tratara de la visita de la Madre Teresa de Calcuta, hecha a la marcha, de mucho menor envergadura, contra la inseguridad convocada por el Yunque) no cabe duda que la magnífica congregación de millones de personas representa el potencial revolucionario latente en la población, su disposición a la lucha y la movilización y la necesidad de dar el paso siguiente a la Huelga General.
En esta tercera asamblea informativa AMLO convocó a la instalación de una asamblea permanente por medio de plantones de todos los estados y todas las delegaciones del DF que se extenderán desde el Zócalo sobre toda la Avenida Reforma hasta el Edificio de Petróleos; dichos plantones permanecerán hasta la resolución final del Tribunal. Ante esta propuesta es necesario considerar varios elementos y hacer un balance de lo obtenido hasta el momento y la urgente tarea de convocar a un paro cívico nacional como el medio más seguro para derrotar contundentemente el fraude electoral.

Movimiento es ascenso

Las tres asambleas de las últimas semanas han representado mítines sin precedentes en la historia del país y significan una transformación profunda en la conciencia de amplias capas de sectores expoliados por el capital (trabajadores del campo y la ciudad y sectores amplios de la clase media) y, sobre todo, una muestra contundente de que están dadas todas las condiciones objetivas para el triunfo del movimiento; a pesar de ello las marchas no han logrado por sí mismas un cambio significativo en la posición del régimen, la burguesía y el PAN, auque han provocado divisiones interburguesas en cuanto a la táctica, no han hecho cambiar la estrategia de no reconocer el ya inobjetable triunfo de AMLO. En la lucha contra el desafuero fue suficiente una marcha de un millón y medio de personas para echar abajo temporalmente los planes del régimen pero ahora la lucha se plantea a un nivel cualitativamente superior; es claro ya que las marchas aunque fundamentales no son suficientes, el siguiente paso es sin duda un paro cívico nacional de 24 horas.
Los plantones son una iniciativa positiva en la medida en que vayan acompañados por un nuevo nivel de movilización; los maestros de Oaxaca han realizado también plantones permanentes y al mismo tiempo realizaron una histórica huelga, marchan y plantean el poder popular (aunque es claro que este sólo se puede establecer con un movimiento nacional, organizado y armado con un programa socialista) y si bien la debilidad relativa del movimiento magisterial en Oaxaca ha sido el que aún no se convierte en un movimiento nacional y de algunas medidas que podríamos considerar erróneas (ese es motivo de otro artículo), una convocatoria y un llamado serios por parte de AMLO y el PRD hacia los sindicatos para preparar en lo inmediato una huelga nacional podría transformar de pies a cabeza la situación y tendría repercusiones en todo el país; los planes de la burguesía de imponer a Calderón e, inclusive, un posible interinato (otra manera de saltarse la voluntad popular) serían destrozados como un castillo de naipes. Aunque cada vez es más evidente la magnitud y brutalidad del fraude y cada vez Calderón se vuelve frente a las masas más moralmente insostenible, hay que dejar claro que los criterios morales para la burguesía son cuestiones sin importancia y que es un error peligroso considerar como un hecho que el TRIFE anulará las elecciones (como lo hacen muchos intelectuales de la izquierda reformista, lo que constituye un prejuicio común a todos los adoradores orgánicos de las instituciones); como si las evidencias materiales de pisoteo de la voluntad popular fueran un factor para que las instituciones vinculadas por miles de hilos a la burguesía se transformaran milagrosamente en paladines del derecho de las mayorías.

