Afortunadamente ha aparecido en La Haine y Rebelión un artículo del compañero Jesús Arboleya Cervera explicando en detalle la estructura del libro Apuntes Críticos a la Economía política de nuestro autor Ernesto Che Guevara (1). Eso me permite entonces, comentar algunos asuntos de fondo con los que el Che se cuestionó las vías para la construcción del socialismo.
Segunda parte: La intentona del Che
El sueño se hace a mano y sin permiso
Arando el porvenir con viejos bueyes
Silvio Rodríguez
Afortunadamente ha aparecido en La Haine y Rebelión un artículo del compañero Jesús Arboleya Cervera explicando en detalle la estructura del libro Apuntes Críticos a la Economía política de nuestro autor Ernesto Che Guevara (1). Eso me permite entonces, comentar algunos asuntos de fondo con los que el Che se cuestionó las vías para la construcción del socialismo.
De verdad han sido pocos los marxistas que asumieron la responsabilidad de hacer teoría revolucionaria siendo ellos mismos actores de la transformación. Esto por supuesto no les otorga una credibilidad mayor que al resto, pero sí es importante tenerlo en cuenta a la hora del análisis: el objeto observado es también observador y esto le confiere un matiz distinto de los que teorizaron sobre el socialismo sin haber tenido la posibilidad de construirlo ¡Ojo! Ni mejor, ni peor, tan sólo diferente. Es el caso por ejemplo de Lenin, Trotsky, Mao, Fidel, el Che y otros pocos más.
La Mecánica Cuántica tiene un axioma, el cual más o menos reza que la propia medición afecta la medida. El hecho de medir es un evento físico que cambia inexorablemente el resultado de lo que queremos averiguar. Lo estoy diciendo vulgarmente, sé que no estamos trabajando con partículas elementales ni andamos en el micromundo, pero tan sólo resalto que un análisis teórico hecho por el que está simultáneamente transformando lo que quiere entender tiene un valor, un sentido cambiante que modifica el objeto en el mismo instante en que se está investigando. Tomémoslo en cuenta.
En el caso del Che esto cobra la luz de un diamante a pleno sol. Como él, casi ninguno. En muy poco tiempo cambió un maletín de médico por un fusil, fue el mejor soldado de la revolución cubana, cambió el fusil por la pluma y las tareas administrativas, para después en acto coherente volver a tomar el fusil. Lo que el Che tiene que decirnos es de una importancia suprema, mayor ¡mucho mayor! que la de cualquier gran sabio.
De esto se trata este libro que cobra importancia medular porque la impaciencia de su autor por entender las categorías, las medidas que conformarían el tránsito a una nueva sociedad, llena al lector de esa impaciencia, de esos mismos temores.
Algo vale aclarar y es que los apuntes que hizo el Che en el Manual de economía de la Academia de ciencias de la URSS no son totalmente inéditos. Las opiniones del Che en relación al mismo se recogen de forma insuperable en El Che Camino al Fuego (2) y en El Pensamiento económico de Ernesto Che Guevara de Orlando Borrego (2001) y Carlos Tablada (1987) respectivamente (3). Mi asombro mayor ante todo esto lo dejé plasmado en prólogo a la edición 30ma. del libro de Tablada Un libro salvado del mar (4). Y sigo pensando que ese es el mérito de Carlos, haber sido el primero en haber salvado de la tempestad estalinista las ideas económicas del Che. Cuando lean el libro de Carlos Tablada, el cual anda por la edición 31ra., verán que el autor coloca las referencias al Manual como inéditos. En las próximas ediciones afortunadamente ya no estará obligado a hacerlo.
Aun así es cierto que tener en nuestras manos un libro de esta índole, cuyo autor es el Che Guevara, tal como fue previsto, nos revuelve el alma; viene siendo como si llegáramos a una biblioteca oscura y encontráramos al fin la demostración del teorema de Fermat, el cual alguna academia científica decidió que no era conveniente conocer…. o una partitura desconocida y trascendental de Mozart, que no era oportuna de ser interpretada.
Me dispuse, pues a disfrutarlo absolutamente. A pesar de haberme deleitado con los libros de mis compañeros Borrego y Tablada, éste, tan sólo por el símbolo, era ya el éxtasis, el susto, el compromiso.
De tal suerte le propongo al lector concentrarnos sólo en la carta que el Che le enviara a Fidel y proponen los editores como prólogo (5), en lo que el Che llamó necesidad de este libro (6) y en algún que otro aspecto menos analizado. Ya veremos después, cuando todos tengan, como yo, los famosos Cuadernos de Praga en las manos. Será pronto, pues tengo fe que esta vez se publicará rápido, barato, y en mil idiomas (tal como fue para los cubanos que tuvimos la suerte de adquirirlo en la Feria de la Habana a un precio inmejorable).
Además les convido a olvidarnos por un instante que quien escribió estas letras es el paradigma de los revolucionarios; es quien llena nuestras plazas, es quien firma nuestras banderas, por cuya imagen, tan sólo su imagen, estamos dispuestos a dar nuestra sangre. Se los digo porque el Che está en estas líneas vivito y coleando como uno más de nosotros, lleno de interrogantes y proposiciones; con aquella sonrisa; aquel puro a medio fumar; y aquel andar largo que lo han convertido, no sin razón en uno de los actores más irresistibles para las cámaras comerciales. No es una estatua , ni un cartel , ni una bandera. En estos apuntes el Che es un hombre de carne y hueso. Será difícil, pero es imprescindible que lo toquemos con las manos, que polemicemos con él.
