El libro que molesta a la derecha española: “Nuestro libro trata de mostrar la radical incompatibilidad entre capitalismo y ciudadanía”

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Publicamos algunas notas aparecidas en la página web Rebelión donde se denuncia el acoso y censura contra el libro “Educación para la ciudadanía”, por parte de la derecha española, la Iglesia y los grandes medios de comunicación burgueses.
Los argumentos de los autores del libro "Educación para la ciudadanía" para defenderse de las críticas son silenciados por la dirección del periódico

LAS CARTAS QUE EL MUNDO NO QUIERE PUBLICAR

(Extraído e Escolar.net)

Cartas enviadas a “Cartas al director” del Diario El Mundo, durante los meses de julio y agosto de 2007. Están escritas por los autores del ensayo Educación para la ciudadanía que publicó hace unos meses la editorial Akal.

Ninguna de ellas fue publicada.

PRIMERA CARTA:

Sr. Director:
Los autores del libro Educación para la Ciudadanía: Democracia, Capitalismo y Estado de Derecho, hemos asistido perplejos a los diversos ataques que en los últimos días ha sufrido nuestro texto tras la publicación en El Mundo del artículo de Martín Prieto titulado “La Cope, racista”. Es verdad que no esperábamos que fuese aplaudido por la derecha ni que determinados medios propiciasen un debate serio y honesto sobre nuestros puntos de vista, pero la reacción visceral y desmesurada que nuestro libro ha suscitado entre personas cuya cultura y talla intelectual nunca hemos puesto en duda nos ha sorprendido profundamente.

¿Qué les molesta de nuestro texto? ¿Les irrita que nos tomemos en serio la democracia o que no nos resignemos a que el Estado de Derecho sea una mera expresión vacía? ¿Les irrita que defendamos la división de poderes o nuestra resistencia a que el destino de los ciudadanos lo decidan las corporaciones económicas fuera de las instituciones ciudadanas? ¿Les irita nuestra denuncia del nuevo racismo contemporáneo o nuestra defensa de la ley y de los bienes públicos contra los intereses privados de los más poderosos? Les irrita que nos parezca mal que se desacredite al presidente electo de una nación llamándole “negro” y “chimpancé” o que nos parezca mal que se levanten vallas y muros para proteger nuestro selecto mundo de quienes, huyendo de la miseria en la que sus antiguos colonizadores les han dejado, pretenden sobrevivir en él? ¿Les irrita nuestra llamada de atención sobre la destrucción del medio natural a la que nos aboca inexorablemente el mantenimiento de nuestro sistema económico o nuestra denuncia de todos los golpes de estado perpetrados contra los gobiernos anticapitalistas que han alcanzado legítimamente el poder? ¿Les irrita que nos hayamos atrevido a distraer a su público del adoctrinamiento que practican diariamente desde los medios de comunicación que les han apadrinado o les irrita, simplemente, que tengamos razón?

Si piensan que no la tenemos, les invitamos cordialmente a que se esfuercen en rebatir nuestros argumentos y en demostrar que estamos equivocados en lugar de emplear las tribunas que han puesto a su disposición para desacreditarnos sin aportar argumento alguno.

Carlos Fernández Liria, Pedro Fernández Liria, Luis Alegre Zahonero.
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SEGUNDA CARTA:

Estimados responsables de la sección de “Cartas al Director”:

Tras el artículo del Sr. Martín Prieto (El Mundo 12-8-2007), en el que nos calificaba de sectarios, indoctos y lamelibranquios por nuestro libro de Educación para la ciudadanía (Akal, 2007), les ruego tengan a bien permitirnos que ejerzamos un mínimo derecho de réplica como aludidos directos (y de un modo bastante ofensivo). Les quedaría, pues, muy agradecido si publicaran como “carta al director” el texto que añado a continuación. Un cordial saludo.

Entre las muchas descalificaciones que ha recibido nuestro libro de Educación para la Ciudadanía (Akal 2007), nos llaman la atención aquellas que nos convierten en un “caso psiquiátrico” tal y como han hecho Martín Prieto (El Mundo, 12-08-2007) o Delgado Gal, que nos llama paranoicos (ABC, 5-8-2007). Se asombrarían quizá estos señores al saber lo bien acogido que está siendo este libro en las páginas más importantes del movimiento alterglobalización. Probablemente, ellos no tendrían demasiado empacho en psiquiatrizar en general a esos cuantos centenares de miles de personas que, aun teniendo una vida intelectual y política muy activa, tienen sin embargo absolutamente vedados los grandes medios de comunicación. Ahora bien, aunque carezcamos de periódicos y televisiones, existimos. Y seguimos esperando que además de llamarnos “necios y sectarios” (Savater: ABC, 7-8-2007), “ineptos” y “fanáticos” (Deldado Gal: ABC, 5-8-2007), “retroprogres” (Martín Prieto: El Mundo, 12-07-2007) o “escritores fracasados” (César Vidal: COPE, 12-7-2007), alguien se decida a utilizar algún argumento sobre nuestras tesis (tal y como hizo Sánchez Ferlosio, curiosamente a nuestro favor: El País, 29-7-2007) o sobre las de nuestros autores de referencia, quizá también peligrosos psicópatas como Noam Chomsky, Vandana Shiva, Tariq Ali, Eduardo Galeano, Pérez Esquivel, Naomi Klein, Harold Pinter o Arundhati Roy (o, por ejemplo, Ignacio Ramonet, quien en abril de 2002 dejó al descubierto la complicidad de los medios europeos con el golpe de estado contra el orden constitucional en Venezuela y ese fue el último artículo que publicó en El País).

