En el MIC tenemos una oportunidad inmejorable para dar a conocer al Movimiento a miles de trabajadores y fortalecer nuestras posiciones en los gremios y las empresas. Por eso queremos señalar como eje inmediato de intervención para el MIC el centrartoda nuestra atención, agitación, propaganda y organización en las paritarias. Plantear campañas de aumentos salariales y por mejores condiciones de trabajo explicando que deben estar atadas a la discusión de las mismas, con delegados elegidos en asambleamblea, revocables en todo momento, para democratizar la vida de nuestras organizaciones de primer y segundo grado, como son los cuerpos de delegados y las juntas internas, y así recuperar nuestros sindicatos para la lucha. Desde el Movimiento Intersindical Clasista (MIC) venimos forjando un profundo sentimiento anti-burocrático que se apoyó en la movilización de los propios trabajadores y es expresión de la bronca acumulada por años. Debemos destacar que el ambiente social es diferente a la década de los "90, cuando vivimos una sucesión de derrotas.
Mejores perspectivas para la lucha
Al calor del auge económico los trabajadores nos animamos a más. Empezamos a escupir el polvo de años y años de derrotas y poco a poco nos pusimos de pie. No debemos olvidar que a la gran desocupación de los "90, le acompañaron 15 años sin aumento salarial y procesos inflacionarios del período, que golpearon más de una vez al salario y a las masas obreras.
Es indudable que nuestra acción está determinada por el accionar de la burocracia y su papel dentro de las filas obreras. La burocracia existía en el pasado como también hoy, pero la diferencia entre distintos momentos está dada por la actitud de los trabajadores en este periodo. Lo que revela la situación favorable es también el giro que debieron dar las direcciones de la CGT y CTA para poder pilotear o "dirigir" los conflictos que se dieron y se siguen dando.
La promesa de discusión de paritarias con delegados no elegidos en asamblea dice de la actitud de la burocracia, pero al mismo tiempo revela lo complejo de la situación política ya que debido a la presión que siente por abajo debe estar en tensión para no ser rebasada por los trabajadores.
Es verdad que el gobierno tiene un superávit fiscal por demás abultado y en este sentido puede "maniobrar" con el objetivo de desactivar conflictos de cierta envergadura, vía satisfacción del mismo. Pero esta desactivación puede generar un efecto de bumerang y existe la conciencia en el gobierno y en la burguesía de que puede irse de madres. También es verdad que el gobierno acordó junto a los empresarios y la CGT un acuerdo salarial del 18% al 20% para el 2006 y que hoy se discute otro acuerdo. La diferencia para este año es que el gobierno no ha fijado un piso y un techo, deja librada a su suerte y a la dirección oficialista de las Centrales Obreras las negociaciones colectivas, ya que los acuerdos de un techo en muchos casos los trabajadores lo sobrepasaron.
Esta descripción intenta valorizar nuestro papel de vanguardia en los últimos dos años que puso a prueba al gobierno y a la dirigencia sindical. Y algo de gran importancia: concitó la atención de la clase en su conjunto, en la idea de que otro sindicalismo es posible y que a las patronales negreras se las puede doblegar.
Por supuesto que no consideramos a la burocracia un tigre de papel, seriamos aventureros al pensar esto. Pero es un error en esta etapa política sobrevalorar el papel de estas direcciones ya que su fortaleza reside fundamentalmente en nuestra debilidad como dirección combativa y clasista.
Una campaña nacional de agitación
En el MIC tenemos una oportunidad inmejorable para dar a conocer al Movimiento a miles de trabajadores y fortalecer nuestras posiciones en los gremios y las empresas. Por eso queremos señalar como eje inmediato de intervención para el MIC el centrar toda nuestra atención, agitación, propaganda y organización en las paritarias. Plantear campañas de aumentos salariales y por mejores condiciones de trabajo explicando que deben estar atadas a la discusión de las mismas, con delegados elegidos en asamblea, revocables en todo momento, para democratizar la vida de nuestras organizaciones de primer y segundo grado, como son los cuerpos de delegados y las juntas internas, y así recuperar nuestros sindicatos para la lucha.
Creemos y lo ponemos a discusión que las consignas que definamos para nuestra agitación sería trabajar por el aumento salarial del ¡¡¡25% ya!!! para todas las escalas y quienes ganan por debajo de $1.400, y un salario básico de $2400 para el resto de nuestra clase. El otro eje de agitación debe ser contra el empleo precario y en negro. Por convenios y encuadre sindical comunes para todos en el mismo lugar de trabajo o empresa contratante.
Por todo esto, sería oportuno que la Mesa Nacional convoque a un plenario de nuestro movimiento para definir nuestra intervención en este año. Una fecha idónea sería a fines del mes de marzo o a más tardar en la primera quincena de abril. Debemos desterrar cualquier mentalidad pesimista o fatalista e ir con los ojos y brazos bien abiertos al encuentrod e nuestra clase.