Esta entrevista con Claudio Bellotti, editor de FalceMartello y miembro del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Refundación Comunista (PRC), fue realizada hace dos semanas, antes de la caída del gobierno de Prodi. Da una perspectiva general del por qué del fracaso de la coalición de centroizquierda y la significación real de estos desarrollos.
Esta entrevista con Claudio Bellotti, editor de FalceMartello y miembro del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Refundación Comunista (PRC), fue realizada hace dos semanas, antes de la caída del gobierno de Prodi. Da una perspectiva general del por qué del fracaso de la coalición de centroizquierda y la significación real de estos desarrollos.
¿Cuál es la situación política general en Italia después de la llega al poder del gobierno de Prodi en 2006?
Claudio Bellotti.- La coalición de centro-izquierda llegó al poder después de cinco años de Berlusconi. Había expectativas en que pudiera cambiar las cosas. Pero después de casi dos años el balance es absolutamente negativo. Hay una enorme desilusión con este gobierno. Ninguna de las leyes antisindicales aprobadas por Berlusconi, relacionadas por ejemplo con el mercado laboral, se han eliminado. Se han aprobado dos presupuestos, entregando grandes cantidades de dinero a las empresas y los empresarios, además de rebajarles los impuestos. Pero el gobierno no ha hecho nada por la gente corriente y la clase obrera. Aumentó las pensiones más bajas en 30 euros al mes, que es prácticamente nada. En realidad ha habido una contrarreforma de las pensiones que se ha presentado como una mejora respecto a la contrarreforma anterior de Berlusconi. Pero lo que se ha hecho es aumentar la edad de jubilación intentando así reducir las pensiones públicas al mínimo posible e introducir planes de pensiones privados. Aún peor, la burocracia sindical también participa de estos planes y es una especie de conspiración general de los empresarios, el gobierno y la burocracia sindical.
¿Cuál es la situación de la clase obrera?
CB.- La situación social de la clase obrera ha empeorado desde hace algunos años. Los sindicatos publicaron un estudio donde se demostraba que en los últimos cinco años, desde la introducción del euro, el trabajador medio perdió 1.900 euros anuales en términos reales. Unos 7 millones de trabajadores ganan menos de 1.000 euros al mes.
En los lugares de trabajo hay muchos defectos de seguridad. En el año 2006, 1.300 personas murieron en sus centros de trabajo. La cifra para 2007 está aún por ver, pero parece similar. Este tema salió a la superficie en diciembre pasado cuando hubo un gran accidente en la acería de ThyssenKrupp en Turín. Estalló un fuego y murieron siete trabajadores, algunos de ellos después de una larga agonía. El ambiente de los trabajadores se vio con claridad en la protesta que estalló. Algunos dirigentes sindicales y de izquierda que fueron allí para hablar fueron atacados y abucheados. La actitud de estos trabajadores es que todos los de la izquierda los han dejado solos y a ninguno le importa realmente los problemas reales que ellos sufren. Existe un abismo entre estos trabajadores y los dirigentes oficiales de los sindicatos.
Durante los cinco años de Berlusconi en el poder, hubo grandes luchas contra su política. El poderoso movimiento se dispersó debido a la ineptitud de los dirigentes de los sindicatos y partidos de izquierda. En las últimas elecciones los trabajadores buscaban un camino electoral para librarse de Berlusconi. La oportunidad casi se pierde como consecuencia de la actitud arrogante de los dirigentes de centro-izquierda, cuyo programa se podría describir como de cualquier cosa menos de izquierda. Sin embargo, los trabajadores y los jóvenes votaron a la izquierda y esperaban cambios con el nuevo gobierno. Pero una vez en el gobierno los partidos de izquierda no han eliminado las leyes que atacaban a los trabajadores aprobadas por la derecha. Por esa razón las fuerzas de izquierda se han desacreditado, el ambiente general es que no de puede confiar en nadie. También llevó a la confusión y la crisis entre las organizaciones de toda la izquierda, en particular el PRC.
¿El gobierno de la "Unione" cambió la política exterior italiana?
CB.- No ha habido un cambio fundamental. Tuvieron que retirarse de Nassiriya, al sur de Iraq, pero lo hicieron en estrecha coordinación con el mando norteamericano, y dentro del marco de un acuerdo general donde el gobierno aceptaba reforzar sustancialmente el contingente de tropas en Afganistán. Además, el pasado verano enviaron 3.000 soldados italianos al Líbano. Participan en el caos de Kosovo, que es consecuencia de la guerra anterior en 1999, donde participó el anterior gobierno de coalición de centro izquierda. El gobierno Prodi aceptó unirse al plan antimisiles que intenta poner en práctica EEUU. Se decidió sin ningún debate público, ni siquiera parlamentario. Por otro lado también está el conflicto con la importante base norteamericana de Vicenza, que provocó protestas y manifestaciones masivas, el movimiento aún continúa.
En las últimas semanas Italia ha sido noticia por la crisis de la recogida de basura en Nápoles. ¿Puedes explicar un poco el contexto de esta crisis?