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SEGUNDO INTENTO DE LA SEGUNDA CARTA:

Estimados responsables de la sección de “Cartas al Director”:

Recientemente les hemos enviado una carta en la que respondíamos a los insultos que el Sr. Martín Prieto lanzaba contra nosotros por nuestro libro de Educación para la ciudadanía desde las páginas de su periódico (El Mundo 12-8-2007 y El Mundo, 12-07-2007). Al comprobar que no la han publicado todavía, tememos que les haya podido no llegar, así que la copiamos de nuevo al final de este correo. En caso de no ser así, queremos expresar nuestro malestar por el hecho de que no nos hayan permitido ejercer todavía un mínimo derecho de réplica como aludidos directos (y de un modo bastante ofensivo) y, por supuesto, querríamos saber si es su intención publicarlo en algún momento o si, por el contrario, nos está vedada esa posibilidad (que, como es lógico, sí nos han concedido otros medios como el ABC o El País). Un cordial saludo.

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TERCERA CARTA

Les ruego trasladen esta carta al D. Pedro J. Ramirez.

Estimado Sr. Director del diario El Mundo,
Sr. D. Pedro J. Ramírez:

Le escribo unas líneas para comunicarle mi extrañeza respecto a la sección de cartas al director. Escribí dos cartas comentando dos artículos de Martín Prieto en los que se hacían comentarios muy críticos sobre un libro mío (y de otros autores) y no han sido publicadas ninguna de las dos. Ya comprenderá usted que no es que yo tenga ningún especial interés en escribir en su periódico. Fui colaborador habitual de su Tribuna de Opinión a finales de los ochenta y a principios de los noventa y si dejé de escribir ahí fue por mi propia decisión. Sin embargo, negarle a un antiguo colaborador el derecho a quince líneas de réplica es algo que raya en la mala educación y que denota una particular manera de entender la libertad de expresión. También en el ABC y en El País han criticado muy duramente nuestro libro, pero ambos periódicos, al contrario que El Mundo, han sido más educados y nos han concedido la posibilidad de responder unas líneas a nuestros críticos.

No sé si se ha tratado, quizás, de un malentendido.

Un saludo,

Carlos Fernández Liria

ENTREVISTA A CARLOS FERNÁNDEZ LIRIA, CO-AUTOR DEL LIBRO EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA

"Nuestro libro trata de mostrar la radical incompatibilidad entre capitalismo y ciudadanía"

Por Lutgarda Sampil

El Otro País

“La ciudadanía es la condición por la que el hombre puede, en lugar de limitarse a vivir, aspirar a llevar una vida buena”, decían los filósofos griegos. Esta es una de las frases que Carlos Fernández Liria expone en Educación para la Ciudadanía (Akal), un manual para la nueva asignatura que deberá ser estudiada en 2º de la Educación Secundaria Obligatoria y a la que se opone frontalmente la Conferencia Episcopal Española. La Iglesia Católica española promueve, aunque no explícitamente, la objeción de conciencia contra la nueva materia.

P. Los medios de comunicación ya se han hecho eco de la polémica respecto a esta asignatura, ¿Por qué cree que está levantando tantas ampollas su obligatoriedad en grandes sectores de nuestra sociedad?

R. En este país tenemos la desgracia de padecer una derecha pre-civilizada, pre-moderna, pre-ilustrada, dirigida por los sectores más reaccionarios de la Iglesia Católica, una Iglesia a la que sólo hemos visto movilizarse en contra de los derechos de los homosexuales, de los derechos de las mujeres y, en general, en contra de todo lo que les suene a Derecho. En estas condiciones, tampoco es demasiado sorprendente una furiosa reacción de la Conferencia Episcopal contra cualquier propuesta que incorpore, aunque sólo sea en el título, la palabra “Ciudadanía”. Es como si la mera palabra les produjera una especie de reacción alérgica letal, algo así como la luz del sol al Conde Drácula. Es decir, en un país como éste, en el que la jerarquía de la Iglesia pierde los papeles cada vez que siente amenazada una micra de su poder político, es normal que reaccionen con esa virulencia contra una asignatura que pretende transmitir unos valores distintos a los que inculcan ellos (financiados de un modo aberrante con fondos públicos) en la asignatura de Religión.

