Europa: Los trabajadores miran a la izquierda

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general strike mar08 1Si algo ha cambiado en la mentalidad de la gente a raíz de la crisis económica es la percepción de la política. Desde el año 2008 la situación política ha pasado de ser el octavo tema de preocupación al tercero, no en vano la clase obrera ha visto desmoronarse el estado de bienestar. Los trabajadores se han visto traicionados por los que históricamente habían sido sus representantes: los partidos socialdemócratas.

Después de la segunda guerra mundial, con la división del mundo en dos bloques, en los países alineados con los Estados Unidos los partidos comunistas, guiados por la política estalinista de la URSS, mutilaron cualquier posibilidad de revolución. A esto hay que sumarle que la burguesía, por miedo a perder el control hizo concesiones a la clase obrera. Pero para que haya concesiones es necesaria una situación económica favorable y la lógica capitalista empuja a los partidos socialdemócratas a incumplir una y otra vez su programa.

Un cambio en el sur de Europa

No cabe duda de que la situación actual dista mucho de la anteriormente descrita. En varios países de Europa el papel de gestores de la crisis que han jugado los partidos socialdemócratas ha revelado su verdadera cara. La tasa de paro es la más alta de la historia de Europa, y la previsión es que la economía decrezca en un 0,2%. Con esta perspectiva son cada vez más los trabajadores que han puesto su mirada a la izquierda de las organizaciones tradicionales, especialmente en los países periféricos del sur.

El mejor ejemplo es Grecia, donde la coalición SYRIZA, que en las elecciones de 2009 apenas logró el 4,6% de los votos, es a día de hoy la fuerza que lidera las encuestas de intención de voto con cerca del 25%. A esto le acompaña el hundimiento del PASOK (8%), el partido tradicional de la socialdemocracia griega, que aventaja en muy poco al KKE (Partido Comunista de Grecia). Bajo el mandato del PASOK el país cayó en la ruina y gran parte de la población fue condenada a la miseria, a lo cual colaboró la traición de los reformistas, que pactaron el rescate con la Troika. Mientras tanto SYRIZA ha sido capaz de atraer a los trabajadores y capas más perjudicadas por la crisis en base a la oposición a los recortes del PASOK y a la defensa de las conquistas sociales.

España parece seguir los pasos de Grecia. Los trabajadores perdieron toda esperanza en que el PSOE los sacara de la crisis y ahora, ante la situación agravada con el escaso año de gobierno del PP, han encontrado un nuevo referente: IU. En los últimos meses el PSOE ha alcanzado su mínimo histórico, y se coloca ya con un 20,2% en las encuestas de intención de voto, mientras que IU está en 16,6% su máximo histórico, con tendencia al alza (El País, 12 mayo). Las miradas están puestas en el gobierno andaluz que IU comparte con el PSOE; de él dependerá en gran parte la imagen que perciban los trabajadores de ellos, y si se consolidan como principal referente obrero. Cuando el 75% de la gente se declara anticapitalista es necesario que los dirigentes de IU rompan con cualquier ilusión de reformar el capitalismo.

Pasado un año de las últimas elecciones francesas hay que destacar la pérdida de popularidad del presidente. Hollande tiene ahora un índice de popularidad del 15%, el más bajo de un presidente en la historia, mientras que Mélenchon, el líder del Frente de Izquierda, alcanza ya el 30%. En Portugal el Partido Socialista mantiene el 29% de los votos, mientras que el Partido Comunista el 12,5%, y el Bloque de Izquierda el 8,5%. La debacle del partido de gobierno ha hecho que el Partido Socialista aumente en intención de voto y se sitúe como primera fuerza en unas hipotéticas elecciones, si bien no alcanza los niveles previos a la crisis.

La ausencia de una izquierda fuerte en Italia ha canalizado el malestar de los trabajadores, de una forma distorsionada, a la lista del Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo. Este partido, que se considera apolítico, ha sido el más votado en las últimas elecciones generales, si bien las listas más votadas ha sido la compuesta principalmente por el Partido Democrático. Con su mensaje populista se ha ganado la simpatía de gran parte de los trabajadores. Es de esperar que en un futuro cercano broten las contradicciones internas de un movimiento tan heterogéneo, y no es descartable una escisión por izquierda que dé respuesta a las necesidades de los trabajadores.

La actitud de los marxistas

Nuestro deber como marxistas es llevar un programa que defienda los intereses de los trabajadores a cualquier organización con la que éstos se vean identificados. Nosotros defendemos un programa socialista para Syriza e IU exigiendo -para empezar- la expropiación de los más ricos para garantizar los derechos sociales. De esta forma -si así lo hicieran- estas organizaciones podrían crecer a un ritmo mucho mayor del que lo hacen actualmente. Es necesario que las direcciones de estas organizaciones rompan definitivamente con el capitalismo y defiendan un programa genuinamente obrero, ya que el socialismo es la única salida a la crisis del capitalismo.