El 6 de septiembre se realizaron las elecciones nacionales de la confederación sindical que agrupa a los sindicatos de docentes de todas las provincias. La lista Lila, impulsada por los docentes del MIC, consiguió más del 30% de los votos. Pero el oficialismo, tratando de negarle los cargos como primera minoría, le reconoce sólo un 17%. El 6 de septiembre se realizaron las elecciones nacionales de la confederación sindical que agrupa a los sindicatos de docentes de todas las provincias. La lista Lila, impulsada por los docentes del MIC, consiguió en torno al 33% de los votos. Pero el oficialismo, tratando de negarle los cargos como primera minoría, le reconoce sólo un 17%.
Del millón de docentes del país aproximadamente 300 mil están afiliados indirectamente a CTERA a través de sus sindicatos provinciales. La participación fue en torno al 40% (o sea que votaron unos 120 mil docentes de todo el país). La lista Lila obtuvo unos 40 mil votos.
Se obtuvieron triunfos, algunos aplastantes, en cuatro provincias (Santa Cruz, Neuquen, Tierra del Fuego y Chubut) y en varios distritos (Bahía Blanca, La Plata, Rosario, Esteban Echeverría, Quilmes, Escobar, Berazategui, Marcos Paz…) Se enfrentaba además a uno de los estatutos sindicales más antidemocráticos, que posibilita todo tipo de maniobras fraudulentas e irregularidades por parte de la burocracia. En Catamarca, por ejemplo, no había boletas de la Lila en toda la provincia, a último momento se agregaron 37 urnas volantes en Tucumán, lo que impidió su fiscalización, y el padrón formoseño contenía desafiliados, fallecidos y afiliados con presencia en varias mesas, como ocurrió con el presidente de la Junta Electoral. En el distrito más importante del país, como es la provincia de Buenos Aires, la oposición a la dirección del sindicato provincial, SUTEBA, consiguió el 50,4% de los votos (36% la Lila y 14,4% la Tricolor) frente al 49,6% de la celeste oficialista.
Con estos resultados, la lista Lila se constituye como oposición nacional, uniendo a los sectores combativos y antiburocráticos de los distintos sindicatos provinciales, fundamentalmente a los que han encabezado las luchas más importantes de este año. Contó además con la importante participación de los docentes de la CCC.
Triste papel ha desempeñado la lista Rosa-Gris-Roja (PO, MAS, Quebracho, etc.) cuya intervención divisionista y sectaria (los datos oficiales le atribuyen el 11% de los votos a nivel nacional) sólo sirvió para crear confusión en las bases y favorecer el triunfo de la burocracia en muchos distritos. Pese a contar con el apoyo crítico de otros grupos (PTS, etc.), fue derrotada hasta en los lugares donde se suponía que tenía su mayor inserción como Salta, y en los distritos bonaerenses de La Plata, Lomas de Zamora y Marcos Paz. También influyó la no participación de algunas agrupaciones ligadas al PC, como las conducidas por De Leonardis en La Rioja y por Ponce en Lomas de Zamora, que favorecieron al oficialismo, al que van incorporándose.
Los desafíos de los docentes del MIC son ir consolidando la unidad antiburocrática conseguida, continuar con la metodología de democracia de base y seguir exigiendo a la conducción la unificación nacional de las luchas provinciales por salarios, condiciones laborales y en defensa de la educación pública.
