Elecciones en CTERA

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Para el 6 de septiembre están convocadas la elecciones de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA). Durante años, el oficialismo liderado por Yasky, ha abandonado la lucha de los docentes, tanto en sus reivindicaciones gremiales como en la defensa de la educación pública. Se hace necesario entonces ofrecer una alternativa antiburocrática y sin sectarismos a los docentes de todas las provincias, que en los primeros meses del año han encabezado algunas de las llas luchas sindicales más importantes del país.

Por una lista de unidad, clasista y antiburocrática

Para el 6 de septiembre están convocadas la elecciones de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA). Durante años, el oficialismo liderado por Yasky, ha abandonado la lucha de los docentes, tanto en sus reivindicaciones gremiales como en la defensa de la educación pública. Se hace necesario entonces ofrecer una alternativa antiburocrática y sin sectarismos a los docentes de todas las provincias, que en los primeros meses del año han encabezado algunas de las luchas sindicales más importantes del país.
El oficialismo celeste ha avalado la Ley de Financiamiento Educativo, la Ley de Educación Técnica, la Ley Nacional de Educación, y leyes provinciales que, más allá de algunas conquistas puntuales, consolidan los avances menemistas sobre la educación pública, abriendo la puerta a la injerencia privada y clerical. Además, bajo esta conducción se han deteriorado los salarios, done en muchas provincias los cargos están por debajo de la línea de pobreza, existen altísimos porcentajes en negro, y precariedad y condiciones de trabajo insoportables. También se han permitido avances sobre el Estatuto docente, cambiando derechos por incrementos miserables de salario o, ahora, por la reglamentación de la legislación de financiamiento. Todo esto en el marco de la integración de los dirigentes al gobierno de Kirchner.
Alevoso fue el accionar de la dirección de CTERA este año cuando, teniendo la mitad de las provincias en lucha, se negó a unificar los reclamos, abandonando cada provincia a su suerte y sólo reaccionando con un paro nacional cuando el aislamiento favoreció la criminal represión de Neuquén, con el asesinato del compañero Carlos Fuentealba.
La corriente de docentes del MIC, que viene trabajando desde hace meses, promueve la presentación de un lista de unidad de todos los sectores opositores (sindicatos, seccionales, delegados, agrupaciones) que sean expresión genuina de las bases y de sus reclamos. Hay acuerdo en que la lista debe estar encabezada por dirigentes que fueron ejemplo de esta actitud, de manera absolutamente democrática, en las mayores luchas del último período (Santa Cruz, Neuquén, etc.) Existen además conducciones opositoras en varias provincias y grandes ciudades, y fuertes agrupaciones antiburocráticas en otras (Salta, Santiago del Estero, San Juan, Entre Ríos, La Rioja, Rosario, Bahía Blanca, La Plata, Lomas de Zamora, La Matanza, etc.).
Se hace necesario, en este sentido, que algunas organizaciones sindicales de izquierda abandonen su colaboración oportunista con el oficialismo (CCC-PCR y ahora también el MPSL-PC con el destituido Ponce en Lomas de Zamora), y el sabotaje a la unidad antiburocrática que han realizado en las elecciones de CTA o ATE (Tribuna-PO, PTS, etc.). Y trabajen para la aparición de una opción nacional opositora. Creemos que puede haber acuerdos básicos en torno a un programa que impulse una lucha nacional por:

*Salario igual a la canasta familiar. Blanqueo de todas los adicionales en negro y no remunerativos
*Condiciones de trabajo dignas
*82% móvil para los docentes jubilados
*Democracia sindical contra uno de los estatutos más burocráticos del país
*Elección de delegados paritarios en asambleas de base
*Defensa del Estatuto docente
*Por una nueva legislación que garantice un sistema educativo único, público, gratuito, laico y científico.