Hospital Garrahan

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Después de 15 días de tregua, los trabajadores del Garrahan agrupados en ATE volvieron a los paros desde fines de septiembre. En ese ínterin, tanto el gobierno como el Consejo Directivo del hospital siguen intentando por todos los medios quebrar la voluntad de los trabajadores, negándose a reabrir la discusión paritaria, acorralar a la dirección de la huelga con el fin de derrotar al movimiento para que sirva de escarmiento a todos los trabajadores que entran en lucha. Aunque SUTECBA se sumó a la meda medida del 23 de septiembre, junto con UPCN y APM siguen demarcándose de la lucha.

Arreciar en la solidaridad y la extensión del conflicto para ganar la lucha

Después de 15 días de tregua, los trabajadores del Garrahan agrupados en ATE volvieron a los paros desde fines de septiembre. En ese ínterin, tanto el gobierno como el Consejo Directivo del hospital siguen intentando por todos los medios quebrar la voluntad de los trabajadores, negándose a reabrir la discusión paritaria, acorralar a la dirección de la huelga con el fin de derrotar al movimiento para que sirva de escarmiento a todos los trabajadores que entran en lucha. Aunque SUTECBA se sumó a la medida del 23 de septiembre, junto con UPCN y APM siguen demarcándose de la lucha.

En medio de esta lucha a brazo partido, el comportamiento de la dirección de ATE-CTA ha sido vergonzosa, contribuyendo a aislar y desgastar el conflicto, en vez de rodearlo de solidaridad aprovechando la creciente conflictividad de todos los hospitales públicos, convocando a una lucha masiva de los trabajadores por salarios de 1.800, mayor presupuesto y mejoras en las condiciones laborales. En la práctica, pocas diferencias hay entre la actitud hacia la lucha de la dirección de CTA de lo que esta haciendo ATSA, que ayuda a flexibilizar las condiciones laborales y diluir los salarios en los hospitales privados.

La ultima novedad es que el Gobierno “otorgó” el aumento del 20% suspendido desde agosto, a todos los trabajadores del hospital. Es otra manera de azuzar los conflictos internos del hospital y desgastar la lucha de los trabajadores de ATE, que siguen por los $1.800, una distribución equitativa del aumento, $600 de adelanto y 2% por año de antigüedad.

Aparentemente seguirán las medidas de fuerza que tienen que ser aprobadas en asamblea. Hay que seguir rodeando de apoyo el conflicto, creando y fortaleciendo los lazos con otros hospitales y centros médicos en lucha, llevando a la práctica la acción que la dirección de ATE se niega hacer, aumentando el fondo de huelga y continuar con la experiencia de movilización con otros sectores en lucha.