Ahora bien, aunque por razones completamente contrarias a las de la Iglesia, también nosotros nos oponemos al perfil que se ha dado a esa asignatura. En efecto, no creemos que “educar para la Ciudadanía” pueda consistir en adoctrinar en valores, por muy modernos y progresistas que sean, pero no porque creamos, claro está, que se deba adoctrinar más bien en valores rancios y fundamentalistas (es de sobra evidente que no compartimos nada con esos Príncipes de las Tinieblas que son hoy en día los obispos), sino porque creemos que el sistema de instrucción pública tiene por tarea la ilustración y debe rechazar, en general, el adoctrinamiento. Por eso nos oponemos a una asignatura que, como ésta (y, por supuesto, como la religión) carece de perfil científico. Lo que es un derecho de la ciudadanía (cada vez más abandonado, por cierto) es la educación para las matemáticas, la historia, la física o la filosofía, es decir, materias cuyo perfil científico impide llamar “adoctrinamiento” a eso que un docente transmite a un estudiante. El objetivo de nuestro libro, precisamente, es abordar el asunto de la ciudadanía en el estricto marco de la Filosofía como disciplina académica (adaptando todo el argumento, como es lógico, a previsibles lectores en absoluto familiarizados con la Historia de la Filosofía). Bien es verdad que la conclusión de nuestro libro trata de mostrar la radical incompatibilidad entre capitalismo y ciudadanía y, por tanto, habrá a quien le parezca un libro de mera propaganda comunista pero, en realidad, se trata de un argumento riguroso construido sobre la base del trabajo realizado por gigantes del pensamiento como Platón, Kant o Marx.

Carlos Fernández Liria, que trabaja actualmente como profesor de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, cuenta con un pedigrí pedagógico revolucionario que viene de antiguo. Del 84 al 89 enseñó a reflexionar críticamente a toda una generación con sus guiones en el programa televisivo La Bola de Cristal.

P. En el libro Educación para la ciudadanía, que ha escrito, en colaboración con Pedro Fernández-Liria y Luis Alegre Zahonero, e ilustrado por Miguel Brieva, se refiere continuamente a Sócrates y Platón y a su defensa de una “existencia civil verdaderamente ciudadana, en la que nadie pudiera usurpar el lugar de las leyes.” ¿Nuestra clase política gobierna de espaldas al Parlamento?

R. Bueno, no sé, más bien diría que son los poderes económicos quienes gobiernan completamente de espaldas al Parlamento, a los gobiernos y al poder judicial. Más bien creo que habría que decir que los poderes económicos tienen por completo secuestrada la política en todas sus instancias. Bien es verdad que, mientras tengamos que padecer esta derecha ultramontana que nos ha tocado en suerte, hay todavía en nuestro Parlamento cierto espacio de juego que no es irrelevante, pero que sin duda tiene un límite claro: los intereses económicos de las grandes corporaciones.

P. ¿Puede ponernos algunos ejemplos?

R. Desde luego. Los ejemplos son infinitos. De hecho, este secuestro de todos los poderes políticos por parte de las corporaciones económicas se ha convertido ya en un elemento tan habitual en nuestra vida cotidiana que ya casi ni nos llama la atención. Recuerdo, por ejemplo, cuando el Parlamento propuso cerrar tres o cuatro domingos más al año las grandes superficies e, inmediatamente, el ministro de Economía, Pedro Solbes, intervino para decir que ni hablar, que el Parlamento debía abstenerse de meter la nariz en esos asuntos. Esto quizá sea un ejemplo trivial, pero precisamente muy sintomático de hasta qué punto se saben impotentes las instituciones políticas cuando se trata de legislar sobre asuntos económicos que puedan afectar a los intereses de las grandes compañías. En efecto, las corporaciones económicas tienen una capacidad casi absoluta de chantaje sobre los poderes públicos. El chantaje más evidente, claro, es la permanente amenaza de “deslocalización”, “descapitalización” y, en definitiva, la amenaza con la ruina económica. Pero, en realidad, el asunto es mucho más grave: la sangrienta historia del siglo XX ha puesto de manifiesto una especie de “ley de hierro” según la cual, cada vez que un Parlamento ha intentado sobreponerse a esos chantajes y amenazas y ha intentado legislar efectivamente sobre asuntos económicos, de un modo inmediato alguna intervención armada ha venido a dar al traste con el orden constitucional y a recordar a sangre y fuego que el pretendido poder de la soberanía popular no era más que un espejismo tutelado y vigilado muy de cerca por otro poder en manos de las grandes corporaciones. En el libro ponemos decenas de ejemplos, desde el caso de España en 1936 hasta la fallida intentona de Venezuela en 2002, pasando por casos como los de Guatemala (1954), Indonesia (1965), Brasil (1964), Chile (1973) y un larguísimo etcétera en el que es imposible encontrar un solo contraejemplo.