El Che se lo cuestionaba todo y a todos… y de eso se trata cuestionárnoslo todo y a todos, incluso a él mismo, para ver si de una buena vez sacamos la verdad que ellos trataron de decirnos, o si deberemos seguir repitiendo estribillos eclesiásticos por el resto de nuestras patéticas vidas.
De la ciencia médica debió venirle esa costumbre. O tal vez como nuestro barbudo Carlos Marx la divisa de su vida fue duda de todo tal cual le refirió a su hija Jenny en aquel famoso cuestionario.
Tratemos de hablar con el Che como si estuviésemos todos sentados en el Ministerio de Industria, ocupando algún inmerecido cargo en esa época breve y luminosa. Allí en un tardecita de marzo, con el estalinismo de Jruchov floreciendo, a pesar del famoso XX Congreso, en los albores de la guerra de Viet Nam, con África temblando, con los conflictos del campo socialista en Yugoslavia, etc.
¡Todos estamos convocados! ¡Qué no se quede un solo revolucionario que aspire al socialismo fuera de esta plática con el Che que os propongo hacer cuando tengan el libro.
DUDAR DE TODO.
Tenemos derecho a dudar de todo nosotros también, no sólo Carlos Marx y el Che Guevara. Pero si es que hay problemas con alguna autoridad académica o política… ¡el Che nos da autorización!: En uno de los anexos del libro que estamos comentando , en una de esas reuniones bimestrales que protagonizaba, dice el Che, cuando lo acusaron de trotskista (precisa acusación, por cierto): El trotskismo surge por dos lados, uno -que es el que menos gracia me hace-, por el lado de los trotskistas, que dicen que hay una serie de cosas que ya Trotsky dijo. (7) (Efectivamente, Trotsky había dicho muchas cosas) y continúa el Che: Lo único que creo es una cosa, que nosotros tenemos que tener la suficiente capacidad como para discutir todas las opiniones contrarias sobre el argumento o si no dejar que las opiniones se expresen. Opinión que haya que destruirla a palos es opinión que nos lleva ventaja a nosotros. (7)
Está demás decir que esto es entre revolucionarios. Con el enemigo de clase, la plática es con el camarada Máuser. Aun más, para que no nos acusen de irreverentes les digo algo insólito que el Che menciona en el libro: En el curso de nuestra práctica y de nuestra investigación teórica llegamos a descubrir un gran culpable con nombre y apellido: Vladimir Ilich Lenin. Tal es la magnitud de nuestra osadía. Pero quien tenga la paciencia de llegar hasta los últimos capítulos de esta obra podrá apreciar el respeto y la admiración que sentimos hacia ese culpable y hacia los móviles revolucionarios de los actos cuyos resultados últimos asombrarían hoy a su realizador (6).
Si eso dijo el Che del hombre del cual dijo a su vez: El Estado y la Revolución es la fuente teórica práctica más clara y fecunda de la literatura marxista (8), entonces todos estamos libres para pensar, cuestionar, criticar… eso sí, siempre bajo el compromiso revolucionario, y sin que ninguno de nuestros muertos se nos convierta en santo ¡Qué Dios nos ayude en el empeño de que no sean canonizados! porque al santificar al Che, al convertirlo en un mártir, le hacemos el favor más elevado al Imperialismo y a los coexistentes, colaboradores ejemplares del enemigo… Son ellos en general los que ineditan, ocultan, queman, tamizan la verdad, que no la dejaron fluir abiertamente. No sé hasta dónde llegó el Che a saber de las atrocidades estalinistas. Pero no importa, aun así hizo trizas este Manual, en las pocas horas que disponía para escribir, en el resto del tiempo, en la práctica revolucionaria, hizo trizas también las tesis estalinistas: El etapismo, la coexistencia pacífica, el socialismo en un solo país… Todo eso lo repelió el Che en una práctica revolucionaria más antiestalinista que cualquier partido trotskista de la época. ¡Y basta de hablar de Stalin! El compañero Guillermo Almeyra hace unas semanas hizo su bella semblanza en La Jornada (9) de esa figura y como mismo le dijera el Che en su póstuma carta a Fidel No vale la pena emborronar cuartillas.
Y el Che no emborronó ni una sola. Les propongo que hagamos con este libro, cuando todos lo tengamos, una conversación atemporal, sabiendo lo que ya sabemos y que nuestra única bandera sea que de verdad queremos construir el socialismo en el mundo, los que de verdad lo creemos no sólo posible, sino imprescindible. Para el resto, para los que han resurgido de las cenizas de los noventa con nuevas casacas liberales e ilustradas, no es este cuento. A ellos los invito a seguir bebiendo té y seguir contemplando con mirada asombrada la manzana de Newton caer de aquel clásico arbolito inglés. Porque el Che nos pertenece a nosotros y no a ellos. Porque un solo error teórico del Che, una sola duda, tiene mucho más valor, esclarece más, es más útil que todas las verdades demostradas… bebiéndose la tacita de té.
HOMBRE NUEVO Y BUROCRACIA
En la carta que esta edición nos propone como prólogo hay otro análisis de una actualidad aterradora. Algo que respondería muchísimo al emblemático discurso del Comandante Fidel ¡Que no discurso, llamamiento! Del 17 de Noviembre en la Universidad de La Habana. Dice el Che:
El interés material individual era el arma capitalista por excelencia y hoy se pretende elevar a la categoría de desarrollo, pero está limitado por la existencia de una sociedad donde no se admite la explotación. En estas condiciones el hombre no desarrolla todas sus fabulosas posibilidades productivas, ni se desarrolla él mismo como constructor conciente de la sociedad nueva. Y para ser consecuentes con el interés material éste se establece en la esfera improductiva y en la de los servicios… Esta es la justificación tal vez, del interés material a los dirigentes, principio de la corrupción (5)
A esto me referí en un artículo (10) que escribí al respecto de lo que le llamo paradoja del Convento. No pude escribir en diciembre estos criterios del Che, porque sencillamente estaban inéditos.No existía esta carta del Che, me hubiese ahorrado miles de disgregaciones y conjeturas en el referido trabajo.
