Publicamos un extracto de la entrevista que le hicimos a la revolucionaria cubana, Celia Hart, durante su visita a nuestro país en el mes de Junio. La entrevista completa pueden leerla en nuestra página web en: Entrevista a Celia Hart
Entrevista a Celia Hart
Publicamos un extracto de la entrevista que le hicimos a la revolucionaria cubana, Celia Hart, durante su visita a nuestro país en el mes de Junio. La entrevista completa pueden leerla en nuestra página web en:
Entrevista a Celia Hart
El Militante:- Coincidiendo con la enfermedad de Fidel, se dio todo un debate sobre el futuro de Cuba. Algunos hablan de la necesidad de una transición siguiendo el modelo de China ¿Qué pensás de todo esto?
Celia Hart.- Cuando se anunció el cese temporal en las funciones de Fidel se nos vino momentáneamente el mundo encima. Fueron meses bien difíciles para los revolucionarios.
La dificultad está en que lo que hacía Fidel, su voz, su palabra hablada formaba parte de las armas más eficaces de la revolución. Fidel significó mucho con la palabra hablada y con la batalla de ideas, desde que nacimos.
Es verdad que en Cuba hay personas y sectores que puedan pensar, que podemos hacer una transición al estilo chino hacia el capitalismo, defendiendo además esta perspectiva. Eso sí es un peligro, no reconocerlo sería infantilismo político. El propio Fidel advirtió de este peligro poco antes de enfermarse, en noviembre del 2005.
Pero, afortunadamente, el contrapeso fundamental a una versión china de mi revolución es la existencia del proceso revolucionario venezolano, que cada vez se va radicalizando más a la izquierda, y eso jalonea al proceso cubano de cierta forma, porque muchos de los revolucionarios que en Cuba dejaron de hablar de socialismo, para sustituirlo con los términos ecuménicos de "justicia social", "un mundo mejor", todo proveniente del "altermundismo", ahora ven que en Venezuela se habla de Socialismo con gran naturalidad, y ahora ellos también quieren hablar de socialismo y vuelven a aparecer términos y debates que hace mucho tiempo no existían.
La revolución cubana ha tenido mejor suerte que otras revoluciones, como la rusa. No sólo porque Fidel está vivo todavía, sino porque la izquierda en sus diferentes variantes, con los mejores intelectuales del país, están en Cuba luchando por el Socialismo, que no fue el caso de la URSS cuando triunfó el estalinismo o cuando cayó el Muro de Berlín…
Cuando me preguntan por el futuro de Cuba, como imagen digo…"el futuro de Cuba pasa también por las calles de Caracas, y los camaradas venezolanos están defendiendo también la permanencia de la Revolución Cubana. Tienen una responsabilidad enorme".
EM.- En tus escritos vos has destacado la afinidad de los pensamientos e ideas de Trotsky y el Che Guevara ¿Qué podés decirnos al respecto?
CH.- Por paradójico que parezca, cuando yo empecé a leer a Trotsky reconocí las mismas ideas que de una u otra forma había aprehendido del Che Guevara: La Revolución Permanente, el Desarrollo Desigual y Combinado en los países de capitalismo atrasado, el Internacionalismo, sus críticas a la burocracia soviética. Baste volver a leer con cuidado El Socialismo y el Hombre en Cuba, o el Mensaje a la Tricontinental o el Discurso de Argel para reconocer cuáles eran los resortes del Che, su crítica feroz a lo que él mismo llamó "Potencias Socialistas". El internacionalismo como necesidad para seguir siendo revolucionario. Un internacionalismo militante y comprometido hasta los tuétanos.
EM.- Vos sos una defensora entusiasta de la revolución bolivariana y del carácter socialista de la misma. A comienzos del año, Chávez propuso la creación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Hay todo un debate sobre la actitud que debemos tener los marxistas hacia este partido ¿Cuál es tu posición?
CH.- Yo creo que hay que participar en la construcción del PSUV. Por eso felicito mucho a los marxistas venezolanos que han entrado y apoyado el PSUV. Lo que no quiere decir que no haya grandes retos. Es un partido al que también han ingresado muchos burócratas y reformistas, pero es una misión de los marxistas, que creemos en el frente único revolucionario, dar allí dentro la batalla porque allí es donde está lo más revolucionario de Venezuela.
Habrá que ver cómo se agrupan y unen todos los marxistas en el PSUV.
Pese a que Chávez dijo que no habrá tendencias, eso está por ver. Con todo el respeto que me merece. Pero no creo que no vaya a haber tendencias. Porque si están los reformistas de un lado y los marxistas del otro, el surgimiento de tendencias va a ser inevitable. Si el ala que debemos defender se convierte en una fuerza importante, yo creo que Chávez, como yo creo que poco a poco está haciendo, se va a decantar por esta ala, a pesar de la burocracia y la corrupción que también existe en sectores de su entorno. Está en su carácter. Entonces, todos a fomentar el partido.
Yo sé que vuestros camaradas de la Corriente Marxista Revolucionaria de Venezuela, han hecho un gran trabajo en esto. Creo que de alguna forma ha llegado la hora para que todos los trotskistas se encuentren (con sus dudas y apreciaciones diferentes) allí adentro.
EM.- Por último, Celia, cómo valorás tu estancia en Argentina, la presentación de tu libro y demás actividades
CH.- Me ha ido muy bien, excelente, nunca me pude imaginar algo así. Pero aprovecho para decirte algo en lo que he meditado mucho para entender tal bienvenida.
Yo tengo muchos atributos que no dependen absolutamente nada de mí. Provengo de la revolución cubana, mis padres son revolucionarios fundamentales de ella, y yo tan sólo he sido medianamente consecuente con eso, junto con cierta pericia de juntar letras, ahí está.
La otra punta de la madeja es porque, prácticamente silvestre, me alineé con las ideas del marxismo radical: Busca que te busca, a pesar de que me lo ocultaron por mucho tiempo, como a muchos otros, Trotsky se me aparece en el momento adecuado en las circunstancias justas. Le conozco poco antes de la caída del muro de Berlín, y eso hace que su pensamiento resulte fresco y renovador…
Se me amontonan todos estos factores encima….Muchos me preguntan sorprendidos: "¿Y cómo se puede ser trotskista en Cuba?". Yo les respondo con un infinita seguridad: "No, cómo se puede no ser trotskista en Cuba", con la tradición revolucionaria de nuestra historia y la tradición internacionalista por excelencia que tenemos.