P. Sin embargo, la mayoría de la población votante se siente satisfecha con el sistema democrático actual. En el libro explica a los chavales cómo se manipula la opinión de la gente ¿Quién dirige nuestra opinión?

R. La dirigen un centenar de periodistas que no están en paro porque obedecen la voz de su amo y un centenar de intelectuales a los que se les deja hablar en el espacio público porque, más o menos, dicen lo que les conviene a los propietarios de los medios de comunicación. Entre unos y otros construyen una imagen del mundo a la medida de lo que dictan las grandes corporaciones económicas.

“Porque vale más un país conquistado por la Libertad, incluso vale más un país masacrado y arruinado por la Libertad, un país bombardeado y ensangrentado por la Libertad…que un país que haga lo que le da la gana”. El texto, escrito en la década de los 80, forma parte de uno de sus guiones para La Bola de Cristal, bajo el título de Vidas ejemplares. El Gran industrial americano. Mr. Copyright.

P. ¿Se inspiró Bush en los “electroduendes” para bautizar una de sus campañas de guerra contra Irak como “Libertad Duradera”? Fuera bromas, el discurso de Bush no dista mucho de lo que escribía usted como ironía…¿La realidad siempre supera a la ficción?

R. Lo que está ocurriendo en Irak supera toda posibilidad de ficción. Ninguna pesadilla podría hacerse cargo de lo que supone la destrucción de un país. La imaginación no da para tanto. Santiago Alba decía que, hoy día, habría sido mucho más difícil hacer los guiones de La Bola de cristal, porque los discursos de la Bruja Avería pueden ser pronunciados por cualquier político sin que nadie se inmute. El mundo ha empeorado mucho desde los años de ese programa de televisión. Pero lo más grave de este empeoramiento es la tranquilidad de conciencia que acompaña a esta situación. Nos hemos acostumbrado a que el mundo sea una pesadilla y eso ya no turba nuestro sueño. Y lo que es más grave todavía: la realidad que denunciaba el programa La Bola de cristal está siendo cada vez más reconocida internacionalmente no sólo como lo que es, sino también como lo que debe ser, adquiriendo el estatuto de una Ley o Constitución por encima de los gobiernos nacionales. Desde finales de los noventa, la OCDE y la OMC no han parado de trabajar en ese sentido, primero intentando sacar adelante el Acuerdo Multilateral de Inversiones (AMI), luego el GATS (Acuerdo General de Comercio de Servicios), el proyecto de la Constitución Europea, la directiva Bolkestein, en fin, todo son intentos de dar estatuto legal a la rapiña de los oligopolios mundiales para que no haya ninguna posibilidad de defenderse políticamente respecto de sus intereses. Este nuevo orden mundial ya no puede ser tomado a broma. Parece diseñado por la Bruja Avería, es, ya de por sí, una broma de mal gusto y, por los efectos que ya ha generado, no entran ningunas ganas de reírse de ella.

P. La embajada de EEUU protestó en alguna ocasión por alguno de los contenidos del programa La Bola de Cristal. ¿Sería posible hoy un programa infantil de ese calado en la TV pública actual?

R.Ni siquiera entendemos cómo llegó a ocurrir que el programa de La Bola de Cristal durara cuatro años. Probablemente no prestaron atención a su contenido crítico y político porque se trataba de un programa infantil. Por otro lado, el programa triunfaba gracias a una extraña alianza que tenía algo de imposible. Por una parte, estaban unos guionistas que se habrían calificado a sí mismos gustosamente de marxistas leninistas y, por otro lado, estaba el ambiente semi-yuppie y chupi-guay de “la movida”, responsable de la música del programa y de su imagen más característica (hubo algunos intentos de introducir a La Polla Records, para compensar tanta pijada, pero eso era ya pedir peras al olmo). De este modo, resultó que un programa que hoy en día habría sido prohibido de inmediato, permaneció emitiéndose durante cuatro años en la Primera Cadena de RTVE, sin que nadie se rasgara las vestiduras (a excepción, como tú dices de la embajada de EEUU). El programa fue premiado en muchas ocasiones, pero daba la impresión de que, para unos, era un programa infantil algo heterodoxo, para otros, un programa juvenil con la música de la movida; en todo caso, un programa de los sábados por la mañana, con un público demasiado joven para atraer la atención del Ministerio del Interior o del Fiscal General del Estado. Hubo que esperar bastantes años –a bastante después de que Luis Solana pusiera al equipo de La Bola de cristal de patitas en la calle, justo cuando éste se disponía a emitir una primera versión española de los Spitting images, lo que luego se convertiría (con otro equipo) en “los guiñoles”-, para que apareciera la llamada “generación de La Bola de Cristal” y para que se demostrara que la audiencia de este programa había sido mucho más extensa, mucho más atenta e inteligente y mucho menos dócil de lo que en principio había parecido. El slogan de la Bruja Avería “Viva el mal, viva el capital” comenzó entonces a resonar en todos los rincones de lo que más tarde se convertiría en el movimiento antiglobalización español, y el lenguaje de los electroduendes se convirtió en una especie de esperanto de la izquierda extraparlamentaria. Entonces fue cuando se cayó en la cuenta de que la presencia de ese programa en TVE tuvo algo de paranormal. Fue un milagro que tardaran cuatro años en deshacerse del equipo de La Bola de cristal. Hoy día no habría pasado eso: habríamos figurado en la lista de conexiones de la red terrorista internacional confeccionada por Bush y quién sabe si no habrían bombardeado los estudios de televisión.