En dicha carta (la cual es un fragmento no más, el otro fragmento ya veremos cuando tendremos la felicidad de leerlo) hay un párrafo que resulta para mí la esencia de las aspiraciones del Che para construir el socialismo, que fue en sí su perenne búsqueda:
Nosotros tenemos una gran laguna en nuestro sistema, cómo integrar al hombre a su trabajo de tal manera que no sea necesario eso que nosotros llamamos desestímulo material, cómo hacer que cada obrero sienta la necesidad vital de apoyar a su revolución y al mismo tiempo que el trabajo es un placer, que sienta lo que todos nosotros sentimos acá arriba. (5)
La felicidad indescriptible que se siente cuando se emprende un proyecto donde uno es gestor y actor NO se extiende a los que, amén de que entiendan perfectamente la importancia de dicho proyecto no son responsables del mismo ¡Y no estoy hablando de alzar banderitas o discursar frases trilladas! Estoy hablando de sentirse creador de algo que diseñará futuro. Eso que dijo el Che lo que sentimos todos nosotros (ellos) acá (allá) arriba.
Así lo dijo: Si es un problema de campo visual, y solamente es dable interesarse por el trabajo que hace a quien tiene la misión, la capacidad del gran constructor, estaríamos condenados a que un tornero, o una secretaria nunca trabajaran con entusiasmo. Si la solución estaría en la posibilidad de desarrollo de ese mismo obrero en el sentido material, estaríamos muy mal (5). Siguió diciendo:
Lo cierto es que hoy no existe una plena identificación al trabajo y creo que parte de las críticas que se nos hacen son razonables, aunque el contenido ideológico de estas críticas no lo es. Es decir se nos critica el que los trabajadores no participan en la confección de los planes, en la administración de las unidades estatales, etc. lo que es cierto. Pero de allí concluyen que esto se debe a que no están interesados materialmente en ellas, están al margen de la producción (5).
Sin discusión que medie, esa fuerza psicológica de sentirse responsable del éxito de lo que uno mismo proyectó nos viene del reino animal. No necesitamos a Freud, ni tesis sofisticadas para entender que se ama lo que se crea y se proyecta. El fervor de los padres por la educación de sus hijos, está enmarcado precisamente en este concepto. ¿Cómo hacer de este empeño puntual un sistema cooperativo? Gobernando, por supuesto, gobernando desde abajo con el poder material para hacerlo. Alguien me dijo una vez que amamos en general más a nuestros hijos que a nuestros padres, y que eso resulta paradójico, pues los padres nos dieron la vida, el sostén, etc. Los hijos más bien es lo contrario. Pues bien yo siento que el Che lo que pretendía era eso: Que amemos la construcción de un proyecto no por lo que nos ofrece, sino porque tengamos derecho de ser responsable de él. Para eso todos debemos poder gobernar.
La participación de los obreros y pueblo en general en la confección de los planes productivos y de servicio no tienen que estar obligadamente asociados a un interés material directo y según mi ver es una de las únicas maneras de conseguirlo…
Él mismo escuchó algo de eso y se lo expresa a Fidel en su carta El remedio que se busca para eso es que los obreros dirijan las fábricas y sean responsables de ellas monetariamente, que tengan sus estímulos y desestímulos de acuerdo con la gestión. Creo que aquí está el quid de la cuestión, para nosotros es un error pretender que los obreros dirijan las unidades; algún obrero tiene que dirigir la unidad…, pero representante de todos en cuanto a la función que se le asigna…, no como representante de la unidad ante la gran unidad de Estado en forma antagónica (5)
He aquí las dudas de cómo administrar el poder en el período de transición. He aquí donde más se debió pensar, aquellos que tuvieron el tiempo que no tuvo el Che. ¿Qué hacer para que este obrero, elegido incluso por las masas, no caiga en la burocracia (en la telaraña viscosa) de la que nadie, absolutamente nadie está exento de caer?
Esto lo analizó Lenin a partir de la primera experiencia comunista, la elegantísima y preferida sobre todas: La Comuna de París, que todavía hoy nos deja unas cuantas pistas, que parecen haber sido olvidadas.
La Comuna -dijo Marx- no había de ser una corporación parlamentaria (yo subrayo esa palabra), sino una corporación de trabajo, ejecutiva y legislativa al mismo tiempo (11)
Por cierto que resaltó una de las medidas más singulares decretadas por la Comuna, y que Marx subraya, la abolición de los gastos de representación, de todos los gastos pecuniarios de los funcionarios, la reducción de todos los sueldos de los funcionarios del estado hasta el nivel del salario de un obrero. Lenin lo dijo mucho mejor en El Estado y la Revolución que todos conocemos, pero es en esencia es lo mismo. De esta forma garantizaríamos que cada uno esté…arriba como señalara el Che en esta carta inédita al Comandante Fidel o mejor: que todos estemos abajo.
