Dada la situación actual del país, la clave para arrancarle al sistema explotador aumentos de salarios, de planes para desocupados, subsidios para los comedores populares etc., pasa precisamente por la unión y coordinación entre el movimiento piquetero y el movimiento obrero. En los últimos meses fuimos testigos de la creciente lucha de amplios sectores de la clase trabajadora, ésta empieza a moverse para recuperar el bajo nivel de los salarios y escapar de la miserable vida que le ofrece el capitalismo K. Los sindicatos, organizaciones primarias de la clase trabajadora, lentamente empiezan a agitarse bajo el impulso de las bases que ya están hartas de esperar las dadivas de burócratas y empresarios. La experiencia de los trabajadores telefónicos, SUTEBA, demuestra lo necesarios que son los sindicatos para nuestra clase y sus luchas, y cómo bajo el impulso de esas luchas, empiezan a sacarse el polvo de la inacción y la conciliación.
La ANT tiene la oportunidad de robustecer y orientar el movimiento de lucha que recién comienza, uno de sus principales objetivos tendría que ser apoyar a los trabajadores más conscientes que hoy militan de los sindicatos para organizar corrientes de oposición dentro de los mismos, forjando los lazos de solidaridad con los desocupados. El conflicto del Subte en Buenos Aires, donde hombro a hombro trabajadores ocupados y desocupados bloquearon las boleterías, mostró la efectividad de este método de lucha. Así mismo, los luchadores piqueteros no pueden suplantar a los trabajadores activos que mantienen un conflicto con la patronal, ni pasar por encima de ellos. Sería un grave error, la unión de clase quedaría desvirtuada, la "dirigencia" se apoyaría en los elementos más vacilantes y atrasados para aislar a los trabajadores ocupados más activos y conscientes. Acelerar la conciencia de los trabajadores, mostrando determinación y solidaridad, no es lo mismo que pasar por encima de ella, yendo demasiado por delante de lo que la realidad marca.
El martes 4 de noviembre el movimiento respondió formidablemente a la ofensiva capitalista mostrando su mejor rostro: la unidad de los sectores luchadores del movimiento piquetero, que produjo una manifestación masiva, potente y cohesionada, casi 50.000 compañeros le hicieron frente a los planes reaccionarios del gobierno. Por eso la ANT tiene que arremeter contra la dispersión del movimiento piquetero, para que su potencia de combatividad no se desgaste en cortes aislados de unas u otras organizaciones, debemos aprender de la experiencia. La división injustificable del movimiento piquetero tiene que acabar cuanto antes, esta disgregación de las fuerzas lleva a la esterilidad de la protesta, y por otro lado deja la puerta abierta a las artimañas de los capitalistas. La acción del miércoles 22 de octubre muestra a las claras la vulnerabilidad del aislamiento, aprovechada por la reacción, en boca del ministro de Trabajo, Tomada, para levantar cabeza. Debemos tener en cuenta qué, cuando las acciones son multitudinarias y coordinadas, con la participación de la mayoría de las organizaciones el poder del movimiento piquetero adquiere toda su fuerza, este es el único camino en que nuestros reclamos pueden alcanzarse. Es verdad que algunas organizaciones piqueteras mantienen una actitud "contemporizadora" con K, pero ante la negativa del gobierno de otorgar más planes y no aumentar el monto de los actuales, ante la brisa represiva, las bases de estos movimientos empujaran a sus dirigentes tarde o temprano al enfrentamiento con el gobierno.
Hay que luchar por una ANT que pueda contener en su seno a la aplastante mayoría de las organizaciones piqueteras, con libertad de tendencias y con una implementación genuina de la democracia obrera. Un ANT de masas servirá para ayudar el desarrollo y consolidación de las tendencias de izquierda en los sindicatos (tanto en la CTA como en la CGT), tarea fundamental para el futuro del movimiento obrero y piquetero, recuperar estas herramientas de la clase trabajadora nos permitiría llegar a los oídos y corazones de amplias masas de trabajadores.