Mientras las privatizadas provocan apagones por “desperfectos técnicos”, mantienen salarios de hambre y se niegan a discutir el Convenio. Por eso, el 20 agosto más de 4.000 trabajadores encuadrados en Luz y Fuerza pararon sus actividades y se dirigieron a las sedes de ambas privatizadas. Mientras las privatizadas provocan apagones por "desperfectos técnicos", mantienen salarios de hambre y se niegan a discutir el Convenio. Por eso, el 20 agosto más de 4.000 trabajadores encuadrados en Luz y Fuerza pararon sus actividades y se dirigieron a las sedes de ambas privatizadas.
Los trabajadores exigen aumentos salariales, la reducción de las guardias de 8 a 6 horas y el "blanqueo" de 1.000 trabajadores contratados.
La penosa situación salarial y la arbitrariedad patronal, la bronca acumulada por años debajo de la piel de los trabajadores tuvo su irrupción en los destrozos de Edenor, donde fueron detenidos cinco trabajadores; ya liberados.
Para los trabajadores es vital en esta hora continuar con la lucha mediante asambleas conjuntas que discutan una huelga de 24 horas, y conminar al sindicato a prepararla.
La intransigencia de la patronal, que se nutre de las ganancias arrancadas al pueblo y explotando a sus trabajadores, no podrá mas que radicalizar los ánimos obreros. Tenemos que confiar en nuestras propias fuerzas y organización, asegurando la unidad de todos los trabajadores y el control democrático de la lucha mediante la elección de comités de huelga en asambleas de trabajadores en los distintos centros de trabajo.