Lo más que puedo decir es que cuánto revolucionario de mérito he podido leer se ha plateado esta misma duda que sintió el Comandante Guevara como uno de los nudos más difíciles de atravesar en la construcción del socialismo, cuando los bienes materiales todavía no alcanzasen a satisfacer las necesidades de todos los ciudadanos por igual, cuando no basta el estímulo material, cuando tampoco el moral y cuando el peor fantasma de todos terminó por aniquilar la experiencia de los soviet: la burocracia. Emparejar los de arriba y los de abajo fue la desesperación de todos… No sólo del Che… una vez más aunque el Che no lo supiera. Lo dijo Antonio Gramsci:
La creación del estado proletario no es en resumen un acto taumatúrgico, es también un hacerse, un proceso de desarrollo… Necesita dar mayor desarrollo y mayores poderes a las instituciones de fábrica, los pueblos… conseguir que los hombres que las compongan sean comunistas concientes de la misión revolucionaria que la institución debe llevar a cabo. De otra manera todo nuestro entusiasmo, toda la fe en las masas trabajadoras no lograrán impedir que la revolución se convierta miserablemente en un nuevo parlamento de embrollones, de fatuos e irresponsables, y que sean necesarios nuevos y más espantosos sacrificios para el advenimiento del estado de los proletarios. (12)
¡Dios mío! Esto lo dijo en 1919, no sabía entonces que años después cientos de miles de comunistas sufrieron consecuencias peores que las invertidas para tomar el poder.
Y lo dijo Rosa Luxemburgo, la más filosa de todos los marxistas: …A través de sus consejos de obreros y soldados, tendrá entonces que ocupar todos los puestos, vigilar todas las funciones, considerar todas las necesidades desde el punto de vista de sus propios intereses de clase y de las tareas socialistas. Sólo una influencia recíproca, constantemente viva entre las masas populares y sus órganos, los consejos de obreros y soldados puede garantizar el comportamiento de la sociedad en un espíritu comunista. (13)
Que es precisamente lo que nos señala el Che en La necesidad de este libro. Espíritu comunista nada más parecido a la teoría del hombre nuevo… Ese espíritu comunista sin el cual difícilmente podamos construir la sociedad sin clases. No es un asunto de quien va primero si el huevo o la gallina. Ambos juntos, ambos en permanente e inacabable intercambio:
Se sabe desde viejo -dijo el Che- que el ser social es el que determina la conciencia (…) Nuestra tesis es que los cambios producidos por la NEP han calado tan hondo en la vida de la URSS que han marcado con su signo esta etapa. Y sus signos son desalentadores: la superestructura capitalista fue influenciando cada vez en forma más marcada las relaciones de producción y los conflictos provocados por la hibridación que significó la NEP se están resolviendo hoy a favor de la superestructura; se está regresando al capitalismo. (6)
Porque el Che como todos los demás quería el socialismo. Y la teoría del hombre nuevo no es la caricatura estrecha de que hagamos hombres probetas en las universidades, y luego esos transforman la sociedad. El hombre nuevo es exactamente el espíritu comunista al que se refería Rosa Luxemburgo. Él sabía desde viejo que el orden de las relaciones concretas de producción dictaminaría la conciencia en última instancia, PERO, con (un gigante pero) en una perfecta relación dialéctica con ella.
CONSTRUCCION DEL SOCIALISMO
Porque de algo sí debemos convencernos a todos los revolucionarios, si es que somos marxistas, es de la aspiración de que una sociedad sin clases logra la extinción del Estado como resultado final y enviar a un museo a ese trasto viejo. El Estado es una institución represiva, sea una monarquía, sea burgués o sea proletario. La dictadura del proletariado (la toma de posesión de los medios de producción en nombre de la sociedad) es su último acto independiente como estado, según Engels, cuando mencionó el verso que es uno de mis paradigmas:El gobierno sobre las personas será sustituido por la administración de las cosas.
Valga la aclaración: La extinción del estado, que Carlos Marx demostró posible, y de la que hablamos, nada tiene que ver, por cierto con esto que han bautizado con neoliberalismo, donde le van quitando poder a los estados nacionales, para entregárselo al capital internacional. Nunca hemos sido más dominados: Los incluidos del sistema no tenemos derecho a decisión. Ellos nos miden el tacón del zapato, eligen el color de nuestro cabello, deciden qué hacer con nuestros niños… y nos matan de terror y soledad. A los excluidos nos asesinan físicamente. A decir verdad ya no sabría elegir en cual de los dos bandos estar.
La extinción del estado es cuando las prioridades del hombre sean mirar al cielo, ver cuál será el porvenir del universo, desentrañar los misterios de la muerte y pensar que haremos cuando colapse el sol. Porque tener un techo y un plato de comida será tan natural y tan obvio como hacer latir el corazón. ¡No! no soy una idealista, esto lo podemos lograr, es más: es lo único que podremos lograr de no querer desaparecer como los dinosaurios.
Bajo el convencimiento de la abolición paulatina del estado se hicieron marxistas y dieron la vida millones de camaradas… así que decirle a esto idealismo es traicionar a nuestros muertos. Pero tenemos que tomar el poder. Es imprescindible a ese sueño y a la aspiración de todos los revolucionarios, incluidos mis compañeros anarquistas, libertarios, sindicalistas, como le es necesario rodar por la pista en tierra para que el avión alcance a las nubes ¡Ah! Pero cuidado; en permanente intención de despegue del piloto, mientras más veloz podamos ir, más rápido alcanzamos el cielo. Eso es la dictadura del proletariado… no más que unas llantas de avión sobre la pista.