Con el libro de Educación para la Ciudadanía pretendemos, de alguna forma, repetir el experimento. Introducirnos en la enseñanza pública y mirar a ver qué pasa si, en lugar de proporcionar a los adolescentes una meliflua “educación en valores constitucionales” para formar en ellos una mentalidad sumisa ante la ideología dominante neoliberal, lo que hacemos es, sencillamente, decirles la verdad. Decirles la verdad sobre la atrocidad del mundo que habitamos, sobre el capitalismo y sus exigencias, sobre esa mascarada a la que llamamos democracia parlamentaria y sobre esa estafa a la que llamamos Estado de Derecho. Por supuesto, se nos acusará de estar adoctrinando a los niños en el anticapitalismo o en el comunismo, lo mismo que se acusó de adoctrinamiento a La Bola de Cristal. Pero resulta que los niños o los adolescentes que se formaron con La Bola de Cristal no han resultado ser los más adoctrinados, sino todo lo contrario, han resultado los más libres, los más independientes y los que desarrollaron un sentido más crítico frente a la realidad. Este efecto es imposible lograrlo con el adoctrinamiento. En cambio, es el efecto habitual cuando se dice la verdad. Eso fue lo que hizo La Bola y es lo que pretendemos hacer ahora con Educación para la Ciudadanía.

P. Acusa a muchos intelectuales de recibir todo tipo de prebendas por encubrir los verdaderos problemas de nuestro mundo. ¿Hay lugar para que expongan su opinión los intelectuales críticos con el sistema?

R. Hay excepciones muy contadas en el mundo editorial, como Akal o la editorial Hiru, de la recientemente fallecida Eva Forest. Pero no en los grandes medios de comunicación. Ahí la dictadura informativa es absoluta. Es casi imposible que surjan fisuras. Puedo poner un ejemplo muy pintoresco. Por un error de última hora, Luis Alegre y yo fuimos invitados a participar en un debate de Antena 3 Internacional sobre el caso de la cadena de televisión RCTV en Venezuela. Por una extraña carambola que sería larga de explicar nos encontramos ahí sentados a punto de comenzar una emisión en directo, cuando la cosa ya no tenía remedio. Así pues, tuvieron que tragarse unas cuantas verdades que contradecían por completo la versión que la prensa española había impuesto a la ciudadanía. Lo que ocurrió, en realidad, fue que el supuesto debate se convirtió en un debate de verdad. Pues bien, el resultado ha sido espectacular. El video del debate se colgó en Youtube y llegamos a ser el número uno de noticias en español durante varios días. En la Universidad Complutense, el rector, el decano, los profesores y nosotros mismos hemos recibido centenares de correos, muchos de ellos amenazándonos de muerte. En Venezuela, el enlace se colgó en muchísimas páginas web y lo bajaron centenares de miles de personas. Pues bien, el resultado ha sido que Antena 3 ha obligado a Youtube a retirar las imágenes del programa. No se trata de un asunto de derechos de autor. Otros capítulos de ese mismo programa siguen ahí colgados sin problema. Es más, ahí está colgada una larga entrevista de Antena 3 con Marcel Granier, el dueño de RCTV, el mismo que discutió con nosotros en el debate, una entrevista en la que no para de mentir de forma descabellada. Y uno se pregunta ¿cómo es posible que sea necesario rebajarse a censurar una página web? ¿Es tan grave lo que dijimos Luis y yo en ese programa? Hay que tener en cuenta que en Youtube no hay prácticamente nada que no sea posible encontrar. Tan solo la pornografía infantil esta vedada, diría yo. La pornografía infantil y llevarle la contraria a Marcel Granier, llevarle la contraria a un dueño de un oligopolio mediático. ¿Por qué Antena 3 ha tenido que caer tan bajo, operando a un nivel tan insignificante y mezquino, hasta el punto de tener que censurar una página de Internet en la que no interviene ni la policía? La respuesta es bien sencilla: los medios españoles están mintiendo tanto y de una forma tan descarada respecto a la realidad venezolana que la más mínima fisura, el más mínimo argumento resulta letal para su estrategia. En general, están mintiendo tanto que sus mentiras sólo se pueden sostener con una cobertura mediática absolutamente blindada. Permitir el mínimo espacio para la argumentación acarrea el riesgo de derrumbar un andamiaje de mentiras que, para no colapsar, se necesitan todas las unas a las otras y, sobre todo, necesitan que se vete cualquier desmentido.

