Estamos ante un contexto internacional de crisis capitalista, de guerras, revolución y contrarrevolución. En Argentina el dólar blue perforó el piso de los $1000- y los índices de pobreza están por arriba del 40%. En este contexto la educación sigue siendo una de las principales variables de ajuste.
La contracara es que la comunidad educativa, docentes, estudiantes y trabajadores no docentes sufren las consecuencias directas de esta situación a la que somos sometidos día a día.
Sobran los dedos de una mano para contar la cantidad de veces que se cumplió con el 6% del presupuesto educativo desde la sanción de la ley 26206 en el 2005 hasta la actualidad, mientras los candidatos oficialistas proponen ampliar el presupuesto educativo a un 8%, seguimos con docentes que están inmersos en la pobreza por sus bajos salarios, docentes que sufren desocupación o subocupación con mínimas cargas horarias, estudiantes sin clase por falta de profesores, sumado a una infraestructura precaria.
La canasta familiar y canasta básica versus la paritaria docente
El último acuerdo paritario, de principios del mes de septiembre, garantiza un salario mínimo docente a nivel nacional de $200.000 para septiembre, octubre y noviembre de $220.000- y en diciembre de $ 250.000. Mientras que, para no ser pobre, una familia tipo en el mes de septiembre necesitó $249.000-. O sea que un docente en argentina es pobre, por lo tanto, no alcanza a cubrir sus necesidades básicas alimentarias.
El INDEC, define a la canasta básica alimentaria como el conjunto de alimentos y bebidas que satisfacen requerimientos nutricionales, kilo calóricos y proteicos, cuya composición refleja los hábitos de consumo de una población de referencia, es decir, un grupo de hogares que cubre con su consumo dichas necesidades alimentarias. Mientras que en la canasta familiar se incluyen bienes y servicios agrupados en categorías como alimentos y bebidas, ropa, calzado y accesorios, vivienda, muebles, aparatos y accesorios domésticos, salud y cuidado personal, transporte, educación y esparcimiento, así como otros servicios.
En tiempos electorales vemos y escuchamos diferentes discursos y propuestas sobre educación, pero ninguno habla del docente, que necesita un salario acorde a la canasta familiar con un cargo o su equivalente en horas cátedras. De la canasta familiar no se habla.
Miles de docentes para arañar la canasta familiar trabajan yendo de una escuela a otra en 3 cargos o su equivalente en horas cátedras, viven en el lugar de trabajo para mantener a su familia, que solo los ve llegar a su casa para reponerse de las largas jornadas laborales y dormir para poder descansar y volver al ritmo diario a lo que el sistema los somete.
Las paritarias nacionales sirvieron para garantizar que miles de docentes sigan bajo la línea de pobreza, y totalmente explotados.
El papel de los gremios y sindicatos
Los gremios en las provincias hacen medidas de lucha, aunque desgajados -la mayoría de las veces- de sus sindicatos nacionales, a veces consiguen conquistas en el ámbito provincial, pero no se avanza en lo que necesitamos las bases docentes, ya que cada lucha provincial se pierde en la inmensidad del país, por esto, las voces docentes y su organización genuina, -los cuerpos de delegados- se desgastan. La conducta de la burocracia sindical junto a los gobiernos provinciales juega al desgate, aislando las luchas, con una clara política de conciliación o colaboración de clases.
Un ejemplo de ello es la provincia de Jujuy. Aunque el gobierno de Gerardo Morales aplicó descuentos exorbitantes a los docentes jujeños por los 5 días de paro, los docentes siguen en pie de lucha, ya han anunciado nuevas medidas de fuerza para recuperar lo descontado para la 1ra semana de octubre.