La confusión ha estado en que durante el socialismo real el piloto taxeaba placidamente por la pista a velocidad constante y cómoda, mientras los pasajeros se aprisionaban durante horas en sus asientos esperando despegar. Él sí, el piloto bebía sin duda aquella graciosa tacita de té, de que hablábamos al principio. Necesitamos la dictadura del proletariado para lograr ese objetivo. La Comuna -dijo Lenin- pudo en una cuantas semanas comenzar a construir una nueva máquina, una máquina estatal proletaria, de tal y tal modo aplicando las medidas señaladas para ampliar la democracia y desarraigar el burocratismo (14)
¡Pero no sólo no pudieron los comuneros del siglo XIX! No lo pudieron hacer los bolivianos en 2003, los ecuatorianos en 2004, los argentinos en 2001… ¡Llegamos siempre a la mitad del camino! Echamos a los presidentes, nos lanzamos a las calles con toda esa fuerza que se genera en las masas. Pero nos ha faltado el gol. Le arrebatamos el balón al equipo contrario; nos hacemos hermosos pases, nos gritan HURRA desde las gradas, pero el juego se gana anotando el gol, el empate es victoria para el enemigo. Y debemos hacerlo a tiempo… antes de que pite el árbitro. Ni los gritos de felicidad por derrocar a un gobierno burgués, ni los discursos antiimperialistas, significan el gol. Nuestro gol es la dictadura del proletariado, sencilla, limpia y auténticamente.
Si de socialismo del siglo XXI se trata, o socialismo andino, o socialismo del Polo Norte, primero ¡Por Dios! hagamos las correspondientes revoluciones socialistas del siglo XXI, de los Andes y la de los Osos Blancos del Polo Norte, y que el proletariado tome el poder.
CONOCIMIENTO DE LA HISTORIA Y CENSURA
No teman, más problemas de los que tuvo la solitaria isla de Cuba cuando estuvimos a punto del estallido nuclear no lo tendrán. En aquellos años había mucho más anticomunismo que ahora ¡y fuimos a Girón con un par de aviones destartalados defendiendo la bandera roja del proletariado! Nos hicimos comunistas a pesar de la traición de los soviéticos en la crisis de los misiles. Y no sabíamos la mitad de la historia que hoy sabemos… Los estalinistas no nos dejaron saber demasiado, escribieron el manualito éste. Hoy tenemos más. Entre tantas revelaciones… Hoy contamos con los Inéditos del Che sobre el Manual con el que Stalin trató de paralizar ideológicamente al mundo.
Si el primer paso a la felicidad es la dictadura del proletariado ¿Cómo hacerla? ¿Cuál es la diplomacia de una dictadura del proletariado con el resto de los países que no han hecho la revolución? ¿Cuál es la democracia entre los revolucionarios? ¿Valen o no los sindicatos? ¿Deberá ser el Estado un gran sindicato obrero, y no un gobierno? ¿Cogestión, autogestión?
Estas preguntas no se han respondido a plenitud en la práctica concreta, que los libros aguantan lo que le pongan. Y sabemos bien que no están pasadas de moda, ¡no les ha salido la primera cana! por el contrario estas son las preguntas de hoy. Son las preguntas de Cuba y los peligros de la restauración mencionada por Fidel, son las dudas de los camaradas de la UNT (15) en Venezuela. Son los terrores que declara Chávez contra la corrupción y la burocracia.
Ya que es ahora cuando nos permiten leer esas cosas por las claras, corramos y estudiemos todos juntos una vez más. Tal cual la misión Milagro devuelve la vista, hagamos los venezolanos, cubanos y todos los revolucionarios otra misión en nombre del Che Guevara para estudiar, dudar, reflexionar sobre sus preguntas, sus consistencias y sus errores… y dejemos de dar más vítores.
No me interesa que unos cuantos cubanos supieran toda la verdad. Qué existiesen aquellos que censuraron al Che y se llaman revolucionarios. No confío más en ellos
El Che decía que el campo socialista se caía en pedazos… y nos enviaron ¡aun así! en masa a los países socialistas a generaciones enteras diciendo que aquello sería el futuro de Cuba, no me interesa ahora que estos inéditos estuvieran seguros en las manos adecuadas. Esas manos, sean las que fueren, poco pudieron hacer para salvarnos de la desesperación ideológica en los años noventa. Es el estalinismo latente, enmarañado, sin nombre. Es la mediocridad organizada. Si buscamos al culpable del que censuró al Che… no encontraremos nombres, porque esta telaraña es desgraciadamente anónima.
Sin embargo el Che dedicó su libro (sin hacer) para todos nosotros. Dijo exactamente: Muchos sentirán extrañeza ante este cúmulo de razones nuevas y diferentes, otros se sentirán heridos y habrán quienes vean en todo el libro sólo una rabiosa posición anticomunista disfrazada de argumentación teórica. Pero muchos (lo esperamos sinceramente) sentirán el halito de nuevas ideas y verán expresada sus razones hasta ahora inconexas, inorgánica, en un todo más o menos vertebrado. A este grupo va dirigido fundamentalmente el libro y también a la multitud de estudiantes cubanos que tienen que pasar por el doloroso proceso de aprender verdades eternas que vienen, sobre todo del la URSS. (6)
Nadie puede imaginarse cuánta falta hicieron estas reflexiones del Che… sobre todo a aquellos estudiantes y trabajadores cubanos que vimos saltar de la noche a la mañana, de consignas estalinistas al más vulgar de los capitalismos en Europa del Este.