P. ¿Qué lecturas recomendaría?

R. Ante todo, yo creo que lo que hay que hacer es volver a leer a Marx. La razón es muy simple. Ahora sabemos más que nunca que Marx tenía razón en lo esencial. Tenía razón en que una sociedad sometida a las exigencias del capitalismo es una sociedad basura, una sociedad inviable y criminal. Por eso, hace falta recordar lo que es el capitalismo, estudiarlo de nuevo, repensar todos los conceptos de la economía política que nos permitan comprender por qué rodamos como una locomotora sin frenos hacia el abismo social y hacia el suicidio ecológico. Luis Alegre y yo hemos estado impartiendo en la Facultad de Filosofía una asignatura que se llama Lecturas de Marx y está teniendo un éxito prodigioso. Hay cola para matricularse, porque la gente quiere saber las causas de tanto absurdo político, de tanta miseria humana y de tanto crimen. Además, llevamos ya casi quince años escribiendo un libro con el que pensamos dar las claves para revitalizar la obra de Marx. Estamos a punto de terminarlo.

P. Por último, ¿qué está leyendo actualmente?

R. Curiosamente, estoy leyendo una novela muy documentada de Anatoli Ribakov titulada El terror y que trata sobre los crímenes de Stalin. Resulta de lo más interesante. También un libro excelente de Antoni Doménech, El eclipse de la fraternidad.

(Entrevista publicada en EL OTRO PAÍS nº 38. Julio de 2007)

Noticias relacionadas:

Sobre la campaña mediática desatada contra el libro Educación para la Ciudadanía http://www.rebelion.org/noticia.php?id=55788

Por qué le molesta a la derecha el libro "Educación para la ciudadanía", editado por Akal http://www.rebelion.org/noticia.php?id=55773

La difícil tarea de formar ciudadanos… en España http://www.rebelion.org/noticia.php?id=52192

La nueva materia de “Educación para la ciudadanía” y la polémica suscitada por la misma http://www.rebelion.org/noticia.php?id=52042

Los electroduendes enseñan “educación para la ciudadanía” http://www.rebelion.org/noticia.php?id=51739

Educación (anticapitalista) para la ciudadanía http://www.rebelion.org/noticia.php?id=53161

Educar e instruir http://www.rebelion.org/noticia.php?id=54415

BREVES EXTRACTOS DE LA OBRA

Por qué le molesta a la derecha el libro "Educación para la ciudadanía", editado por Akal

(Extraído de www.insurgente.org)

¿Se puede llamar rey a Juan Carlos I? ¿Es Cuba el país más democrático del mundo? ¿El PSOE era insignificante y fue aupado por el capital? Todas las respuestas a éstas y a otras muchas preguntas las encontrarán en el libro Educación para la Ciudadanía , editado por Akal y cuya compra y lectura les recomendamos encarecidamente. Sus autores son Carlos Fernández Liria, Pedro Fernández Liria y Luis Alegre Zahonero y está ilustrado por Miguel Brieva.

Razón y Libertad. "De hecho, puestos a creer en milagros y misterios, más seguro que fiarse de las cosas que nos cuentan, como eso de que una virgen pueda parir un niño que además sea el hijo de dios o el hecho de ser piscis o libra pueda determinar nuestro destino de la semana, es mejor creer en las matemáticas, que están mucho más al alcance de nuestra mano."

El caso GAL. "El gobierno de Felipe González decidió en secreto emprender la guerra sucia contra ETA. Desde altas instancias policiales, y sin duda que por iniciativa de altas instancias políticas, se organizó el GAL (…) sus víctimas, la mayor parte de las veces, no tenían nada que ver con ETA; fueron equivocaciones o víctimas elegidas al azar para amedrentar. 104 ciudadanos pusimos entonces una denuncia y el poder judicial tuvo que tomar cartas en el asunto"

Vera y Barrionuevo. "A veces, por ejemplo, el poder ejecutivo encuentra argucias legales para intervenir en las decisiones judiciales. Vera y Barrionuevo fueron condenados a 10 años deprisión y en dos meses y medio estaban ya en la calle. Más adelante tendremos la ocasión de comprobar que el problema es mucho más hondo y mucho más grave de lo que se puede apreciar en este tipo de ejemplos."

El rey. "En España, por ejemplo, hemos inventado algunos procedimientos bastante pintorescos para poder tener un rey y un ordenamiento constitucional al mismo tiempo. […] Es cuestión de gustos decidir luego si al resultado de esta operación se le puede seguir llamando rey con propiedad pero, en cualquier caso, es suficiente para dar mucho que hablar a las revistas del corazón".

El capitalismo es insaciable… “Los capitalistas son como ratones en una rueda, que corren más deprisa con el fin de correr aún más deprisa”.