CB.- Este tema no es nuevo. Durante muchos años han existido vínculos entre empresas, organizaciones criminales y algunos gobiernos locales de la región. Utilizaban esta región como depósito para toda la basura tóxica del país. Las organizaciones criminales ofrecían a las industrias de toda Italia recoger su basura tóxica, que debería ser después tratada adecuadamente. Durante 14 años el procesamiento de la basura estuvo controlado por comisionados especiales enviados desde el gobierno central. Pero ninguno de ellos pudo resolver el problema. El proyecto general era construir plantas incineradoras por parte de empresas privadas. Estas plantas son muy contaminantes y existen temores fundados de que puedan extender dioxinas y otros gases tóxicos en una zona rural que vive fundamentalmente de la agricultura. Las mismas empresas que son responsables de organizar el reciclado, sólo lo almacenan, esperaban la construcción de las incineradoras. Toda esta situación generaba una enorme cantidad de beneficios tanto para empresas legales como ilegales.
Después de catorce años nadie cree ya que estas empresas resolverán el problema. Nadie confía en la administración de centro izquierda que ha estado en el poder en la región durante 12 años. También es un indicador de la crisis de la izquierda, debido a su incapacidad de afrontar los problemas de los trabajadores. Nuestra postura es que primero debemos echar a todas las empresas privadas y organizar una recogida seria de la basura, reciclando bajo control obrero.
¿Qué tareas tiene la burguesía?
CB.- Durante los últimos quince años la clase dominante intentó resolver un problema clave: no tenía un partido burgués fuerte y fiable para implantar su política. Después de la disolución de la Democracia Cristiana en 1992, tuvieron que basarse en diferentes coaliciones y partidos muy inestables. Después tuvieron el partido de Berlusconi, que es un partido burgués pero es una propiedad personal de un burgués en particular, y eso genera contradicciones. También han tenido fuerzas de izquierda que han utilizado durante la década de los noventa.
El principal cambio en la política italiana es la disolución de los Demócratas de Izquierda (DS) y la formación del Partido Democrático (PD). No ha sido un simple cambio de nombre. La formación del PD sólo puede representar el surgimiento de un partido burgués fuerte por primera vez en décadas, y la principal herramienta durante los próximos años para implantar la política de la clase dominante. Han conseguido el apoyo de todos los principales sectores de las grandes empresas italianas, por ejemplo los bancos. También intenta, con éxito hay que decir, tener el control del movimiento sindical expulsando a la izquierda o marginándola. No es otro partido como tantas otras veces hemos visto en Italia, un partido que aparece y al año desaparece. Es una formación fuerte y tardará tiempo en agotar su control de una base social amplia.
¿Qué pasa con la derecha?
CB.- Toda la política del gobierno de centro izquierda ha dado un respiro a la derecha y la extrema derecha para maniobrar, ha galvanizado su capacidad de movilizar a sus seguidores. Los grupos de extrema derecha y neofascistas son débiles en el parlamento. Consiguieron entrar en él gracias a una alianza con el partido de Berlusconi, que les dio un lugar en sus propias listas, pero cada vez están más activos y ganan terreno en la sociedad con su demagogia antiinmigrante, incluso en algunos sectores de la clase obrera. Claramente se trata de un subproducto de este gobierno. La derecha dice: "Miraen a estos comunistas en el gobierno, no hacen nada por ustedes. Somos los únicos que podemos defenderles".
En el futuro veremos un tipo más violento de derecha. Berlusconi fue una pesadilla, pero después de él puede haber una derecha aún peor. No está en el orden del día de mañana, pero no podemos descartar esta perspectiva a largo o medio plazo. Depende principalmente del crecimiento de una alternativa de izquierda. Sin embargo, el vacío que se ha abierto entre la izquierda y la clase obrera puede ser llenado en condiciones determinadas por este tipo de partidos y fuerzas.
¿Cuál es la perspectiva de la izquierda y el PRC?
CB.- Después de las próximas elecciones, que probablemente no se celebrarán hasta el 2011 si no el próximo año o incluso este, la izquierda del PRC se enfrentará a la alternativa entre Berlusconi y el nuevo Partido Democrático. Los dos son partidos burgueses, pero no son idénticos y tienen diferencias. Un partido de izquierda serio inevitablemente tendría que estar en la oposición frente a estas dos fuerzas. ¿Debería formar parte de otra coalición de centro izquierda? ¡No! En nuestra opinión será un desastre. Pensamos que no hay posibilidad de construir una fuerza importante de izquierda sin que compita o entre en conflicto con este nuevo partido. Necesitamos un punto de referencia claro en la izquierda, con una alternativa independiente clara, incluso si eso significa un riesgo de perder representación parlamentaria durante un período de tiempo. Pero esa es la única manera de recuperar la autoridad y vincularse con las masas y los trabajadores. Tenemos que defender la idea de la independencia de clase dentro del PRC, la izquierda y los sindicatos. Este será uno de los debates principales en el PRC y la izquierda en el futuro donde, como marxistas, estamos seguros que jugaremos un papel importante.