ESMA: Continúa el juicio contra el represor Héctor Febres

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Esta semana continúan las audiencias de testimonios en el juicio contra el represor de la ESMA Héctor Antonio Febres en el Tribunal Oral Federal (TOF) Nº 5 de la Capital Federal. La ESMA era una "Máquina de matar. Máquina de producir terror. El objetivo era el disciplinamiento colectivo, social". Esta semana continúan las audiencias de testimonios en el juicio contra el represor de la ESMA Héctor Antonio Febres en el Tribunal Oral Federal (TOF) Nº 5 de la Capital Federal.

El jueves 15 brindaron testimonio Mario Villani y Martín Gras, ex detenidos-desaparecidos que estuvieron secuestrados en el campo de concentración que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada.

El primero en declarar fue Mario Villani, secuestrado el 18 de noviembre de 1977.

"Estuve secuestrado durante 3 años y 8 meses en 5 campos de concentración. El primer campo donde me llevaron fue "el Atlético", el segundo fue "el Banco", el tercero fue "el Olimpo", el cuarto fue la "División de Cuatrerismo de Quilmes", y finalmente la Esma", dijo el testigo, y continuó: "Llegue a la ESMA en marzo del 79, el Olimpo fue vaciado, cambiaba la comandancia de Primer Cuerpo de Ejército, los represores –de Olimpo- hicieron un "traslado" de alrededor de 100 personas. A 10 personas nos llevaron a Cuatrerismo, junto con la documentación y las picanas. Ahí vi a Ramón Camps, y a Etchecolatz."

En la esma fue sometido a condiciones inhumanas de vida y tormentos: "Por primera vez me ponen una capucha, antes tenia tabiques. Dormíamos en capuchita, donde estaba el tanque de agua, nos bajaban todos los días a sector 4" . Allí fue obligado a realizar trabajo esclavo con documentación que fue llevada desde el campo de concentración el Olimpo a la ESMA junto con los detenidos-desaparecidos. "Había cientos de fichas. Yo revisé entre 50 y 80, pero éramos 8-10 personas que vinimos de Olimpo, y cada uno debía revisar una parte" , recalcó Villani.

En el sótano vio por primera vez a Febres, identificado con el apodo de "gordo Daniel". También fue obligado a hacer tareas en la Pecera, y a hacer reparaciones electrónicas, principalmente televisores y radios que se robaban en los operativos de secuestro de las casas de los detenidos-desaparecidos.

De las condiciones de vida y los tormentos relató: "El trato era muy duro, estaba siempre la luz prendida, pero era lo mismo que si estuviera apagada porque teníamos capucha. La peor tortura fue la tortura de estar todos los días allí, el solo hecho de estar en el campo de concentración, seguir los gritos de los torturados, sentir cuando traían a nuevos secuestrados, los maltratos, el trato denigrante que recibíamos, todo esto más el conocimiento de la imposibilidad de hacer nada para terminar con esta situación, la decisión sobre la vida y la muerte era de ellos. Lo viví como una tortura permanente, de la que no se libraba nadie."

Relató también lo que eran los traslados: "También es parte de la tortura. Siempre, en todos los campos, a nosotros se nos dijo que nuestra permanencia en el campo tenia un fin, un límite, que después de eso el proceso continuaba en algunos casos en granjas de recuperación que quedaban en el sur, en el interior, en el medio de la nada. En otros casos, seriamos trasladados a un penal, presos legalmente. En otros casos liberados. Se conoce gente que fue llevada a penales, que fue liberada, pero no se conoce una sola persona que haya ido a un centro de recuperación."

Su trabajo de investigación en las tres últimas décadas fue impresionante: "De los 5 campos de concentración, hice un listado de 173 represores, más de 60 de la ESMA" , contó pidiéndole al tribunal que lo dejara tenerlo como ayuda memoria "porque ya han pasado 30 años".

Finalmente fue liberado en agosto de 1981, aunque fue obligado a volver a realizar trabajo esclavo durante numerosas ocasiones a la ESMA. Poco antes de brindar su testimonio en el Juicio a las Juntas, su padre y él fueron amenazados por el represor Díaz Smith, amenaza que no logró amedrentar la firme decisión de Villani de declarar y luchar por Justicia.

La audiencia continuó con el testimonio de Martín Gras, quien fuera secuestrado el 14 de enero de 1977 y mantenido en cautiverio hasta agosto de 1979. Allí fue sometido a condiciones inhumanas de vida y tormentos. "Desde que entré a la ESMA fui "808", como parte de la despersonalización que se vivía ahí adentro" dijo el testigo, y continuó refiriéndose a la cantidad de detenidos-desaparecidos que pasaron por la ESMA durante su cautiverio: "La numeración era del 000 al 999. en mi cautiverio conviví con dos "808" más, con lo que comprobé que mientras estuve allí pasaron por lo menos 3000 personas."

