Paritarias de los trabajadores de prensa: Capital Federal marca el camino

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periodista

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Los trabajadores de prensa enfrentamos este año las paritarias en una situación de dureza particular de las patronales, debido a cómo la crisis afecta al sector. Pero, sobre todo, por la dispersión y debilidad de nuestra organización sindical, que hace que se mantengan situaciones de gran precariedad laboral en los medios de comunicación.

En ese marco se destaca el proceso de recuperación en Capital Federal donde, luego de diez meses de evasivas, las patronales de los grandes diarios (Clarín, La Nación, Perfil, Página 12, Crónica, Tiempo, Cronista, Infobae, etc.) se vieron obligadas a acordar un salario básico de $3.317 para aspirante y $5.302 para redactor y, sobre eso, un incremento acumulativo de 8% en abril, 7% en agosto y 5% en enero, más dos pagos extraordinarios de $500 (en septiembre y noviembre), además de un retroactivo de 8% no remunerativo por los 10 meses de discusión.

Esto fue posible por el importante trabajo desde las bases, mediante la labor incansable y cotidiana de los delegados y mediante la herramienta democrática de la asamblea, impulsado por la oposición y superando también los obstáculos de la dirigencia de la UTPBA (CTA). Destaca en este sentido el trabajo sindical de los compañeros del Colectivo de Trabajadores de Prensa.

En abril hubo quite de firmas, paros de una hora por turno y protestas en las redacciones. Y la negociación fue llevada adelante por delegados paritarios electos en asamblea, ante las que rinden cuentas. Esta lucha fue la que derrotó las maniobras patronales dilatorias y consiguió el mencionado acuerdo, primera paritaria general desde 1975.

También queremos destacar el renacimiento de la organización sindical en lugares de dura regimentación, como en el Grupo Clarín donde hubo adhesión a las protestas y la elección de delegados paritarios después de doce años de persecución y prohibición de la actividad sindical.

Quedan pendientes de resolución aún los numerosísimos casos de flagrante precariedad y fraude laboral.

Por su parte los trabajadores de prensa de algunas grandes provincias y ciudades del interior (Córdoba, Tucumán, Rosario, Mar del Plata, etc.), que habían estado a la vanguardia en los últimos años en la recuperación de sus derechos laborales, enfrentan este año, además de las dificultades mencionadas, las consecuencias de la división de la CTA. Esto afectó a también a la Fetraccom, por lo cual no han podido avanzar como lo venían haciendo. En general se encuentran con la negativa patronal a una discusión paritaria seria y no han podido progresar en la lucha contra la precariedad.

En tanto Fatpren (del sector moyanista de la CGT) encuentra empantanada su paritaria con la patronal Adira en las restantes provincias del país. Luego de cuatro años de avances y recuperación de salarios y condiciones laborales, esta vez la patronal ha endurecido su posición y, obligada a presentarse ante requerimiento del ministerio de Trabajo, ha rebajado su oferta inicial. Ahora sólo promete un 18% en tres partes y se ha negado a discutir mejoras en materia de antigüedad, horarios, licencias, etc. Además se calcula que el 80% de las empresas incumplen el Convenio Colectivo vigente.

Fatpren ha rechazado estas maniobras y amenaza con medidas de fuerza. Pero para llevar adelante un plan de lucha serio debería cambiar radicalmente su modelo sindical, comenzando por fortalecer la organización en los lugares de trabajo.

Para poder seguir avanzando es necesario prestar atención a la experiencia de los compañeros de Capital Federal, donde el trabajo en las redacciones y la democracia de base comenzaron a revertir la situación. Sólo con unidad y participación masiva de los compañeros se puede impulsar la lucha y obtener mejoras salariales y en las condiciones laborales.