Por otro lado… vergüenza, tan sólo vergüenza ante los restos de centenares de miles de hermanos que tuvieron que imaginar, más que saber, muchas cosas en nombre de estupideces bautizadas como consignas o por supuesta discreción. No sólo nosotros los cubanos, atrapados entre la perestroika y el estalinismo sin saber por donde sacar la cabeza: Los tupamaros (los de verdad), los guerrilleros de Centroamérica, los que murieron en el Estadio de Chile con la palabra Che en los labios, después del gobierno de la Unidad Popular…
Se cumple estos días el 30mo. Aniversario del Golpe Militar en la Argentina (cuna del Che) ¿cuántos de aquellos imborrables 30.000 desaparecidos tuvieron acceso a esta visión socialista que defendió al Che? ¿Habrá leído Robi Santucho los Cuadernos de Praga antes de dar su vida por la revolución? ¿Y Silvio Frondizi, líder del Movimiento Izquierda Revolucionaria (MIR Praxis), al cual el Che le propone incluso permanecer en la Isla trabajando en la esfera de la ideología, el cual hace las más esclarecedoras interpretaciones sobre la revolución cubana? …A él… ¿tampoco se les dieron los Cuadernos? Que me digan ¿para quién eran los Cuadernos de Praga?, ¿para cuando estuviésemos todos bien conmocionados y perdidos después de la caída del campo socialista que el Che previó?
En la Argentina los soviéticos estaban muy ocupados recibiendo medallas de la Junta Militar para poder recordar al Che. Mucho habrá que hablar todavía de aquellas colaboraciones, me imagino que en aquellos momentos las reflexiones del Che diciendo que la URSS regresaría al capitalismo era lo que menos necesitaban los estalinistas. Es más me pregunto cuántos miembros del Partido Comunista Argentino, el cual también ofrendó militantes desaparecidos durante la dictadura, sabían de estos apuntes. ¿Hubiesen seguido apoyando a la URSS?… Tengo fe que tan sólo fuera la URSS la que estuvo apoyando veladamente la dictadura militar en Argentina…
¿Quiénes sabían de estos Cuadernos, los cuales nos revelan al cabo de casi 40 años? Dice Orlando Borrego: Pero haciendo un paréntesis sobre los materiales de Praga debo aclarar que han sido preservados hasta ahora (2001) por mí y por las demás personas que por lógico derecho tienen que hacerlo (16). Yo no entiendo ahí a mi queridísimo hermano ¿de cuáles derechos habla?, pues comienza su hermoso libro sobre el Che diciendo: Cualquier lector avisado podrá notar que este libro debió haberse escrito mucho antes. Frente a tal observación, quizás lo más honrado es responder que no existen justificaciones creíbles (17). Muy buena crítica. Con ella me quedo… por el momento.
Carlos Tablada demoró en escribir su libro varios lustros. El de Tablada llegó primero. Ninguno de los dos me lo ha dicho, pero yo sé porqué no fueron posibles estos dos libros anteriormente y porqué los Cuadernos de Praga resultan hoy un casi ridículo inédito del Che. Por la misma razón que el testamento de Lenin se conoció mucho después; Por esa telaraña impersonal y viscosa que ya hemos caracterizado. Me consta además porque la edición de Obras del Che de 1977 (18) fue vilmente censurada desde los textos íntegros de Orlando Borrego. Creo incluso que es esa todavía la versión que nada por INTERNET. Eso ya lo dijimos y demostramos irrefutablemente.
El Che no se libró de la censura. Tal cual Trotsky, Luxemburgo, Lukacs y todos los heréticos marxistas fueron censurados en distinto tiempo y lugar. Porque todos ellos se hacían las mismas preguntas, tenían los mismos anhelos, y sobre todo la misma vocación por la razón, la crítica, las dudas, la autenticidad…
¡Sí! Mucho hubiésemos adelantado si para el Che no estuviesen inéditos muchos revolucionarios marxistas posteriores a Lenin… y contemporáneos con él, los cuales se criticaban unos a otros con la mayor naturalidad pública y sonoramente. Rosa a Lenin, Lukacs a Rosa y así sucesivamente. Algo de eso tuvimos en los 60 con el Che, Carlos Rafael Rodríguez, Alberto Mora, Ernest Mandel, etc. cuando el gran debate. No sé, pero parece que todo… sucedió en los sesentas.
Hay cosas que me gustaría que la respondiera el Che, pero carezco de cualquier misticismo, por lo que estas dudas las tendremos que responder nosotros mismos, en algún momento hilvanando datos. Dice el Che en su nuevo libro:
La enorme cantidad de escritos que dejara (Lenin) a su muerte constituyeron el complemento indispensable a la obra de los fundadores. Luego el manantial se debilitó y sólo quedaron en pie obras aisladas de Stalin y ciertos escritos de Mao Tse Tung como testigos del inmenso poder creador del marxismo. En sus últimos años Stalin temió los resultados de esta carencia teórica y ordenó la redacción de un manual que fuera asequible a las masas y tratara sobre los temas de la economía política hasta nuestros días (6)
¡El colmo! Stalin se proponía todo lo contrario ¡Ocultar el arsenal teórico producido por los mejores revolucionarios posteriores y contemporáneos a Lenin! Por otra parte en el Plan Tentativo (19) de estudios, expuesto también en su proyecto de libro… en su parte IV, señala el Che en personalidades del socialismo: a Lenin, a Stalin, Jruschov, Tito y Fidel. Según los editores estos apuntes se realizaron entre 1965 y 1966.
Entonces: ¿La carta que le mandara a Armando Hart (20) en diciembre de 1965 ¿era subversiva? Sería importantísimo que el lector accediera a esta carta, pues es un verdadero enigma, donde uno a veces no sabe si el Che es ignorante de muchas cosas o es que hace gala de su exquisita ironía porteña (Está en la RED en el sitio de REBELION, cátedra del Che Guevara): De por sí esta carta merecería un análisis propio y a mi juicio debería haber estado recogida en este libro.
Dice el Che en Su plan de estudios para los cubanos de la carta a Hart, En la V Parte (Marx y el pensamiento marxista): Aquí sería necesario publicar Obras completas de Marx, Engels, Lenin, Stalin y otros grandes marxistas. Nadie ha leído nada de Rosa Luxemburgo, por ejemplo, quien tiene errores en su crítica a Marx (Tomo III), pero murió asesinada y el instinto del imperialismo es superior al nuestro en estos aspectos y en VII dice: Aquí vendrían los grandes revisionistas (si quieren pueden poner a Jruchov, bien analizados, más profundamente que ninguno, y debía estar tu amigo Trotsky, que existió y escribió, según parece (20)
Según Orlando Borrego, a su vez, en una entrevista que le concediera a Néstor Kohan el Che había leído a Preobrazhensky como también estudió a Trotsky, se lo leyó completo, el Che y todo un grupo de nosotros (21) Entonces ¿cómo que Trotsky parece que existió y escribió si el Che lo había leído todo sobre él, a la sazón una veintena de buenos textos?
Este crucigrama entre Los cuadernos de Praga, La entrevista a Borrego y La carta a Armando Hart me hacen ver que dos más dos no me suman cuatro. Con Rosa Luxemburgo, me sucede otro tanto. Rosa criticó a los bolcheviques, en relación a la cuestión agraria, por los mismos principios que el Che criticó a la NEP.
El riesgo comienza cuando , haciendo de la necesidad una virtud, plasman en la teoría la táctica a la que se vieron empujados por estas dramáticas circunstancias, y pretenden recetarla como modelo a emular por el proletariado, como paradigma de la práctica socialista (22)
Estas palabras casi idénticas las dijo el Che en relación a la NEP, sin embargo para leer a Rosa apela que fue asesinada por el enemigo. Por cierto en eso tenía razón, muchos de ellos fueron asesinados por el enemigo… León Trotsky, que existió sin dudas, fue asesinado por el enemigo en 1940 ¿Leyó el Che o no a Rosa?
DESCORRER LOS VELOS
Ya serán 40 años del asesinato del Che y hoy es que aparecen sus inéditos que nos dedicaran a todos nosotros. Debatamos en las fábricas, universidades, comunidades, estas dudas del Che. Él nos conducirá a releer de nuevo El Estado y la Revolución de Lenin, Lenin nos llevará nuevamente a Carlos Marx y Marx nos llevará de nuevo a precisar la palabra socialismo, que según mi ver la tenemos perdida con los encantos verbales del siglo XXI.
Enhorabuena entonces, camaradas, los inéditos del Che, tenemos muy buenos maestros para ayudarnos en esta misión. Roguémosle que nos asistan a ganar el tiempo perdido.
¡Qué se editen en el papel barato! Que se emitan seminarios, charlas y diálogos. Además nos dice Borrego que el Che revisó la colección de sus textos reunidos a la carrera y de manera hermosa ¡Pero también son, de cierta forma, inéditos! Yo los conozco porque mis padres fueron de los privilegiados en tener una copia. No más que unas centenas de cubanos tienen esas obras del Che, lo que convierte a esos libros también en inéditos.
Muchos camaradas trotskistas de diversas tendencias me han confesado que para ellos el Che era un gran hombre de acción y un consecuente revolucionario no más. Que escribió poco, tan sólo se recuerdan del Diario del Che en Bolivia… Entonces… ¿Será que el Che está inédito en su totalidad? Pero no importa, el tiempo se nos estira si viajamos a la velocidad de la luz, apurémonos entonces.
¿No será éste un buen momento para editarlos a todos esos herejes acá en mi país?¿Acá al calor de la Batalla de Ideas? La hermosa Feria del Libro ha demostrado que no nos escasea el papel
Yo aspiro además a que no queden inéditos del Che escondidos por oscuras razones nebulosas, aunque tengo motivos para abrigar ciertas sospechas. Si así fuere a casi 40 años de su asesinato, eso sería una burla grotesca…
Por lo pronto tenemos los Cuadernos de Praga. Por lo pronto están los libros reunidos en siete tomos del camarada Borrego que estoy segurísima que estaría dispuesto a publicarlos no en doscientos, sino en miles de millones. Un ejemplar por cada estrella que brilla en el cielo. El Che le dijo que esa obra podría interesarle a Turcios Lima (líder revolucionario latinoamericano, importante en aquella época ), que según el Che… Así se podrá dar cuenta de las cosas buenas y malas que hacen los revolucionarios después de la toma del poder (23). Pues bien, hoy toda la revolución en América Latina necesita de esos VII tomos que compiló Borrego, y el Che denominó buen popurrí
¡Publiquemos este popurrí del Che! Si no hay editorial disponible para estos fines por las más diversas razones…. pues se me ocurriría pasarlos por INTERNET. Sé de muchos compañeros que llevan páginas digitales marxistas que han hecho un sorprendente trabajo de scanear obras de los clásicos sin ganar un solo centavo. Y si faltase una copia ¡Acá les doy la mía! La que fue de Haydée Santamaría. Ambos, el Che y mi madre estarán felices de que yo lo haga.
Compañeros: El Che está acabado de nacer en una plenitud sorprendente, polémico, iracundo, dudoso y feliz… Detrás de él vienen los demás que también hemos enclaustrado en Academias. Tan sólo allí no se vale el debate. El debate de los 60 que protagonizó el Comandante Guevara fue público y notorio. La militancia política no es asunto de facultades docentes tan sólo ¡Pregúntenle a Julio Antonio Mella! Los que saben deben salir a la calle para ver si nos colaboran un poco en este instante que parece ser la última chance que nos da Dios para arrancarnos las cadenas, sino tendremos que descubrir el agua tibia nuevamente y creo que está por pitar aquel árbitro hipotético del partido de fútbol.
