Desde la Corriente Socialista Militante participaremos y apoyamos la movilización convocada por las 5 centrales obreras para este viernes 29 de abril. Consideramos que es un paso adelante un acto de unidad, ya que la misma es fundamental para enfrentar al gobierno de los empresarios.
Así mismo consideramos que es imprescindible que las organizaciones de primer y segundo grado, como las juntas internas y los cuerpos de delegados impongan desde abajo un plan de lucha nacional con el objetivo de frenar la ofensiva de los capitalistas que capitanea Mauricio Macri. Es hora de pasar de las palabras a los hechos ya que sólo a través de la lucha se puede enfrentar los despidos masivos y los tarifazos.
A su vez, es necesario denunciar a los jefes sindicales que esperaron pacientemente casi 5 meses para convocar a una movilización. Sólo la presión por abajo en los gremios obligó a la burocracia a realizar la convocatoria.
Una parte de la burocracia sindical, como era de esperarse, busca contener a los trabajadores intentando maniatar las luchas obreras y asegurar sus negocios espurios. Han pactado con el gobierno macrista a cambio de más fondos para la suculenta caja negra de las obras sociales.
El macrismo protege los intereses de la burocracia y la burocracia protege los intereses de la burguesía y del macrismo. Por lo tanto ambos defienden, de una manera u otra, los intereses de la clase patronal que busca descargar la crisis capitalista mundial sobre la espalda de los trabajadores.
Como respuesta debemos impulsar asambleas en los lugares de trabajo que discutan y accionen respuestas políticas y organizativas para crear, impulsar o potenciar corrientes antiburocráticas que luchen por remover a las camarillas mafiosas de nuestros sindicatos.
Asambleas que en el marco de la más amplia democracia debatan la necesidad del reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario, que planteen que fábrica cerrada es fábrica tomada y puesta en funcionamiento bajo control obrero.
Es fundamental que los trabajadores discutamos que sólo avanzando sobre los intereses de empresarios, banqueros y terratenientes podremos satisfacer plenamente nuestras demandas.
Los despidos y la inflación son los métodos utilizados por el empresariado y su gobierno para empujar el salario real hacia abajo. Y ninguna ley podrá frenar el embate del capital sobre el trabajo.
Por lo tanto avanzar en unidad de acción, en claridad política y organizativa debe ser nuestro objetivo para defender nuestras condiciones de vida.
La Argentina ha conocido en el pasado heroicas y bravas huelgas generales, que forjaron la conciencia de la clase obrera, es momento de retomar nuestras tradiciones de lucha y enfrentar abiertamente a los capitalistas y señalarlos como los principales enemigos de los trabajadores.
Desbordemos las calles este viernes como un primer paso que nos permita golpear a la CEOcracia de CAMBIEMOS, delimitando políticamente con la burocracia sindical, avanzando juntos en las tareas del momento.
La liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos
