¿Es real la amenaza de Bush contra Irán?

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En las últimas semanas, aumentaron las amenazas de un ataque militar de EEUU contra Irán, con la excusa de poner fin a sus actividades nucleares y evitar la producción secreta de armas atómicas. A pesar de la retórica de Bush, el motivo principal de la ofensiva militarista contra Irán (como fue el caso con Iraq) es acceder a los recursos petroleros de este país y particularmente afirmar su dominio en la zona, como también lo prueba la extensión de sus amenazas a Siria. En las últimas semanas, aumentaron las amenazas de un ataque militar de EEUU contra Irán, con la excusa de poner fin a sus actividades nucleares y evitar la producción secreta de armas atómicas.

A pesar de la retórica de Bush, el motivo principal de la ofensiva militarista contra Irán (como fue el caso con Iraq) es acceder a los recursos petroleros de este país y particularmente afirmar su dominio en la zona, como también lo prueba la extensión de sus amenazas a Siria.

¿Es inminente un ataque militar contra Irán?

Incluso, aunque la tendencia instintiva del gobierno de Bush está basada en el belicismo y las ofensivas militares, el gobierno de EEUU siempre ha preferido en el pasado llegar a un acuerdo con el régimen capitalista-clerical iraní.

Es obvio que para decantar la situación a su favor, el imperialismo debe llegar a un acuerdo con el régimen y tiene dos métodos. El primero es el método moderado que los gobiernos europeos, especialmente los de Gran Bretaña, Francia y Alemania, han adoptado. El otro es la amenaza y el uso de la fuerza, éste es el expresado por Bush. Estos dos métodos están diseñados para guiar al régimen iraní por el camino estrecho y angosto.

La reacción de la República Islámica ante el gobierno Bush, a pesar de sus “protestas” y “resistencia” superficiales, ha subrayado el cambio cualitativo que se ha producido desde hace tres años. En esta ocasión no se ha producido una reacción excesivamente hostil por parte del régimen. Los líderes del régimen se limitaron a calificar de incorrectas las afirmaciones de Bush sobre los preparativos del régimen iraní para conseguir armas nucleares. Esta reacción demuestra la sumisión del régimen ante el imperialismo. El único enfrentamiento está relacionado en cómo conseguir más concesiones.

Además, especialmente después de la desastrosa experiencia de Iraq, la correlación de fuerzas descarta otro ataque militar en la agenda del gobierno norteamericano. El gobierno de EEUU tendrá que permanecer en Iraq mucho tiempo y no tiene la capacidad necesaria para lanzar un ataque contra Irán.

El giro del régimen iraní y la situación del movimiento obrero

Inmediatamente después de la ocupación de Iraq, el ala más conservadora del régimen iraní hizo un giro en su política hacia EEUU. Después, se produjo un nuevo cambio de rumbo con el objetivo de atraer la confianza de los gobiernos occidentales.

En estas condiciones, el movimiento obrero iraní está entrando en una nueva etapa de su vida política. Se ha creado un sistema capitalista “moderno” que está atado a la política de los bancos mundiales e Irán está en la agenda del sistema capitalista mundial. Este proceso significará la continuación de la afluencia de capital extranjero a Irán. En el próximo período, el capitalismo internacional entrará en Irán en un escenario económico “virgen”.

Pondrán en movimiento las ruedas de la industria junto con las del empleo de trabajadores, al mismo tiempo llegará la inseguridad y la incertidumbre en el empleo. Esto a su vez marcará una nueva etapa en las luchas obreras.

Es obvio que para organizar sus luchas anticapitalistas los trabajadores de Irán entrarán en una nueva etapa. Las luchas obreras del 1º de Mayo de 2004 demuestran el cambio en la correlación de fuerzas a favor de los trabajadores. La reivindicación central de los trabajadores es la formación de organizaciones obreras independientes. Pero las organizaciones obreras independientes no caen del cielo. E incluso en el caso de que se formen “desde arriba”, seguirán oponiéndose a las reivindicaciones centrales de los trabajadores (derecho de huelga, control obrero, escala móvil salarial, etc.) Las organizaciones obreras independientes sólo pueden formarlas los propios trabajadores. Esto no se podrá conseguir si no es con la participación activa de los trabajadores en el panorama político.

Para una intervención efectiva dentro del movimiento obrero hay que elaborar un plan de acción de los trabajadores basado en las reivindicaciones democráticas, sindicales y transicionales de los trabajadores y que están a la orden del día.