El mito de las clases medias

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Desde hace décadas, se convirtió en un lugar común la afirmación de que Argentina es un país de clases medias. Aristóteles afirmaba que la virtud se encontraba en el punto medio de los extremos, de ahí que nuestros políticos burgueses y sus corifeosen los medios insistan una y otra vez en que lo deseable y virtuoso es ser o aspirar a convertirse en "clase media". El término "clase media" no es científico y se presta a múltiples equívocos. Hasta el siglo XIX designaba a la naciente burguesía, que se, que se situaba así en el punto medio entre la nobleza y aristocracia terrateniente, denominadas "clases altas", y los trabajadores asalariados, campesinos y pobres de la ciudad que representaban las llamadas "clases bajas. Desde hace décadas, se convirtió en un lugar común la afirmación de que Argentina es un país de clases medias. Aristóteles afirmaba que la virtud se encontraba en el punto medio de los extremos, de ahí que nuestros políticos burgueses y sus corifeos en los medios insistan una y otra vez en que lo deseable y virtuoso es ser o aspirar a convertirse en "clase media". El término "clase media" no es científico y se presta a múltiples equívocos. Hasta el siglo XIX designaba a la naciente burguesía, que se situaba así en el punto medio entre la nobleza y aristocracia terrateniente, denominadas "clases altas", y los trabajadores asalariados, campesinos y pobres de la ciudad que representaban las llamadas "clases bajas".

¿Qué es una clase social?

Desde el punto de vista del socialismo científico, del marxismo, las clases sociales se definen por las relaciones sociales establecidas por la propiedad de los medios de producción y de los productos obtenidos con ellos mediante la acción del trabajo humano.
Los medios de producción son las fábricas, la tierra, bancos, las herramientas y máquinas, y cualquier establecimiento productivo o comercial. La burguesía o clase capitalista es la propietaria de estos medios de producción y para hacerlos funcionar necesita trabajadores asalariados, quienes careciendo de otro medio para obtener por sí mismos sus medios de vida se ven obligados a vender a los patrones su única propiedad, su fuerza o capacidad de trabajo, a cambio de un salario. Así, pues, los trabajadores asalariados o clase obrera (la clase que obra, que trabaja) es la clase social que adquiere sus medios de vida gracias al salario obtenido trabajando para otro. Y no está constituida solamente por los obreros industriales, como afirman una y otra vez los vulgarizadores del marxismo, sino por todos los trabajadores asalariados, sea cual sea su actividad. Por eso casi todos los trabajadores asalariados, independientemente de su oficio, están encuadrados en centrales sindicales comunes, en nuestro país la CGT y la CTA.

¿Quiénes componen la clase media?

La pequeñaburguesía es la clase social que trabaja manual o intelectualmente pero, a diferencia de la clase obrera, sí es dueña de sus medios de producción y de los frutos de su trabajo. Cuando los marxistas hablamos de las "clases medias" nos referimos exclusivamente a la pequeñaburguesía y a ninguna otra clase o sector de la sociedad.
Por su propia definición las clases medias (la pequeñaburguesía) son un sector muy heterogéneo. Tan clase media es el pequeño chacarero que apenas sobrevive con su pedazo de tierra, como un propietario mediano con 30 ó 40 hectáreas; o el pequeño tendero del barrio y el abogado que dirige un estudio de prestigio. Sus estratos más bajos viven y trabajan en condiciones parecidas a las de muchos asalariados, mientras que su estrato superior tiene muchos puntos de contacto con la burguesía.
Los sociólogos burgueses cometen el grosero error de definir una clase social por la capacidad de "consumo" de sus miembros, por su "nivel de vida". De ahí que metan en la misma bolsa bajo el nombre de "clase media" a la pequeñaburguesía y a la mayor parte de la clase obrera que no se muere de hambre o que "vive bien". Esta es una definición completamente arbitraria y anticientífica. Una clase social no se define por la capacidad de adquirir medios de vida, de consumo, sino por la relación de propiedad con los medios de producción y con los productos obtenidos con ellos gracias al trabajo humano.

La clase obrera es la mayoría de la sociedad argentina

Una vez dejado esto claro, ¿es verdad que Argentina es un país de clases medias? Según las cifras del INDEC y del Ministerio de Trabajo de fines del 2003, el número de asalariados activos en la Argentina era, en cifras absolutas, de 8.765.000, los no asalariados eran 3.426.000 y los desocupados 2.202.000.
Contando sólo los ocupados (asalariados y no asalariados), obtenemos una cifra total de 12.191.000 personas, siendo el porcentaje de asalariados el 71,9% del total. Si incluyéramos a los desocupados entre los asalariados, puesto que no son otra cosa que obreros sin empleo, el porcentaje de asalariados se eleva hasta el 76,2 %.
Por otro lado, la cifra de no asalariados está completamente distorsionada. Aquí están incluidos tanto los empresarios como los cuentapropistas y autónomos, siendo éstos últimos la brumadora mayoría. Pero incluso esto no nos dice todo. Una parte muy importante de los autónomos y cuentapropistas son trabajadores asalariados que, debido a la precarización del mercado laboral, son obligados por sus patrones a cotizar como monotributistas a la AFIP. En consecuencia, y utilizando los propios datos que nos proporciona la burguesía, se confirma la poderosa correlación de fuerzas que existe a favor de la clase obrera en nuestro país, como corresponde a cualquier país capitalista moderno.
Asi, el mito argentino de que somos un país de "clase media" se derrumba. Argentina es un país de clase obrera, que es la mayoría aplastante de la sociedad.
Bien es verdad que los marxistas sí diferenciamos entre clase media y un sector algo más numeroso de la población: las capas medias, es decir un grupo social que engloba a las clases medias y a los estratos superiores de la clase obrera, que por sus condiciones de vida y sus relaciones sociales están más cerca en su psicología de la pequeñaburguesía. En estas capas podemos distinguir a sectores docentes, al sector asalariado de los médicos y abogados, empleados, gerentes, técnicos calificados y sectores muy recientemente incorporados a la clase obrera, procedentes de diferente extracción social. Sería un error tomar esto en un sentido absoluto. La psicología y la conciencia de estas capas superiores o periféricas de la clase obrera es muy heterogénea y cambiante, y entre ellos también se encuentran obreros con conciencia de clase, que mantienen sus vínculos con el resto de la clase trabajadora. En cualquier caso, la fuerza social y numérica de las amplias masas de la clase obrera continúa siendo mucho mayor que la de estas capas medias.

La clase obrera, producto del capitalismo

El trabajo asalariado es el producto más genuino del capitalismo, porque es el método de trabajo más avanzado para desarrollar la productividad del trabajo humano en una sociedad dividida en clases.
A pesar de los sueños de grandeza de la pequeña burguesía argentina sobre su papel "central" en nuestra sociedad, son los hechos y no los sueños los que cuentan. Y pese a los intentos de los burgueses y sus plumíferos en alborotar todo el tiempo sobre la fuerza de las clases medias, intentando convencernos de nuestra debilidad y de nuestro escaso peso social, fue el propio orden económico y social capitalista el responsable de habernos hecho y de seguir haciéndonos millones, millones de obreros que sepultaremos y enterraremos este sistema caduco, injusto y criminal.