El Che constituye ese eslabón perdido entre teoría marxista, el bolchevismo más radical y las luchas de emancipación del tercer mundo. Por eso es que nace y nace y sigue naciendo hasta resultar casi molesto, por eso hay todavía inéditos del Che… por eso hay todavía misterios por aclarar.
¡Claro! Eso lo dijo Eduardo Galeano insuperablemente: ¿Porqué será que el Che tiene esta peligrosa costumbre de seguir naciendo? Cuanto más lo insultan, lo manipulan, lo traicionan más nace. Él es el más nacedor de todos ¿No será porque el Che decía lo que pensaba? Y hacía lo que decía? ¿No será por eso que sigue siendo extraordinario, en un mundo donde las palabras y los hechos muy rara vez se encuentran, y cuando se encuentran no se saludan, porque no se reconocen? (24)
Termina Ernesto Guevara La necesidad de este libro diciendo: Muchos sobresaltos esperan a la humanidad antes de su liberación definitiva (…) -ésta no podrá llegar sino a través de un radical cambio de estrategia en las principales potencias socialistas (…) nosotros aportamos nuestro granito de arena con el temor de que la empresa sea muy superior a nuestras fuerzas .En todo caso queda el testimonio de nuestra intentona (6).
Ya sabemos todos los sobresaltos que superaron cualquier pronostico anterior… ¡No importa! Enjuguemos las lágrimas de la impotencia de esta etapa y hagamos juntos que esta intentona guevarista por salvar el socialismo siga en pie y esté acabadita de decir, aunque tengamos que hacer todo desde el principio. Esta vez el Che cuenta con nosotros… para seguir naciendo… hasta la Victoria Siempre
Referencias
1. Jesús Arboleya. Reflexiones del Che sobre el Socialismo, La Haine y Rebelión. 24 de Febrero de 2006.
2. Orlando Borrego. Che el Camino del Fuego. 1ra. Ed. Imagen Contemporánea, 2001
3. Carlos Tablada. El Pensamiento económico del Che Guevara. 29na. Ed. Nuestramérica, 2005.
4. Celia Hart. Un libro salvado del mar. Prólogo a la edición 30ma. del Libro Pensamiento económico del Che Guevara, Casa editorial Ruth. 2006
5. Ernesto Che Guevara. Algunas reflexiones sobre la transición socialista, prólogo a Apuntes críticos a la Economía Política, Centro de Estudios Che Guevara y Ciencias Sociales. 1ra. Ed. 2006, p 7.
6. Ernesto Che Guevara. Necesidad de este libro. En Apuntes críticos a la Economía Política. Centro de Estudios Che Guevara y Ciencias Sociales. 1ra. Ed. 2006, p 25
7. Ernesto Che Guevara. (Anexos) Reunión bimestral 1964 en Apuntes críticos a la Economía Política. Centro de Estudios Che Guevara y Ciencias Sociales. 1ra. Ed. 2006, p 369.
8. Ernesto Che Guevara. Ibid. p. 205.
9. Guillermo Almeyra. Stalin. La Jornada, 26 de febrero 2006.
10. Celia Hart. Apuntes Revolucionarios. Fundación Federico Engels 2005.
11. Carlos Marx. (Citado por Lenin ), en El Estado y la Revolución. Obras escogidas. Tomo II. Ediciones en lenguas Extranjeras. Moscú, 1960. p. 338
12. Antonio Gramsci. La organización económica y el socialismo, en Escritos Políticos (1917-1933). Ed. Siglo XXI, México, 1998
13. Rosa Luxemburgo. ¿Qué quiere la Liga Espartaco?. Politische Scriften III, Europeische Verlaganstalt, Frankfurt, Europa Verlag, Viena, 1968.
14. Vladimir Ilich Lenin. El Estado y la Revolución. Obras escogidas. Tomo II. Ediciones en lenguas Extranjeras. Moscú, 1960, p. 396.
15. Aporrea, 15 de febrero de 2006. Entrevista a Orlando Chirino y Stalin Borges, coordinadores nacionales de la UNT
16. Orlando Borrego. Che el Camino del Fuego. 1ra. Ed. Imagen Contemporánea, 2001, p. 380.
17. Orlando Borrego. Che el Camino del Fuego. (Palabras introductorias) 1ra. Ed. Imagen Contemporánea, 2001, p. VII.
18. Ernesto Che Guevara. Obras Completas. Ed. Ciencias Sociales. 1977.
19. Ernesto Che Guevara. Plan Tentativo, en Apuntes críticos a la Economía Política. Centro de Estudios Che Guevara y Ciencias Sociales. 1ra. Ed. p.17.
20. Ernesto Che Guevara. Carta a Armando Hart (Diciembre 1965) (Citada por Néstor Kohan. en Ernesto Che Guevara, el Sujeto y el Poder. Ed. Nuestramérica. Buenos Aires, 2005, p. 164.
21. Néstor Kohan. Ernesto Che Guevara otro mundo es posible. Ed. Nuestramérica, Buenos Aires, 2003. p. 243.
22. Rosa Luxemburgo. La revolución rusa. Un análisis crítico. EnSobre la Revolución rusa, coordinación de Adolfo Sánchez Vázquez. Textos Vivos, Grijalbo, México, 1980. p. 42.
23. Orlando Borrego. Che el Camino del Fuego. 1ra. Ed. Imagen Contemporánea, 2001, La Habana, p. 378.
24. Eduardo Galeano. El Nacedor, 2004.