Docentes de la provincia de Buenos Aires: Los dirigentes del SUTEBA arreglan por monedas

Grandes interrogantes quedaron en la conciencia de la gran masa docente por la poca claridad de la propuesta del gobierno de Scioli. Se habla de porcentajes y se plantea que la oferta respetará la escala salarial pero no se dicen cuáles serán los números reales de ese supuesto incremento, sólo se fija el sueldo inicial en $1,450 cuando antes era de $1.290, llevando al básico de un maestro de grado de $680 a $812.

Grandes interrogantes quedaron en la conciencia de la gran masa docente por la poca claridad de la propuesta del gobierno de Scioli. Se habla de porcentajes y se plantea que la oferta respetará la escala salarial pero no se dicen cuáles serán los números reales de ese supuesto incremento, sólo se fija el sueldo inicial en $1,450 cuando antes era de $1.290, llevando al básico de un maestro de grado de $680 a $812.

Muchos de los reclamos de los docentes no fueron tomados en cuenta, como la  nacionalización del conflicto por la CTERA. Tampoco se unificaron las luchas de docentes y estatales de la provincia para hacer juntos más fuerza contra el mismo patrón.

Esto, seguramente,  hubiera cambiado el sentido y los resultados de la negociación.

Además, se dice que el gobierno provincial se compromete a incrementar el presupuesto destinado a infraestructura, creación de cargos, capacitación docente, material didáctico, textos escolares, asistencia socio-educativa, equipamientos y becas, muchas promesas que sabemos nunca son cumplidas.

Este lamentable arreglo denotó el autoritarismo del gobierno y la debilidad de nuestros representantes sindicales, pues el primero aseguró no descontar los paros de septiembre pero sí los del mes de agosto, aunque los segundos asegurar haber presentado un recurso de amparo ante la justicia provincial. Es sabido que aunque esto ocurra no siempre hay devolución de los paros.

Tampoco se habla demasiado sobre el cumplimiento de los 180 días de clase,  donde se extenderá hasta el 19 de diciembre el ciclo escolar 2008. Todo esto evidencia la política  de alianza conciliatoria de SUTEBA con el gobierno.

Los medios de comunicación también jugaron un papel fundamental en esta puja salarial, confundiendo a la ciudadanía, poniéndose del lado del gobierno y criminalizando a los docentes porque dejábamos a los alumnos sin clase,  sin analizar siquiera que, como cualquier trabajador, sufrimos las consecuencias de la hiperinflación que el gobierno sigue sin reconocer.

No podemos desconocer la importancia que tuvo el haber unificado la lucha de los distintos trabajadores estatales, coincidiendo en el paro del 10/9. Gracias a eso se frenó  por el momento el proyecto de ley que modificaría el Estatuto del Instituto de Previsión Social.   

Desde los SUTEBAS opositores  a nivel provincial y desde la lista Lila a nivel nacional deberíamos seguir propiciando la discusión política, poniendo el énfasis en las limitaciones de la burocracia sindical que, como en esta oportunidad, desgastó la lucha y acordó nuestro salario por poco margen.

Pero esto, si bien en varios aspectos puede ser un impedimento, desde otra mirada vemos que el hecho de que los docentes, de manera crítica, no hayamos aceptado las distintas propuestas del gobierno y los sindicalistas, nos abre caminos y nos da esperanzas para arremeter en un futuro no tan lejano con otras luchas para alcanzar lo que nos corresponde como trabajadores.

Es así, como esta mayor disposición hacia la lucha y cuestionamiento de los trabajadores de la educación de la burocracia sindical debe ser tomada en cuenta para que estas ideas no queden aisladas, sino que deberían hacerse extensible a otros distritos donde los docentes podrían formar  agrupaciones opositoras y la lista Lila, haciendo prevalecer el pensamiento emancipador contra el sindicalismo oficialista y entregador.

Acompañamos la decisión de la lista Lila de convocar a marchar el 7 de octubre a La Plata  para repudiar el acuerdo y la decisión de descontar los días de paro.

Compañeros, que la burocracia haya acordado no significa abandonar la lucha.

Sólo debemos estar atentos, discutiendo en asamblea y bien organizados.

Fortalezcamos los Plenarios de Delegados en lucha y elaboremos nuevas estrategias para continuar.

Con la unidad y lucha de los trabajadores lograremos vencer.