Estatales: Podemos doblarle el brazo a los gobiernos nacional y provincial

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La lucha de los empleados públicos, estatales y salud, continúa con un vigor extraordinario a pesar de los meses y semanas transcurridos, destacándose las impresionantes luchas en las provincias de Buenos Aires y Neuquén. Los trabajadores están diciendo basta a 14 años de congelamiento salarial, empleo precarizado, falta de insumos en los hospitales, humillaciones y postergación, en un momento donde el superávit fiscal supera los 10.000 millones de pesos y se pagan puntualmente miles de millones de p de pesos por la deuda externa. Lo que se necesita es unificar todas las luchas organizando un verdadero plan de lucha nacional.

Con un verdadero plan nacional de lucha

La lucha de los empleados públicos, estatales y salud, continúa con un vigor extraordinario a pesar de los meses y semanas transcurridos, destacándose las impresionantes luchas en las provincias de Buenos Aires y Neuquén. Los trabajadores están diciendo basta a 14 años de congelamiento salarial, empleo precarizado, falta de insumos en los hospitales, humillaciones y postergación, en un momento donde el superávit fiscal supera los 10.000 millones de pesos y se pagan puntualmente miles de millones de pesos por la deuda externa.

Se necesita un verdadero plan de lucha nacional

Los trabajadores de los hospitales nacionales vieron cómo fueron engañados por el Ministro de Sanidad, Ginés González, incumpliendo el pago de los $300 de recomposición salarial conseguidos en las luchas del mes de mayo.
Los gobiernos nacional y provinciales dicen que no hay plata suficiente para atender los reclamos de los trabajadores públicos, estatales, de la salud y de la educación. Mentira. Hay miles de millones del Estado para los ricos, los grandes empresarios y el FMI, que deberían destinarse a dar trabajo, pagar salarios decentes y financiar un sistema de salud y de educación eficiente y de calidad, comenzando por los miles de millones que se pagan por la deuda externa, continuando con los miles de millones del superávit fiscal y terminando con los 4.000 millones de pesos en subsidios y exenciones de impuestos que anualmente perciben los empresarios del gobierno.
Aunque en las últimas semanas se avanzó, gracias a la presión desde abajo, con un cronograma de paros sostenido en el tiempo con paros semanales de 24 y 48 hs, se mantiene la dispersión y división de las fuerzas por provincias y sectores y en fechas diferentes. Los dirigentes de ATE Nacional se limitan a convocar un paro nacional cada mes con el único fin de descomprimir la bronca acumulada, demostrando poca o ninguna confianza en la victoria.
De lo que se trata es de convocar paros nacionales semanales de 24 hs, 48 hs y 72 hs en todos los sectores estatales al mismo tiempo y confluyendo con el otro gran sector de trabajadores públicos, como son los docentes. Si este método de lucha se hubiera implementado desde comienzos de año, muy diferente sería la situación de nuestra lucha.

Organizar una corriente sindical opositora

Es necesario superar la acumulación fragmentada de conflictos por un salto en calidad con medidas de fuerza unitarias por sector, con asambleas en cada lugar de trabajo, delegados revocables, superando las direcciones burocráticas, obligándolas a que se pongan al frente de los reclamos o desplazándolas por su incapacidad para estar a la altura de nuestras necesidades de lucha.
La organización de la Asamblea Interhospitalaria, que agrupa a una veintena de hospitales de Capital y provincia de Buenos Aires, es un primer paso en esta línea. Agrupamientos similares se podrían organizar entre el resto de sectores estatales. Pero la mejor manera de hacerlo sería organizando una Corriente Sindical opositora en los gremios estatales (ATE y UPCN) que permitiría coordinar a los activistas, afiliados y centros de trabajo tan dispersos geográficamente como son los hospitales, oficinas y escuelas de todo el país.
Los activistas obreros de la salud, que son quienes más se han destacado en la lucha, podrían dar un ejemplo al resto de activistas en los demás sectores llamando a una asamblea general de trabajadores de Capital y provincia, en primera instancia, para formalizar la constitución de esta corriente en ATE y otros sindicatos del sector público, y luego llamar a los activistas de otras provincias del país para que se les unan.