Balance de las elecciones en CTA

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El 23 de septiembre se realizaron en todo el país, las elecciones de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA). Desde la Corriente Socialista El Militante (CSEM) queremos saludar el triunfo en esta contienda electoral de la Lista 1 encabezada por Pablo Micheli.Es verdad que el Candidato por la Lista 10 Yasky se reclama también ganador, pero la Junta Electoral Nacional electa en el último Congreso de la CTA y con una composición de compañeros de ambas Listas, dio por ganador a Pablo Micheli de la Lista 1, por una diferencia de 18.000 votos.

El 23 de septiembre se realizaron en todo el país, las elecciones de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA). Desde la Corriente Socialista El Militante (CSEM) queremos saludar el triunfo en esta contienda electoral de la Lista 1 encabezada por Pablo Micheli.Es verdad que el Candidato por la Lista 10 Yasky se reclama también ganador, pero la Junta Electoral Nacional electa en el último Congreso de la CTA y con una composición de compañeros de ambas Listas, dio por ganador a Pablo Micheli de la Lista 1, por una diferencia de 18.000 votos. 
Desde la CSEM queremos aprovechar este momento para brindar al conjunto de la militancia y a la vanguardia en general de la CTA y de la CGT, nuestro balance. Hay que destacar que las mismas se realizan con voto directo de todos sus afiliados. Haciendo la diferencia con la mayor Central Obrera del país, la Confederación General del Trabajo –la CGT- donde sus afiliados no votan directamente al Secretario General, sino a través de los Secretarios Generales de cada Sindicato que integran a la CGT.Esto en sí mismo es un rasgo destacable que saludamos, ya que supone caminos diferentes de democracia que debemos profundizar y preservar.
  Siendo el padrón electoral de casi 1.400.000 afiliados en condiciones de votar, se anunciaba que sufragarían casi un 35% del mismo. La realidad mostró que las elecciones de la CTA, que iban a hacer “el hecho político del año”, no concitó la atención de los trabajadores de la Central ya que apenas votó el 17%.
 Los enfrentamientos internos y las maniobras que tomaron estado público ponen en tela de juicio la legitimidad de la próxima conducción y del propio acto electoral, por lo menos ante un importante sector de la base de la Central, así como de la vanguardia en general. El argumento que fue utilizado por todos, el de estar en presencia de una Central con unas prácticas diferentes a los que nos tienen acostumbrados los gordos de la CGT, quedó devaluado ante los ojos de todos. El propio Moyano se jactaba de ésto en declaraciones, ya que en realidad la CTA y sus dos candidatos -Micheli y Yaski- incurrieron en prácticas no tan democráticas y que poco podían achacarle, haciendo referencia a sus prácticas burocráticas.
 Según los últimos resultados, votaron menos afiliados que en las elecciones de hace cuatro años atrás. Pareciera que la participación de los movimientos sociales fue escasa, como también lo fueron la de los dos gremios fundamentales donde se estructura la Central Obrera, ATE y CTERA. Algo que queremos destacar es que la provincia de Jujuy fue la que más votantes tuvo, inclusive más que Capital y Rosario donde se concentran una mayor cantidad de trabajadores asalariados, -datos del escrutinio de la Lista Germán Abdala-.
No podemos dejar de mencionar el alejamiento de la CTA de la organización Tupac Amaru. Esta salida ante la crisis que se plantea en la Central es un dato muy importante a tener en cuenta en relación a cómo se pueden desarrollar los acontecimientos a corto plazo teniendo en cuenta la posición de Yasky y por lo tanto la posibilidad de una fractura al interior de la Central.

