Festival Cultural de Doha

Ha sido inaugurado el 5º Festival Cultural de Doha: “…donde las culturas convergen” [1] dice la publicidad del evento que durará del 26 de marzo al 5 de abril y que, además, pretende expresar otra dimensión de Qatar (“…como un oasis de paz”) apoyándose en exhibiciones pictóricas, ópera, conferencias y seminarios. Habrá, entre otras cosas, exhibiciones de artistas orientales, exposiciones fotográficas, ballet… folklore. Habrá una reunión de artes ópticas, un seminario sobre la novela y el futuro… y un y un no poco llamativo lugar [2] para discutir el desarrollo de la “Cultura Democrática”, “Cambios Democráticos”, “Límites de la Libertad de Expresión”, “Conflicto o Diálogo entre Civilizaciones”…

¿Cultura decorativa para turistas?

Doha, Qatar.

Ha sido inaugurado el 5º Festival Cultural de Doha: “…donde las culturas convergen” [1] dice la publicidad del evento que durará del 26 de marzo al 5 de abril y que, además, pretende expresar otra dimensión de Qatar (“…como un oasis de paz”) apoyándose en exhibiciones pictóricas, ópera, conferencias y seminarios. Habrá, entre otras cosas, exhibiciones de artistas orientales, exposiciones fotográficas, ballet… folklore. Habrá una reunión de artes ópticas, un seminario sobre la novela y el futuro… y un no poco llamativo lugar [2] para discutir el desarrollo de la “Cultura Democrática”, “Cambios Democráticos”, “Límites de la Libertad de Expresión”, “Conflicto o Diálogo entre Civilizaciones”…

Mientras, a unos cuantos kilómetros, en virtud del saqueo petrolero financiado por el consenso Blair-Bush, se perpetúa en Irak la destrucción cultural más irreversible consistente en aniquilar física y emocionalmente a los seres humanos que la producen. En Bagdad (cuando esto se escribe) la Televisión española informa que se han encontrado 9 cadáveres decapitados… eran todos jóvenes… esa es la cultura de la destrucción que se financia con la degeneración de la Casa Blanca. ¿Qué tiene que ver con Qatar? ¿Es este un Festival de mecenas, casi extintos, con vocación desinteresada por mantener vivas todas las expresiones para devolver a los humanos su libertad de desarrollarse con independencia económica y política?… ¿o será este el festival de una industria turística muy poderosa que vio una manera linda, “culta”, de entretener a los clientes?. ¿O será este un modo de agenciarse algún tipo de “prestigio” cultural para asegurar cierta fuerza moral a una burguesía decadente? ¿Qué está pasando?

La decadencia burguesa siempre es, además, revisionista y conciliadora, aunque se llame “post-modernidad” o se llame como se le llame. Para eso financia intelectuales y artistas. No es lo mismo transformación cultural bajo una dialéctica histórica propia, que imponer un pie de igualdad, incluso forzada e indiscriminada, donde todo vale para que valga más lo de quienes financian. Pero estos Festivales no son un “dispendio”, como se dice con facilismo, porque son una inversión rentable en sentidos muy diversos. No se trata de organizadores estúpidos. Es idéntico a lo que pasa con el Festival Internacional Cervantino en Guanajuato, México. Se trata de la construcción de una imagen nacional que camina directo a convencer al mundo sobre los benéficos de “la paz” en esta zona del mundo… una paz jugosa y petrolizada, un paz donde hay jugo para inversionistas agresivos, una paz de clase a la que no le gusta, hoy por hoy, ensuciar sus planes industriales, para la energía o para el turismo, con ecos de alaridos ni polvo de bombardeos. Aunque los financie.

Qatar parece, incluso, “refugio” turístico para una burguesía occidental (y no sólo) que gusta de lo “exótico” for export con el confort y la seguridad que da una mano yanqui con sus bases militares en pleno Golfo Pérsico. Paraíso pacífico para invertir en un fantasma cultural de progreso junior que ve en vivo los beneficios del control petrolero capitalista estilo occidental con “arab fashion”. Pero el crisol cultural de Qatar excede al Festival de la Cultura. Aquí viven y trabajan (sobreviven) miles de inmigrantes de Nepal, África, Egipto, Irán, Filipinas… trabajadores de los bienes y servicios cuyos salarios no alcanzan para esas limusinas y yates estacionados en la bahía de Doha.

En este escenario, Qatar, no deja de ser provocativa la convocatoria a escuchar, y acaso discutir, un repertorio temático vinculado con la “democracia” y su “cultura” (¿será sólo democracia burguesa?) de la mano de especialistas no poco interesantes. Doha a estas horas es un escenario en construcción febril. Mezcla desigual y combinada. Cientos de rascacielos en construcción, una industria constructora inmensa, Festival Cultural, Festival de Televisión, juegos deportivos… un ir y venir de camiones con obreros que no irán a los Festivales… hay millones y millones de euros en juego, se siente la energía de algo que crece en un mundo devastado por una cultura de la destrucción masiva. ¿Qué es esto, qué será… una contradicción inmensa? ¿Hay diálogo de civilizaciones, hay encuentro posible y en paz… hay lugar para la diferencia y para la disidencia? Ya daremos cuenta.

Notas

[1] Doha: 370.000 habitantes, capital de Qatar, situada en el Golfo Pérsico. La actividad industrial principal es petrolera al lado del cultivo de perlas. Tiene fama de ser, por su Universidad, una ciudad de la Educación, una zona consagrada a la investigación y a la enseñanza. http://fr.wikipedia.org/wiki/Doha

[2] http://www.gulf-times.com/site/topics/index.asp?cu_no=2&temp_type=44