Bolivia: ¡Alto al hurto de la Seguridad Social!

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Los graficos que se muestran en esta página son elaborado por la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Pensiones y evidencian datos alarmantes.

Solo el 45% de los afiliados a las AFP cotizan regularmente. Un trabajador sigue siendo afiliado a una AFP aun si perdió su empleo o si el empleador no deposita las cotizaciones. A partir del año 2000 el porcentaje de cotizantes sobre afiliados ha ido paulatinamente reduciéndose. Esto es clara muestra que la patronal, frente a la crisis de 1999 y las movilizaciones que se vivieron en el país a partir de aquellos años, ha ido saboteando nuestra seguridad social. El dispararse de la mora con las AFPes está impidiendo su nacionalización, ya que el gobierno exige a las actuales administradoras privadas cobrar primeramente todas las cotizaciones.

A partir del sistema de capitalización individual, nuestras cotizaciones han servido para financiar el déficit público y algunas empresas. Los fondos eran invertidos en deudas del TGN. Sin embargo el gobierno ha ido renegociando esta deuda, convirtiéndola en deuda a largo plazo y con tasas de interés que se han reducido del 8 al 3 por ciento. Esto ha ocasionado el colapso de la rentabilidad de nuestros aportes. Por efecto de aquello, un trabajador debe laborar por lo menos unos 2 años más para poder conseguir, sobre la base de sus aportes, una jubilación del 60% de su salario como manda la nueva Ley.

Todo lo positivo de la nueva Ley de Pensiones está en vilo. La reducción de la edad para jubilarse, la nacionalización de las AFP y el aumento de las jubilaciones quedarán en papel si no se interviene modificando la Ley. Si el gobierno no interviene y la COB no plantea estas modificaciones, los problemas aquí señalados convencerán a una capa de trabajadores que incluso era mejor antes y que el problema es la nacionalización misma. 

Es necesario

  • Replantear el tema del aporte tripartito contra el sistema de capitalización individual
  • Dotar a los trabajadores de las prerrogativas de fiscalización para impedir el sabotaje patronal.
  • Apertura de los libros de cuentas de las empresas a los delegados democráticamente elegidos y revocables en cualquier momento de los trabajadores.
  • Que estos delegados tengan todo el poder de sancionar a las empresas que no cumplan con la seguridad social

El porcentaje de cotizantes sobre afiliados en el SSO ha ido paulatinamente reduciéndose desde 1997, clara muestra del sabotaje patronal de nuestras jubilaciones

Actual relación de cotizantes sobre afiliados (45%)