El siguiente paso es el paro nacional

Hay que aclarar que un paro cívico nacional (una huelga general) no implica salirse del marco de la resistencia civil pacífica; es un derecho consagrado en la Ley Federal del Trabajo y en la misma Constitución (para dejar tranquilos a los amantes de la legalidad per se), implica simplemente que de manera democrática en los sindicatos y en las escuelas se discuta y se vote el hecho de no asistir al trabajo un día o, lo que es mejor, acudir al trabajo pero en lugar de realizar las actividades cotidianas realizar mítines, brigadas, asambleas, etc; crear comités de seguridad e impedir que la voluntad mayoritaria sea violentada por los esquiroles (paro activo); el hecho de que Gobernación declare ilegal la huelga sólo implicaría que las instituciones se estarían colocando al margen de la voluntad de la mayoría, quedarían aún más desprestigiadas al violentar un derecho constitucional y, sobre todo, el derecho de los trabajadores y las masas a movilizarse y luchar por transformar la sociedad (incluso desde el punto de vista de la democracia formal la soberanía radica en el pueblo, quien en todo momento tiene derecho a decidir el tipo de gobierno que mejor le conviene).
Es verdad que hay sectores del movimiento (sobre todo en la clase media) que tendrían dudas sobre esta medida al considerar que podría salir contraproducente y sólo daría herramientas a la reacción para atacar a AMLO; pero se podría explicar pacientemente que la burguesía y sus papagayos en los medios no necesitan ningún pretexto para atacar a AMLO, que lo atacan por lo que representa y por las masas empobrecidas que están detrás del él y que las movilizaciones a medias sólo favorecen a los panistas y el régimen; además, dicha propuesta va en la misma línea del boicot al consumo (no comprar mercancías de las trasnacionales) que tiene un eco importante entre dichos sectores, sólo que el paro implica un boicot a la producción, se trataría de un boicot organizado y pacífico a los dueños del dinero que están impulsando el fraude, un boicot más efectivo que la propuesta de no comprar productos de las trasnacionales y no ver la televisión (auque también se podrían realizar, pues las iniciativas no están peleadas) porque golpea directamente a la obtención de plusvalía y, por ende, a los intereses verdaderos de los dueños del dinero y los medios de producción. En todo caso, el peligro de violencia vendría de la reacción ante lo cual se podrían hacer comités de seguridad para mantener el orden y la civilidad en el movimiento.
Todas la dudas y vacilaciones de los compañeros se evaporarían como gotas en el desierto si AMLO mismo es el que convoca y explica la necesidad de tales medidas; sería, además, una iniciativa en la que todo mundo podría participar, AMLO puede decir frente a millones de personas congregadas que la tarea para todos sería que a partir de los comités de información salieran brigadas a todos los centros fabriles (especialmente aquellos que financiaron ilegalmente la campaña de Calderón: Bimbo, Sabritas, Coca Cola-Femsa, Comercial Mexicana, Wal Mart, etc.) y sindicatos del país para, realizar mítines y difundir la tarea de convocar a un paro Cívico en, digamos, 15 días; esto electrizaría los sindicatos que ya existen en muchas de estas fábricas y sería un catalizador para la lucha; con esta iniciativa, los comités se multiplicarían a granel y los plantones estaría llenos de confianza y vigor, frente a ello todos (excepto la burguesía, los panistas y el régimen, claro está) tendríamos tares que realizar ya seamos trabajadores en activo, amas de casa, jubilados, campesinos, estudiantes, desempleados, etc. Sin esto los plantones por sí mismos corren el riesgo de ser un elemento de desgaste y desmoralización. Hay que ser francos en el hecho de que si con tres concentraciones sin precedentes en la historia de México la burguesía no se ha movido en lo esencial, menos lo hará con plantones que tienen más bien un carácter simbólico pero que no afectan para nada sus intereses y sí pueden darles aliento y tiempo para recuperarse de tamañas movilizaciones y tomar la iniciativa, presionar y comprar a los jueces e imponer a Calderón. Por eso es que es importante fortalecer los comités y explicar este riesgo y la necesidad de la huelga, explicar y discutir fraternalmente tanto en los comités como en los plantones y realizar manifestaciones que le hagan ver al compañero AMLO la necesidad de dicha convocatoria; pero sobre todo organizarnos, discutir el programa y tratar de vincular a todas la luchas en una sola para formar un frente único contra el fraude y contra el capitalismo (hay que llamar al pan pan y al vino vino, e identificar al verdadero enemigo: la burguesía y su sistema).

No temer al triunfo

No cabe duda que todas la condiciones están dadas para el triunfo de nuestro movimiento. Sólo hace falta una convocatoria firme a una huelga general y desarrollar masivamente la organización; durante todo este proceso las masas nos iremos percatando de que la lucha es contra el capitalismo y su régimen corrupto y que la tarea será luchar por el socialismo arrebatándole el poder a los dueños del dinero, la tierra, la banca y la industria para satisfacer la necesidades materiales y culturales de la población y consolidar para siempre nuestros triunfos.