Masacre Cromañón
La negligencia se llevó a Paola, una amiga y compañera de Periodismo, alguien veraz, confiable, ético, como rezan los manuales que nos obligan a estudiar y aprender de memoria en nuestras universidades. Creadas bajo este sistema que nada tiene de estos valores.
Es otra tragedia sin sentido, sin respuestas coherentes por parte de las autoridades que nos representan y deben velar por nuestra seguridad.
Como Paola, más de 185 jóvenes promesas de nuestro país quedaron en el camino. Cada uno deja una historia de sueños, trabajo, sacrificios para estudiar, trabajar o sólo una corta existencia como el caso de los bebés que fueron llevados a ese nefasto lugar por falta de posibilidades de algunas jóvenes parejas de dejarlos en lugares seguros y protegidos.
Entonces resulta que la culpa recae en aquellos que por falta de otros recursos tiene que caer en estos antros buscando sólo un poco de diversión. Ya atrás quedaron los viejos clubes de barrio con grandes galpones abiertos junto a las plazas en donde la comunidad vecinal se ocupaba personalmente de todos los aspectos y la financiaban las buenas voluntades y no la rapiña capitalista.
El recuerdo de nuestra amiga, su simpatía, su compañerismo, su comprensión su dulce voz, su alegría y sus 25 años permanecerán por siempre en nuestra memoria y en nuestros corazones y servirán como acicate para continuar con la lucha por hacer otro mundo posible.