Fue obligado a realizar tareas como bibliotecario. "Ahí había libros de temas políticos robados de los secuestros. Eran todos libros prohibidos por la dictadura."

También se refirió a los traslados: "Los represores hicieron estudios de las corrientes marítimas, que son rutas en el mar, estudiaron que la gente arrojada al mar desde determinada altura, con el peso de las cadenas, era llevada por esas corrientes. Los traslados se hacían los miércoles. Los martes se reunían los oficiales de inteligencia, y discutían a quienes no trasladaban, se llamaba discusión de veto, porque el destino de todos era el traslado y la muerte."

Continuó hablando sobre el tema trayendo a la audiencia el relato de un compañero: "Había un detenido, Tincho, a él lo llevan a uno de los traslados, pero lo devuelven y ahí cuenta: que lo llevaron al sótano, que le dijeron que lo iban a mandar a un centro de recuperación. Les ponían una inyección que decían que era una vacuna. Ve como los demás se van durmiendo, desvaneciendo. Los suben en un camión. Los llevan a la base aérea de aeroparque. Era el único que estaba despierto. Los cargan en un Foker. Cuando ya estaba arriba llamaron desde la ESMA diciendo que lo llevaran de vuelta porque no había terminado su interrogatorio. Quienes lo llevaron de regreso le dijeron: No sabés de la que te salvaste, esto es la muerte. Tincho durmió dos días en su colchoneta, bajo los efectos del pentotal, o pentonaval como le decían."

La ESMA era una "Máquina de matar. Máquina de producir terror. El objetivo era el disciplinamiento colectivo, social", dijo el testigo definiendo el campo de concentración, y siguió: "El primer y segundo piso del casino de oficiales seguía funcionando como hotel de oficiales de marina. Nos subían y se bajaban por las escaleras, de a 8 o 10 detenidos, nos hacían circular por las escaleras, los oficiales nos veían."

Finalmente concluyó su testimonio con una reflexión: "Era un sistema totalmente funcional a un mecanismo de poder. Esa es la parte que me preocupa, que un tema de la complejidad de la ESMA llegue a su primera instancia judicial acusando a una sola persona y solo por 4 casos. Esto no es eficiente para entender lo que sucedió en la ESMA. Si nos limitamos a las condenas individuales, corremos el serio riesgo de no comprender la totalidad de la problemática. Es estar siempre ante el tremendo riesgo de volver a repetirlo."

PROXIMAS AUDIENCIAS

Lunes 19 de noviembre 10 hs: Testimonios de Lázaro Gladstein y Fernando Kron.

Miércoles 21 de noviembre: ALEGATOS de las querellas.

Jueves 22 de noviembre: Alegato de la Fiscalía.

Prensa JUSTICIA YA! en Buenos Aires.

Contactos:

Carlos Lordkipanidse (AEDD, querellante): 15 3208 9786

Myriam Bregman (CeProDH, abogada de la querella) 15 4170 2398

Luis Bonomi (CeProDH, abogado de la querella): 15 5057 7942

Liliana Mazea (Fidela, abogada de la querella):15 5816 9178

Pedro Dinani (LADH, abogado de la querella): 15 6588 1616

Justicia Ya Bs. As. está integrado por : AEDD – AGD UBA – A.L.I. -APEL – Asociación Anahí – CADHU – CAJ – Ce ProDH- CODESEDH – Com. de DDHH de Uruguayos en Argentina – Com. de DDHH del PC – Com. por los DDHH de Trenque Lauquen Pcia. Bs. As. – Com. de Homenaje a los Desaparecidos y Mártires Populares – CORREPI – FIDELA – H.I.J.O.S. Regional Oeste – IRE – Liberpueblo – LADH – Vecinos de San Cristóbal contra la Impunidad

Nos representan en este juicio: Liliana Noemí Mazea (FIDELA); Myriam Bregman y Luis Bonomi (CeProdh); Elea Peliche (Asociación de Ex Detenidos-Desaparecidos); Guadalupe Godoy, Pedro Dinani y Sabrina Dentone (Liga Argentina por los Derechos del Hombre); Jorge Eduardo Cárdenas Candiotti (Instituto de Relaciones Ecuménicas); Claudia Ferrero (APEL); Liliana Molinari y Alberto Palacios (CODESEDH); y Leonardo Sinistri (Abogados laboralistas de izquierda)

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