Finaliza el ciclo escolar y los docentes de la provincia de Buenos Aires nos encontramos sin respuestas a los reclamos que se vienen realizando hace meses.
Es así que los días 22 y 23 de Noviembre el Frente Gremial Docente Bonaerense (FGDB) efectivizó un paro, en el cual se reiteraban cuestiones aún no resueltas: como la exigencia de garantizar el pago de los trabajadores, ya que todavía miles de docentes y auxiliares no han cobrado su salario de los meses de abril, mayo, junio; y otros, inclusive, los de julio y agosto. Tampoco han convocado a la Comisión Técnica Salarial y no hay normativa para las Asignaciones Familiares y continúan los problemas en el Servicio Alimentario Escolar.
Si bien hubo una reunión en el área de infraestructura, no hay respuesta por parte de la Dirección Provincial de Infraestructura con respecto al presupuesto y al cronograma de obras. Esto último afecta considerablemente al normal desarrollo del ciclo lectivo 2013 ya que faltan aulas para los 6° años de educación secundaria y para las salas para 4 y 5 años, que son obligatorias según la Ley de Educación de la Provincia de Buenos Aires.
Pero el ataque al salario y condiciones laborales de los trabajadores de la educación no culmina aquí, puesto que sin ningún tipo de vergüenza la Dirección General de Cultura y Educación solicitó un contralor adicional a los Equipos de conducción de las escuelas, en el cual debían colocar el nombre y apellido de los docentes que se habían adherido a las medidas de fuerza. Aquí, el Frente Gremial Docente Bonaerense denunció tal atropello haciendo las presentaciones en la justicia, responsabilizando al gobierno de la provincia de Buenos Aires y a cada uno de los funcionarios y en sede administrativa por práctica desleal. También plantearon que harían la denuncia en la Organización Internacional de Trabajo (OIT) para que condene este tipo de prácticas.
Todas estas cuestiones que se ponen en evidencia tienen que ver con la continuidad de la crisis que está atravesando la provincia de Buenos Aires y que afecta principalmente a la educación y a la salud. Es así cómo los diferentes dirigentes del Frente Gremial Docente Bonaerense hacen suponer que está en peligro el inicio del ciclo lectivo 2013. Retomando otro de los aspectos sin resolver, que es el impuesto a las ganancias, éste debería ser reformulado con una nueva ley tributaria donde se aplique a los altos ingresos y no al salario del trabajador porque, como venimos expresando hace tiempo, los trabajadores no tenemos ganancias.
Estas vivencias de vulneración de nuestros derechos como son la persecución y amedrentamiento para coaccionar la lucha docente es algo muy conocido por nosotros, pero a pesar de ello seguimos resistiendo, y como trabajadores de la educación decimos que debemos seguir discutiendo en asambleas para decidir qué medidas tomar antes de que llegue el nuevo año. No nos conformamos con lo que decidan las centrales sindicales sin discusión con las bases, esto desgasta y diluye las luchas tan necesarias en tiempos donde se ataca por lo más fino a la clase trabajadora.