24 de marzo (1976-2004)

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Un año más, este 24 de marzo marchamos por todo el país contra la impunidad y para exigir el juicio y castigo de los genocidas y sus cómplices, aquellos que diseñaron y perpetraron el golpe del 24 de marzo de 1976 responsables del secuestro, desaparición y asesinato de los 30.000 luchadores desaparecidos y de los miles de detenidos y torturados

La lucha por el socialismo también es la lucha contra la impunidad y por el juicio y castigo de los asesinos

Un año más, este 24 de marzo marchamos por todo el país contra la impunidad y para exigir el juicio y castigo de los genocidas y sus cómplices, aquellos que diseñaron y perpetraron el golpe del 24 de marzo de 1976 responsables del secuestro, desaparición y asesinato de los 30.000 luchadores desaparecidos y de los miles de detenidos y torturados.

Tras la anulación de las leyes de
impunidad nada cambió

Aparentemente, este año celebramos este aniversario con un cambio importante: las leyes de Obediencia Debida y de Punto Final fueron anuladas el pasado mes de agosto por el Congreso de la nación, lo que lógicamente despertó enormes expectativas en la población y, muy particularmente, en los familiares de las víctimas de la represión que esperaban la reapertura de los juicios contra los asesinos y sus cómplices.

Sin embargo, 7 meses después las cosas siguen igual. Los procesos judiciales se mantienen empantanados y paralizados por la maraña jurídica burguesa y multitud de expertos legales reconocen en privado que pasarán muchos años antes de iniciar cualquiera de los juicios pendientes. Además, la anulación de estas leyes contenía una trampa. No se anularon al mismo tiempo los indultos que Menem concedió a la cúpula del Proceso militar, por lo que estos asesinos van a seguir gozando de su impunidad hasta que se mueran. Lo que demuestra que la iniciativa legislativa del gobierno de Kirchner, que fue acompañada por todos los legisladores de los partidos burgueses (peronistas, radicales y lopezmurphistas), sólo fue un engaño para "limpiar" sus conciencias y dar una señal de "ruptura" con el pasado para así ampliar su base de apoyo en la sociedad. En definitiva, cambiar todo para que nada cambie. Una burla cruel para las víctimas, sus familiares y para todos los que reivindicamos la memoria y el espíritu revolucionario de los luchadores caídos.

Los crímenes del “Argentinazo” siguen impunes

Y esto no es una casualidad. Después de más de dos años, los autores intelectuales y materiales de los 34 asesinatos y de las decenas de heridos en las jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001 también siguen libres e impunes. Apenas quedan uno o dos en prisión y sin juicio a la vista. Para "compensar", el gobierno de Kirchner anunció a los familiares de estos últimos que el Estado les daría una indemnización económica próximamente. Con eso trata de acallar la bronca de los familiares ante tamaña impunidad.

La masacre de Avellaneda: el gobierno mira para otro lado

Y lo mismo ocurre con los juicios por los asesinatos y heridos en la masacre del Puente Pueyrredón en Avellaneda el 26 de junio del 2002. Veinte meses después de la masacre todo sigue igual. Excepto dos detenidos, la mayoría de los responsables y autores materiales siguen libres e impunes, amparados por la policía y la gendarmería. Recientemente, los familiares de las víctimas conformaron una "comisión investigadora" para exigir al gobierno el juicio y castigo de los verdugos, atención médica para los heridos con secuelas, la apertura de los archivos de la SIDE y la imputación de los responsables políticos que en ese momento se encontraban al frente de la nación y de la provincia de Buenos Aires y del área de seguridad.

Como afirma un comunicado del MTD "Aníbal Verón", donde militaban Kosteki y Santillán, los dos compañeros asesinados en la masacre de Avellaneda: "El MTD Aníbal Verón acompaña con mucho entusiasmo la iniciativa de los familiares de crear una Comisión Independiente y al mismo tiempo lamenta la falta de respeto y el oportunismo del gobierno que durante 8 meses prometió investigar hasta las ultimas consecuencias, y al día de hoy no ha tomado ninguna medida al respecto. Depositamos nuestra entera confianza en la Comisión para que investigue hasta las últimas consecuencias la planificación criminal que terminó con la vida de nuestros compañeros Darío y Maxi, símbolos de la dignidad piquetera que florece cotidianamente en nuestros barrios."

El contenido de clase de la impunidad

Por nuestra parte, afirmamos que ni el gobierno ni la burguesía argentina están interesados en llegar hasta el final para esclarecer todos estos crímenes y que los genocidas del Proceso militar, del 19 y 20 de diciembre del 2001 y de la masacre de Avellaneda no serán juzgados, condenados ni enviados a prisión.

En todos estos casos, las fuerzas represivas actuaron por expreso mandato de los gobiernos de turno y de los capitalistas argentinos para sofocar violentamente la lucha revolucionaria de los trabajadores que amenazaba la continuidad del sistema capitalista. Estos asesinos prestaron sus servicios a los capitalistas, banqueros y terratenientes. Por eso no los juzgarán, o al menos pondrán todas las trabas posibles para impedirlo.

Mientras tanto, estamos obligados a ejercer la máxima presión para obligar al gobierno a ir lo más lejos posible en los juicios y castigos, al mismo tiempo que debemos proseguir en la lucha por la transformación socialista de la sociedad, por el gobierno de los trabajadores, única manera de enjuiciar y castigar ejemplarmente a los asesinos y genocidas, y dar plena satisfacción de justicia a los familiares, a las víctimas y a los luchadores obreros y populares.