 

La política de la CTA hacia la CGT

 Lo que sí es destacable es que tanto en una como en otra lista revisten activistas reconocidos por la lucha de los últimos años, y protagonistas de múltiples movilizaciones, intentos de reagrupamientos, caso el Subterráneo o SiMeCa, en el caso de la Lista 10.
Por otro lado, como hemos señalado en otros materiales públicos, la falta de un criterio político correcto de unidad hacia la CGT en planes de lucha que desenmascare a la dirección moyanista, fue reemplazado por chicanas que no ayudan al activismo ni a los trabajadores de la CGT.
Una de las banderas más levantadas por la CTA fue que es una Central que está en la calle acompañando con solidaridad, los diferentes conflictos, posición que nos parece correcta en tanto que una Central Obrera rodea a los trabajadores en lucha enfrentados con las patronales. Creemos que se trata además de estimular al activismo que subyace en la CGT que intenta de múltiples maneras emerger como una oposición real a los jefes sindicales de esta Central sin que suponga desgajarse de sus  Sindicatos de base. En esto se equivocan los compañeros, como es el caso de Micheli y la dirección de la Lista 1, y como sucedáneo de una política correcta es el chicaneo a los Jefes Sindicales cegetistas.
 La CTA y el gobierno nacional
 Se suma a esto el ataque infantil al gobierno, por parte de De Genaro y Micheli, sin poder interpretar el sentimiento de las bases que sí diferencian a un gobierno como el actual, de otros pasados. Esto les impidió e impide, al persistir en este camino, establecer una correcta intervención que ubique a este sector de la CTA por fuera de la trinchera de la derecha.
Mientras que, por otro lado, el sector de Yaski adhiere de forma desvergonzada, sin delimitación política alguna, al gobierno de la Presidenta Cristina Fernández. Todo esto no hizo posible unas elecciones donde la mayoría de los que componen la Central Obrera se hubiesen sentido atraídos por la misma.
El debate cruzado de qué tipo de Central Obrera construir, por una lado, la Lista 10 con lazos con el gobierno que lo caracterizan como uno que ha surgido como subproducto del 2001, de la frustración “…del que se vayan todos” y otra, la Lista 1, con autonomía con relación a los gobiernos de turno, el Estado y sus partidos patronales, no atrajo como dijimos, la atención de amplias capas de trabajadores.
Se suma a este cuadro una serie de torpezas por parte de dirigentes que son una referencia indiscutible de la CTA, como es el caso de De Genaro que se empecina en errores políticos de pegarse, de juntarse con dirigentes como es el caso de Stolbizer, Binner, Juez, etc., que alternan en sus posiciones políticas,  honrando el pago de la deuda externa, apoyando los piquetes patronales en el conflicto del campo, votando en contra de la estatización de Aerolíneas y de la estatización de las AFJP y tantas otras posiciones indefendibles.

La necesidad de la herramienta política

 Uno de los comentarios más fuertes que recorrió el proceso electoral fue lo poco que se militó las elecciones. Los cierres de campaña con una fuerte composición de aparato sin la presencia de trabajadores de bases de la Central, así lo confirman
La fuerte disputa en general no puso en debate la necesidad de la formación del Movimiento Político Social y Cultural, la herramienta política que los trabajadores necesitamos de manera tan acuciante.
Otro dato a tener en cuenta es que, habiendo ganado por sólo 18.000 mil votos la Lista 1 de Pablo Micheli, debemos pensar que en realidad estamos ante un hecho político que cristalizó en una votación dividida, y de acá no podemos sacar la falsa conclusión qué las bases yaskistas expresan en general posiciones burocráticas.
 Por otro lado, el resultado de la izquierda fue testimonial ya que revela que no conecta con el ambiente de los trabajadores, persistiendo en históricos errores que los ubica en los márgenes del movimiento.
Una correcta y diferente política, que está lejos de sus perspectivas, hubiera sido formar parte de la Lista 1 y ser una genuina tendencia al interior, que luche por materializar correctamente un programa de unidad de clase hacia el Socialismo.
 Se trata de avanzar en un correcto balance para dotarnos de una herramienta que sirva para la indiscutible emancipación de los trabajadores, se trata antes que nada de que pongamos manos a la obra de la construcción del Partido de los Trabajadores  que tanto necesitamos, que no es otro que el que salga de lo Sindicatos y, en particular, de la CTA