La juventud, un grito de lucha en la revolución

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juventudLos jóvenes siempre fuimos los pilares para la construcción de todo futuro próspero de la sociedad. Junto con la lucha proletaria, debemos desde nuestro lugar formar los cimientos de la futura política, una política donde se establezca una unidad de acción en la clase obrera,  donde organizados podamos formar una concepción de objetivos apropiados, para que así la lucha no se vea distorsionada por intereses ajenos a los del proletariado que lo único que logra es desvirtuar nuestro camino hacia el socialismo.

De esta forma, los jóvenes, construyendo los pilares de la lucha por el socialismo, formamos la construcción de la política porvenir de una clase obrera emancipada de la moral capitalista, y así desarrollar la formación de una sociedad auténticamente humana dedicada a la producción artística y creadora, donde los hombres adopten el carácter de artistas pudiendo superar todo tipo de alienación. De este modo el sentimiento de lucha ya estará incorporado en la sociedad por el mero hecho de existir, eliminando el egoísmo y el individualismo que el capitalismo establece. Y recae en nosotros el poder de luchar y construir esa sociedad  formando y construyendo los cimientos de la lucha futura.

Pero primero debemos, nosotros los jóvenes,  emanciparnos de la irracionalidad de la moral capitalista. Donde trata de establecernos simples estereotipos de hombre rutinarios.  Donde nos planean nuestro futuro,  cuando nos derrumban sueños, nuestro deseos por luchar contra las injusticias de la sociedad diciendo que es imposible y así adoctrinándonos para aceptar que la felicidad y las metas en la vida es una simple estabilidad económica mediante el ascenso de una jerarquía social.

El sistema socializa morales por la televisión y a través de medios hegemónicos para que soñemos con ascender por la jerarquía. Compites con uno, admiras a otro y pisas a un tercero, indiferente a quien realmente te oprime. Si supervisas a otros te sientes superior.  Cuando en realidad, en el capitalismo tanto el proletariado como el capitalista es alienado en su labor y entre esclavos no hay jerarquías.

Vivimos sumidos en contradicciones del capitalismo. Estudiar o seguir una carrera por el frívolo hecho de formarnos intelectualmente y así ser capaces de competir laboralmente para adquirir una mayor rentabilidad económica y ascender en la jerarquía, convirtiéndonos en simples mercancías en la acumulación para mantener el sistema capitalista. Dejando de lado el mas alto sentimiento, que es el de ser revolucionarios, de poder sentir en nuestros corazones el fervor de luchar contra las injusticias de la sociedad y del sistema.

El poder formar una sociedad auténticamente humana y superar la alienación, por mas que la clase capitalista tilde como algo utópico, pierde lo utópico y lo imposible en cada lucha que a lo largo de las historia desarrolló y lleva a cabo el proletario por sus derechos y por la lucha hacia el socialismo.

Pero los jóvenes no tenemos, ni tuvimos, un papel secundario en la historia por la lucha de una sociedad mas justa. Siempre fuimos un grito de esperanza en la lucha revolucionaria, una luz en las épocas más oscuras de la historia, para mostrarle al capitalismo que existen jóvenes que luchamos por un mundo mejor.  Revivimos y hacemos temblar a las bestias capitalistas en cada “Reforma Universitaria de 1918”, en el reclamo de aquellos hermanos sudafricanos en el “Soweto”, en el recuerdo de “La noche de los lápices” de aquellos jóvenes que lucharon por sus derechos en esa época tan terrible donde el capitalismo salvaje en su máxima expresión destrozo nuestro país, en cada una de estas luchas entre tantas otras se reflejó y sigue mostrando que la lucha por un mundo mejor no es imposible.

Es por esto, que hago un llamado a la juventud, para que juntos formemos los pilares de la futura política en la lucha proletaria  y que de esta forma desde nuestros inicios por la construcción del socialismo formemos una unidad de acción en la clase obre. Los jóvenes somos factores fundamentales en la construcción de una sociedad más justa, representados en cada joven que siente, que hasta que no luchamos por algo no nos convertimos en quien realmente somos. El mundo necesita de jóvenes que luchen por sus ideales, que busquen una sociedad igualitaria, luchemos por lograrlo.

“La arcilla fundamental de nuestra obra es la juventud,

en ella depositamos nuestra esperanza y la preparamos

para tomar de nuestras manos la bandera… Pero la juventud

tiene que crear. Una juventud que no crea es una anomalía realmente”  E. Che Guevara.