Si el gobierno tenía la intención de asegurarse un comienzo de clases efectivo y tranquilo, con la restitución parcial del régimen jubilatorio docente, más los magros aumentos antes otorgados, fracasó claramente, disparándose el conflicto en los principales distritos del país
Hay que unificar las luchas a nivel nacional
Si el gobierno tenía la intención de asegurarse un comienzo de clases efectivo y tranquilo, con la restitución parcial del régimen jubilatorio docente, más los magros aumentos antes otorgados, fracasó claramente, disparándose el conflicto en los principales distritos del país.
La lucha docente está mostrando un alto grado de madurez y conciencia, fruto de tantos años de luchas y traiciones, en las que se perdieron importantes conquistas, pero que fueron forjando nuevos luchadores, honestos y antiburocráticos.
Es más, como la restitución del régimen docentes parcial, porque serían jubilaciones con el 82% sólo sobre el monto básico, apenas la mitad del sueldo total según los casos, esto no ha hecho otra cosa que despertar el empuje necesario para luchar por recuperar el viejo sistema en su integridad, con la inclusión de todos los adicionales en el básico, más la lucha por aumento salarial. Además no hay que confundirse: esta restitución parcial no es una concesión gratuita del presidente, sino más de 10 años de lucha docente, en el torbellino actual de recrudecimiento de las luchas obreras.
En Santa Fe, la Asamblea provincial de la Asociación del Magisterio de Santa Fe (AMSAFE) decidió por amplia mayoría no iniciar las clases este 2005, tras la miserable oferta del gobernador Obeid, de $100 no remunerativos.
Mientras, van logrando adhesiones de otros gremios como AMET (Enseñanza Técnica), SADOP (Docentes Privados), ATE.
Por su parte los docentes bonaerenses, al no llegar a un acuerdo por las paritarias entre el gobierno provincial y SUTEBA, no garantizan el comienzo de las clases.
Las negociaciones están siendo seguidas de cerca por las bases, y la burocracia no tiene mucho margen para andar firmando cualquier cosa. Además de SUTEBA, estuvieron en las paritarias ADEMYS, la Asociación de Docentes Provinciales, UDOCBA, la FEB, AMET, UDA y UPCN.
Las bases entonces son los que llevan la voz cantante, y son las que deben imponer un plan de lucha decisivo, no atomizado y llamando y siendo solidarios con otros sectores en lucha como muestran los docentes de Santa Fe con los obreros de Sulfacid y viceversa.
Además, los docentes y alumnos, especialmente de la Educación Media y Superior, vienen bregando por la anulación de la Ley Federal de Educación, y la Ley de Educación Superior (LES), que sumieron (aunque nunca pudieron aplicarse a fondo) en un abismo a la educación argentina desde todo punto de vista. La UN de La Plata, por ejemplo está planteando seriamente dar marcha atrás con la LES.
La educación media tampoco deja de recibir parches, como la actual innovación de un examen final para el Polimodal (últimos ciclos de la vieja secundaria), luego de perder esa instancia educativa su carácter federal y su desfinanciamiento crónico; todas estos parches no hacen sino más que mostrar el gran fracaso de la reforma educativa, que obliga al gobierno a hacer lo que bien se dice la reforma de la reforma.
Aprovechando los congresos extraordinarios de la FEB y SUTEBA, los compañeros docentes deberían exigir a la dirección de estos gremios hacer votar e instrumentar desde la Asambleas de Delegados y de Base, un plan de lucha masivo y unificado, hasta conseguir las reivindicaciones salariales, respeto a rajatabla del Estatuto Docente, y mayor presupuesto educativo.
Mientras tanto, los docentes, alumnos, los padres, y todos los trabajadores, tenemos que discutir cómo cambiar la educación.
Para el hecho tan digno, tan trascendente, que el aprendizaje tiene como un factor más de desarrollo personal y social de una sociedad dada, se necesita la opinión y la acción de los que hacen posible ese hecho: los docentes, los alumnos, los padres, en fin de los trabajadores.