… y absurdo… “El sistema es tan absurdo que su mayor problema acaba siendo la sobreproducción. […] Así por ejemplo, durante la crisis económica de los años 80, las vacas gallegas se alimentaron de mantequilla”.

…y un tren sin frenos. “El capitalismo es como un tren sin frenos que se acelera cada vez más. Camina, sin duda, hacia el abismo. Pero este abismo no es, como muchos marxistas imaginaron, su fin inevitable que dará paso al socialismo. […] Lo que está fuera de control es, precisamente, el capitalismo y el socialismo no es otra cosa que el freno de emergencia. Es la única esperanza que le queda a la humanidad para pararle los pies al capitalismo”.

Propaganda y comunismo. “La propaganda occidental manejó siempre el tópico de que las economías socialistas no eran competitivas, y consideró esto una gran objeción contra el comunismo. Ahora las cosas están más claras: lo bueno que tiene el comunismo es, precisamente, que no tiene porqué ser competitivo. Que no tiene porqué exprimir todas las fuerzas de la humanidad en un ritmo productivo vertiginoso y suicida. El comunismo puede permitirse el crecimiento cero, incluso el crecimiento negativo. Puede permitirse, también, reducir la jornada laboral en la misma proporción que la tecnología y la maquinaria aumentan la productividad. Ganar tiempo, por tanto, para el ocio, para la política, el arte, el descanso y el sexo”.

Una nueva guerra mundial. “La realidad a lo largo y ancho del planeta es, sin embargo, un panorama político sobrecogedor, en el que hemos desembocado tras recorrer el camino histórico de un colonialismo genocida, dos guerras mundiales, una guerra fría, una barbarie económica que ha devastado continentes enteros; un mundo al borde del colapso nuclear, del agotamiento ecológico y, probablemente, de una nueva guerra mundial”.

España. 1936. “En España, el golpe de Estado contra el orden republicano fue pagado a tocateja por los poderosos capitalistas como, por ejemplo, Juan March. Aquí no hay ningún reverso tenebroso de algo así como la razón occidental o la ciudadanía de la Ilustración. Lo único que hay es mucho dinero para matar comunistas y anarquistas”.

La traición de los sindicatos obreros. “La absoluta traición de los sindicatos obreros a partir de los años 80 se justificó siempre con este tipo de chantaje. Si se obliga a una empresa a pagar salarios más altos a sus empleados, la empresa se hunde y aumenta el paro”.

El derecho como instrumento de la clase dominante. “… en esa realidad el derecho es imposible y aquello a lo que se llama derecho no es el derecho sino una mera apariencia de derecho. Lo que se impone no es denunciar el derecho sino denunciar al capitalismo porque, entre otras cosas, hace imposible que el derecho funcione bien”.

Lo intolerable es el capitalismo. Ahora bien, si bajo el capitalismo el derecho es una mentira, lo que hay que concluir no es que el derecho sea mentira, sino que el capitalismo es muy mentiroso. Esto resulta muy elemental, pero hay cierta gente que no hay manera de que lo entienda”.

Marxistas y posmodernos. “Los filósofos posmodernos y socialdemócratas actuales han estado y están también muy interesados en que la culpa de todo acabe teniéndola la razón, el Derecho, la ciudadanía y la Ilustración, y no el capitalismo. Eso les evitaba aparecer públicamente como comunistas y les ahorraba un sinfín de problemas (sobre todo en estas tres últimas décadas, en las que los comunistas han tenido vedados los grandes medios de comunicación, los premios literarios, las conferencias pagadas, las invitaciones oficiales, los canapés y todas esas pequeñas cosas que hacen a un intelectual la vida agradable)”.

Droga, armamento y prostitución. “Actualmente, el equilibrio capitalista es como un taburete de tres patas: el lavado de dinero en el mercado de la droga, la producción de armamento y la prostitución. No es extraño que resulte luego tan difícil educar a la ciudadanía en un mundo con esa consistencia”

El avance de la civilización. “En realidad, EEUU e Inglaterra (con la inestimable colaboración de 9 millones de votantes del PP) han invadido ese país (Iraq), lo han destruido, han matado directamente a 200.000 civiles e indirectamente, desde los tiempos del bloqueo, a más de dos millones de personas”.

La revolución bolivariana. “Ante los ojos atónitos del planeta y la rabia sin límites de los dueños del mundo, en Venezuela (y también en Bolivia y otros lugares de América Latina) se está emprendiendo una verdadera revolución. Lo que pasa es que los medios de comunicación han mentido tanto y de forma tan descarnada sobre Hugo Chávez y la historia reciente de Venezuela, que la mayor parte de la gente no tiene ni idea de lo que está pasando ahí”.

La incompatibilidad entre capitalismo y democracia. “Y puede que lo primero que vaya a hacerse patente sea la absoluta incompatibilidad –pese a lo insistentemente que se ha pretendido lo contrario– entre capitalismo y democracia. Así pues, puede que, al final, vayamos a tener educación para la ciudadanía de sobra, pero no tanto para nuestros escolares como para nuestros más famosos intelectuales, para nuestras autoridades políticas y hasta para nuestros catedráticos de Ética y de Derecho Constitucional”.

