La crisis en la CTA: Por una salida clasista y de unidad

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El empantanamiento actual en el seno de la CTA se prolonga, haciendo centro en este momento en una lucha de aparato por los espacios físicos en la Central entre su legitima dirección comandada por Pablo Micheli y el sector que lidera Hugo Yasky.

El empantanamiento actual en el seno de la CTA se prolonga, haciendo centro en este momento en una lucha de aparato por los espacios físicos en la Central entre su legitima dirección comandada por Pablo Micheli y el sector que lidera Hugo Yasky.

 Lejos de ser un actor de peso en la actual lucha sindical y política dentro del movimiento obrero, la no resolución de esta crisis lleva a la CTA a resignar su rol dirigente en el esquema de las luchas obreras y populares.

Como citáramos en nuestra prensa a fines del año 2010, las maniobras del kirchnerismo para sostener a Yasky y ganar el control de la Central (y en el peor de los casos lograr dividirla como lo hace) llevaron la normalización del proceso a un camino jurídico-administrativo, burocrático y amañado, con el fin de ganar tiempo y apostar a una salida judiciable que beneficie al sector de Yasky.

Esto ha desvirtuado el proceso de participación y elección democrática a una serie de artilugios burocráticos, y convierte en muy urgente la necesidad de superar rápidamente la crisis, pero en claras líneas de clase y con la mayor actitud y método democráticos.

Una vez más nos definimos contra toda actitud rupturista, cualquiera sea el sector que la promueva, y esto es porque entendemos a la Central como un serio instrumento que debe aglutinar y cohesionar tanto a su propia base como al resto de la clase obrera. Lo contrario, -la fragmentación y atomización- solo beneficia a los gobiernos de turno y a la patronal, y es además, un pésimo y desmoralizador ejemplo para la lucha de miles y miles de honestos militantes.

La Corriente Socialista El Militante considera que la mejor alternativa de superación sigue siendo llamar a un Congreso Extraordinario de Delegados mandatados por asambleas, siendo ese Congreso Soberano quien decida los términos resolutivos de Unidad de la Central, agotando posibles acuerdos o desechándolos con el sector de Yasky.

Desde ya, la pertenencia de los delegados deber ser probadamente a los gremios agrupados en la CTA y Seccionales que adhieran a la Central.

Estamos convencidos de la certeza de esta propuesta, porque recurre a los principios fundamentales del movimiento respecto de la unidad y participación democrática, y de la larga y rica tradición del movimiento obrero acerca de la construcción, superando las diferencias y conflictos internos al interior de las organizaciones de nuestra clase.