La situación en Europa es cada vez más inestable. La crisis económica en ciernes está poniendo en la agenda de todos los gobiernos burgueses del continente recortes y ataques a los trabajadores. La reacción de los trabajadores se está expresando tanto en las urnas como en la calle. La insatisfacción popular da lugar a gobiernos débiles e inestables. Una capa de trabajadores y jóvenes comienza ya a buscar una alternativa a la izquierda. La situación en Europa es cada vez más inestable. La crisis económica en ciernes está poniendo en la agenda de todos los gobiernos burgueses del continente recortes y ataques a los trabajadores. La reacción de los trabajadores se está expresando tanto en las urnas como en la calle. La insatisfacción popular da lugar a gobiernos débiles e inestables. Una capa de trabajadores y jóvenes comienza ya a buscar una alternativa a la izquierda.
En Alemania, la economía más potente de Europa, gobierna una coalición de la derecha con los socialdemócratas. El techo salarial para los empleados públicos y el intento de despedir al 20% de los trabajadores de hospitales públicos ha provocado huelgas muy importantes de los ferroviarios, colectivos y la salud. El malestar de la clase obrera está encontrando una expresión política en el nuevo partido Die Linke, a la izquierda de los socialdemócratas, con un apoyo en las encuestas del 12%, y subiendo.
En Grecia tuvo lugar en marzo la tercera huelga general en 3 meses contra los recortes de las pensiones del gobierno de la derecha, Nueva Democracia. Los dos partidos a la izquierda del PASOK (socialistas), Synapismos y el PC, obtienen en las encuestas un apoyo del 25%, cuando el PASOK alcanza el 22%.
Es interesante lo sucedido en Francia. Hace 11 meses Sarkozy (derecha) ganó las elecciones presidenciales. Pero su política antiobrera (reforma de las pensiones públicas, recortes sociales, etc.) hizo que en las elecciones locales y provinciales de marzo fuera humillado con la victoria de la izquierda (socialistas y comunistas), que consiguió las intendencias de las principales ciudades del país, con la excepción de Marsella donde la derecha ganó con una exigua mayoría (0,5% de los votos).
En España, el Partido Socialista (PSOE) venció a la derecha por un margen ajustado (3,5%). Ante el peligro de una victoria de la derecha, la clase obrera española se movilizó en las urnas para cerrarle el paso. El giro ultraderechista de la derecha española es muy acusado, con discursos reaccionarios contra los inmigrantes y las minorías nacionales (vascos), con el acompañamiento de la Iglesia.
Elecciones en Italia
En abril hay elecciones legislativas en Italia. Berlusconi (derecha) parte como favorito. La razón de esto es que la centroizquierda, nucleada en el nuevo Partido Democrático, no ofrece un programa sustancialmente diferente. La izquierda se nuclea en la coalición Izquierda Arcoiris, cuyo partido principal es Refundación Comunista (RC).
Gane Berlusconi o Veltroni (dirigente del PD) su programa de gobierno ya está escrito por la patronal italiana (Confindustria) que pasa, entre otras medidas, por: privatización del patrimonio inmobiliario de los municipios y de empresas públicas, recortes estructurales, decisivos, drásticos e impopulares al gasto público, reducciones de impuestos a las empresas y créditos subvencionados por el Estado.
La posición de los marxistas de Falce Martello (activos dentro de RC) es: ¡Ni Berlusconi, ni Veltroni! Por una izquierda de oposición. Los compañeros se oponen al ingreso de RC en un gobierno de coalición con el PD que sólo serviría para dar un tinte izquierdista a una política antiobrera que desprestigiará a RC y desmoralizará a sus militantes y votantes, como ocurrió estos dos años.