España y el PSOE. "Aunque durante la transición el PSOE era un partido insignificante, estaba destinado a convertirse en un gigante electoral (para lo que no se reparó en gastos) pues, en efecto, era el único sobre el que había garantías de que si era votado masivamente por la izquierda, aplicaría sin escrúpulos un programa de derechas”.

La verdadera razón de que el comunismo no haya sido democrático. “En fin, luego se dice que el comunismo sólo es compatible con la dictadura política. No: el caso es que " ni una sola vez se le ha permitido ensayar si podía ser compatible con la democracia”.

Una deuda con Cuba. “Hay que reconocer con contundencia que, si Cuba no hubiera resistido heroicamente, las actuales vías democráticas que hoy se abren en Latinoamérica serían impracticables. La historia de la democracia está contrayendo con Cuba, de este modo, una deuda impagable”.

El comunismo como condición de la democracia. “Bien pudiera ocurrir que el comunismo no sólo fuera compatible con la democracia sino que, además, al menos bajo las condiciones modernas de producción, fuera la única posibilidad democrática que el queda a la humanidad”.

Los ideólogos del nuevo racismo. “Puede afirmarse sin la menor merma de rigor lingüístico que intelectuales tan inequívocamente comprometidos con los principios democráticos como Savater, Sartory, Rorty, Enzensberger o Haberlas han colaborado eficazmente para sentar los pilares filosóficos y morales del nuevo racismo contemporáneo otorgándole, nunca mejor dicho, carta de ciudadanía.

Una enfermedad moral. “Desde que Oriana Fallaci, tras el 11-S, dio el pistoletazo de salida para dejar de morderse la lengua y ser racista sin remordimientos, la filosofía de los Halcones del Pentágono ha ido siendo cada vez más aplaudida por personajes como –por citar casos españoles– César Vidal, Jiménez Losantos o Gabriel Albiac, quienes, por ejemplo, han argumentado contra el presidente venezolano Hugo Chávez llamándole "negro", "gorila" y "chimpancé", y contra el presidente bolivariano Evo Morales llamándole "caracastaña".

Democracia participativa y democracia parlamentaria. “Si no hay participación […] es porque los ciudadanos se han acostumbrado ya hace mucho tiempo a que el parlamento esté secuestrado por el ministerio de economía y éste, a su vez, por los intereses de las grandes corporaciones económicas. Los ciudadanos saben perfectamente que no se les llama a votar para consultar sus razones, sino para hacerles entrar en razón”.

El mito de la libertad de expresión. “¿Por qué no decretar la libertad de expresión más absoluta para todos los que no tengan un millón de euros? ¿Cuántos Polancos en paro hay en España esperando a que la libertad de expresión les monte un periódico o una cadena de televisión?”.

El mito de la falta de censura. “En realidad, resulta escandaloso que durante décadas tantos intelectuales e historiadores se tragaran el mito de la ausencia de censura en el llamado mundo libre, sin que, por un momento, se llegara a reparar en el hecho tan obvio de que todos aquellos periodistas a los que habría que censurar estaban, al igual que lo están ahora, en el paro”.

El mito de las libertades políticas. “El mérito sería también que no hubiera presos políticos en una sociedad que dependiera realmente de sus decisiones políticas, como ocurre,por ejemplo, en Cuba. Y en esta comparación Cuba saldría, en realidad, bastante bien parada, sobre todo si se la compara con EEUU”.

Economía global. “A estas alturas, no es seguro que un mundo socialista fuera capaz de encontrar una solución al problema energético y ecológico que tan claramente amenaza nuestra supervivencia, pero sí es seguro que bajo el modo de producción capitalista y la economía de mercado no existe la menor posibilidad de conseguir nada en este sentido”.

La pedagogía del millón de muertos. “La pedagogía del millón de muertos ha sido la verdadera educación sobre la ciudadanía que hemos tenido hasta ahora. Básicamente la cosa consiste en que cada 30 ó 40 años se mata a casi todo el mundo y después seconvocan elecciones. Esta forma de educar a la ciudadanía ha sido, hasta el momento, suficientemente eficaz para que los votantes eligieran como dios manda. Y así es como el capitalismo ha logrado ser compatible con la democracia durante periodos relativamente largos.”

¿Derecha o izquierda? “Que ya sabemos bien que somos enteramente libres para votar a las derechas si queremos o, si lo preferimos, a las izquierdas que están dispuestas a gobernar como las derechas. Que ya sabemos lo que significa salirse de ese marco y que ese marco es lo único que tenemos derecho a llamar democracia. Algunos, sin embargo, todavía pensamos que la democracia comenzará un día ahí donde se ponga fin al chantaje con que el capitalismo educa para la ciudadanía”.