En la provincia de Santiago del Estero los docentes organizados en el Gremio de Cisadems, llevaron sus reclamos con marchas hacia el Ministerio de Educación de la provincia ya que gobierno provincial no pagaba el salario mínimo docente acorde a la paritaria nacional. El día viernes antes de las elecciones PASO, el gobierno anunció el pago de lo adeudado de los meses de junio y julio y prometió pagar acorde a la paritaria nacional, ya que nunca lo había realizado en los años anteriores, los salarios se mantenían congelados de febrero a febrero. Luego los docentes en asamblea en el gremio de Cisadems, votaron una medida más decisiva: paro en lugares de trabajo para el 1 de septiembre, unos días antes el gobierno de la provincia salió a anunciar bonos de $100.000- para septiembre, octubre, noviembre y diciembre.
Mantener una suma fija, ya sea del complemento salarial mínimo docente o de bonos, sigue achatando la escala salarial. Mientras los docentes se mantenían expectantes ante los anuncios del gobierno provincial, recibían otro ataque a la carrera docente enmascarado en sumas fijas y bonos que no suman al básico y que a los docentes prontos a jubilarse o a jubilados docentes los deja sumidos en la indigencia.
Santiago del Estero es un claro ejemplo del ajuste que sufre la educación donde el Consejo de Educación sigue intervenido de manera totalmente antidemocrática y anticonstitucional, cortando la carrera docente: sin aplicar los decretos de ascenso docentes, sin dar lugar a poder competir para ser vicerrector o rector o director, según el nivel, y manteniendo a más de 300 escuelas sin directivos. Con una mesa de dialogo intervenida se vació todo el cuerpo técnico, dejando sin supervisores a todos los niveles, sin ninguna guía ni asesoramiento pedagógico a las escuelas. Los gremios de la mesa de dialogo hablan de ahorro, cuando claramente es un ajuste a la educación.
Como se indicó anteriormente, hay un presupuesto a nivel nacional, pero ¿quién nos garantiza que se cumpla o se aplique ese presupuesto? Ahora prometen aumentar al 8 % el presupuesto en educación, ¿cómo lo harán? Activando la maquinita de impresión de billetes, que produce más inflación, mientras los salarios docentes siguen bajo la línea de pobreza.
El gobernador Gerardo Morales ordenó descuentos salariales exorbitantes, arbitrarios e ilegales a docentes que llevaron a cabo una huelga. Los descuentos alcanzaron a unos mil maestros por sumas de hasta el 80% del salario.
Los docentes no podemos dejar en manos ajenas la lucha por nuestros derechos: un salario digno, una educación pública, gratuita y de calidad, un salario acorde a la canasta familiar, con edificios escolares en condiciones dignas.
¡Debemos reunir al conjunto de la comunidad educativa, para debatir las necesidades inmediatas de salarios dignos y de los problemas que aquejan a la educación en su conjunto! En asambleas escolares, junto a los padres, estudiantes y salir con medidas de lucha hasta lograr conquistar todas nuestras reivindicaciones. Activistas, delegados y autoconvocados debemos sentar las bases para crear comités de huelga.
Sabemos de las dificultades que nos ocasiona a los y las trabajadoras la indigencia, la desocupación y el hambre. Somos plenamente conscientes que la degradación a la que nos someten los capitalistas y sus representantes políticos en el parlamento: la padecemos en nuestros cuerpos y nervios.
Entendemos con rabia que vienen nuevamente con promesas que no van a cumplir, ni oficialistas, ni libertarios, ni la derecha de Bullrich. Entonces, debemos traducir nuestra rabia en organización y claridad programática.
Debemos dar un paso más y convocarnos con el conjunto de la comunidad educativa y levantar una sola bandera.
¡No a la desocupación! ¡Por pleno empleo!
¡Basta de hambre!
¡Por un salario docente unificado a nivel nacional que garantice la canasta familiar en un cargo!
¡No a la intervención del consejo educativo! ¡Libre elección de representantes elegidos en asambleas de base!
¡Por mayor presupuesto educativo bajo control de la comunidad educativa!
¡Por mejoras inmediatas en las condiciones de trabajo e infraestructura escolar!
¡Por la huelga general!
¡Por un gobierno de los trabajadores!