Los planes de Techint y la Unión Industrial Argentina contra la crisis

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Reducir salarios, recortar el gasto social y rebajar impuestos patronales

Techint, el holding de la familia Rocca, líder en la producción de tubos de acero y servicios para la industria del petróleo y el gas, intentará rebajar el sueldo de unos 2.000 empleados en un 15% y reducir un día la semana laboral para de esta manera sostener sus ganancias afectadas por la crisis económica del capitalismo. Eso sí, los trabajadores podrán hacerlo … voluntariamente.

Reducir salarios, recortar el gasto social y rebajar impuestos patronales

Techint, el holding de la familia Rocca, líder en la producción de tubos de acero y servicios para la industria del petróleo y el gas, intentará rebajar el sueldo de unos 2.000 empleados en un 15% y reducir un día la semana laboral para de esta manera sostener sus ganancias afectadas por la crisis económica del capitalismo. Eso sí, los trabajadores podrán hacerlo … voluntariamente.

En caso de que puedan efectuar esta medida sin sobresaltos la patronal ya ha anunciado que la extenderán a otras empresas del holding.

Esta medida no solo resentiría fuertemente el nivel de vida de los trabajadores, que a pesar de trabajar un día menos perderían una parte importante de su salario, ya de por si castigado por el alza inflacionaria, sino que también establecería un caso testigo que sería utilizado por las demás patronales para descargar el peso de la crisis sobre los trabajadores.

Hay que exigir a la UOM un plan de lucha contra Techint

En este sentido, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) debería establecer un plan de lucha basado en la huelga y movilización para frenar inmediatamente esta iniciativa que atenta contra los trabajadores de Siderca y Ternium, empresas del grupo de Paolo Rocca. Es imprescindible frenar el chantaje patronal.

El holding se vio enfrentado al gobierno Venezolano por las nacionalizaciones anunciadas por el presidente Chávez que provocaron la histeria desenfrenada de los capitalistas argentinos que, al ver amenazados sus negocios, reclamaban al gobierno de Cristina que defendiera "los intereses nacionales" ante un gobierno extranjero. A este coro de llorones se sumaron  los medios que instalaron la idea de que se debía defender a la "empresa Argentina".

Como podemos ver la hipocresía de la burguesía  no tiene limites, por un lado nos quieren hacer creer que debemos defender a una empresa Argentina, pero a la hora de despedirnos y rebajarnos el salario no se les mueve un pelo. Tampoco parece muy "nacional" haber depositado en el exterior 400 millones de dólares producto de la indemnización otorgada por el gobierno de Venezuela. Esto pone en relieve que este no es una cuestión de nacionalidad sino una cuestión de clase.

Es claro que Techint apunta contra los trabajadores para mantener sus ganancias privilegiadas, ya que mientras reparte sus ganancias millonarias entre los accionistas y directivos la empresa mantiene una deuda millonaria con los trabajadores de la planta de San Nicolás.

Pero este tipo de actitudes no son exclusividad del pulpo del acero, sino de los capitalistas argentinos en su conjunto.

Las propuestas de la patronal UIA

Recientemente, la Unión Industrial Argentina (UIA) lanzó la idea de abrir una ronda de diálogo político. La ronda de diálogo que proponen las patronales incluye el recorte del gasto público, devaluación del peso (dólar a $4,30) y una reducción de impuestos para el sector empresarial y sentarse a discutir con la CGT para que acepte complacientemente estas medidas.

Este tipo de medidas sólo conducirán al agravamiento de la situación para los trabajadores ya que traerán mas inflación debido a la suba de los costos de importación, y reducirá el presupuesto destinado a salud, educación, etc atentando directamente contra nuestro, ya precario, nivel de vida.

Estas medidas fueron presentadas en Washington durante una gira de la cúpula de la UIA a los Estados Unidos mostrándonos, de manera abierta, los lazos que unen a la burguesía argentina con el imperialismo Yanki.

Compañías como Repsol-YPF, Techint y empresarios del sector energético manifestaron recientemente su preocupación al ver un gobierno debilitado para manejar la conflictividad social. La conflictividad a la que se refieren son las luchas obreras por mantener las condiciones de vida que el empresariado ataca constantemente.

Los capitalistas ya no ocultan para nada su intención de que les banquemos las ganancias a través de devaluaciones, congelamiento salarial, despidos, reducción impositiva, etc.

La CGT y la CTA deben movilizar conjuntamente

Ante esto, la CGT y la CTA deberían organizar un plan nacional de lucha para enfrentar los ataques patronales convocando a reuniones abiertas para discutir planes de acción que incluyan el reparto de las horas de trabajo entre todos los trabajadores sin afectar el salario.

Debemos exigir que las empresas abran los libros de contabilidad y que una comisión obrera, elegida en asamblea de trabajadoresinvestigue qué se hizo con las ganancias de los últimos años, y en qué se invirtió la plata.

En el caso de que sea verdad de que la empresa va mal, nuestro principio debe ser el siguiente: Nuestras fuentes de trabajo son lo primero. La incompetencia de los patrones para seguir al frente de una empresa debe ser respondida con la nacionalización de esas empresas sin indemnización y su puesta en funcionamiento bajo control obrero.