Ante nuestros ojos se verifica una ofensiva esférica -es decir por el lado que se la mire- contra la clase obrera. En este marco los trabajadores, con y sin el apoyo de sus dirigentes, improvisan comités, se lanzan a las calles y obligan a la realización de paros nacionales. En este marco es urgente concretar una dirección acorde a las necesidades y al grado de combatividad que adquieren las clases proletarias. Ante una ofensiva reaccionaria el mejor antídoto es una táctica revolucionaria, esa es las la esencia de la propuesta del siguiente artículo
Detengamos la reforma al ISSSTE y los ataques a la clase obrera con la huelga general
Ante nuestros ojos se verifica una ofensiva esférica -es decir por el lado que se la mire- contra la clase obrera. En este marco los trabajadores, con y sin el apoyo de sus dirigentes, improvisan comités, se lanzan a las calles y obligan a la realización de paros nacionales. En este marco es urgente concretar una dirección acorde a las necesidades y al grado de combatividad que adquieren las clases proletarias. Ante una ofensiva reaccionaria el mejor antídoto es una táctica revolucionaria, esa es la esencia de la propuesta del siguiente artículo.
La clase obrera está girando tremendamente a la izquierda, el asenso del movimiento obrero es inevitable. Hoy todas esas teorías que decían que la clase obrera se había aburguesado, que había perdido su carácter revolucionario o, incluso, que había desaparecido, muestran toda su falsedad. Los marxistas, aun en el periodo más difícil de la lucha de clases, siempre mantuvimos nuestra confianza en el potencial revolucionario de nuestra clase. Se ha abierto un nuevo periodo en la lucha de clases en México, un periodo claramente revolucionario y hemos entrado en una nueva página de este proceso.
La lucha contra la imposición de la nueva ley contra el ISSSTE, que afecta de manera directa a 10 millones de trabajadores al servicio del Estado modificando las jubilaciones y pensiones y la seguridad social, muestra las potencialidades inmensas para el movimiento, con la posibilidad de la democratización de nuestros sindicatos, de tener direcciones consecuentes al frente, que en el actual periodo sólo lo pueden ser asumiendo políticas revolucionarias. Frente a la necesidad de la unidad en el movimiento y de dar demostraciones de fuerza más importantes que en el pasado, que se traducen en la lucha por una huelga general que paralice todo el país, es fundamental analizar el actual proceso del movimiento obrero para saber actuar en consecuencia. Pero no podemos entender la lucha contra la reforma a la Ley del ISSSTE sin enmarcarla dentro del contexto general de la lucha de clases.
Es cierto que la burguesía se está preparando. El gobierno de Calderón está bushificandose, siendo parte de la derecha de todo el continente Americano, militariza al país, impulsa tener derechos de cateo y detenciones sin origen previo, etc. La ultraderecha intenta utilizar la lucha contra la legalización del aborto para movilizar a su base social con un supuesto respeto a la vida, aun cuando miles de mujeres mueren diariamente por realizarse abortos insalubres y sin atención médica. Pero a pesar de todas estas medidas, el gobierno de Calderón es muy débil y se tambaleará con la entrada en la lucha de la clase obrera a través de sus organizaciones y métodos tradicionales.
La lucha del SME
El 16 de marzo a las 24 estaba emplazada la huelga del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) por revisión salarial, y la patronal un día antes no había hecho ningún ofrecimiento a los trabajadores. Transcurrió la noche del día 15 y en la mañana del 16 no había acuerdo, los trabajadores en los distintos centros de trabajo realizaban asambleas y se organizaban para la huelga. El 8 de marzo, el día internacional de la mujer trabajadora, el SME marchó de 5 puntos distintos de la Ciudad de México y llenó la plancha del Zócalo capitalino bajo el grito de batalla "¡Aquí se ve la fuerza del SME!". En realidad sólo era una pequeña demostración del poderío de los trabajadores, porque la verdadera fuerza del SME está en su papel en la producción, los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) son capaces de paralizar la producción de todo el centro del país.
La hora del comienzo de la huelga se acercaba y el presidente espurio en persona daba la orden de no ofrecer ningún incremento que rebasara el tope salarial de 3.9% y ordenó sólo ofrecer incremento en prestaciones, para no dar un mal ejemplo al resto de los trabajadores. Se ordenó enviar a la Policía Federal Preventiva y a la Marina a los principales centros laborales de LyFC. Desde el primer minuto del viernes 16 estaban presentes las fuerzas represivas, los Marinos junto con trabajadores no sindicalizados de LyFC entraron a las instalaciones pero llegando la mayoría de los trabajadores a los respectivos centros laborales los echaron a la calle.
Acercándose la hora del comienzo de la huelga, los obreros comenzaron a tomar las instalaciones en distintos centros. Dirigentes de varios sindicatos se presentaban a la asamblea permanente del SME a manifestar la solidaridad, días antes salían desplegados en apoyo a la lucha de los electricistas de distintos sindicatos como el SITUAM; STUNAM, Sindicato de Telefonistas, CNTE, la ASSA, UNT. El comienzo de la huelga hubiera provocado la lucha de los trabajadores del SME contra la requisa pero aun sin conseguir impedirla, además la huelga hubiera atraído las simpatías y apoyo del resto de los trabajadores que permitirían una mejor correlación de fuerzas con la posibilidad latente de que la lucha trascendiera del ámbito económico y local y se convirtiera en el eje aglutinador que sacara a la superficie el descontento acumulado en la clase obrera.
A poco más de una hora de vencerse el emplazamiento de huelga se llega a un acuerdo donde se rompe el tope salarial, aunque mínimamente, consiguiendo un incremento al salario de 4.25% y se obtienen triunfos en prestaciones. Lo importante de la prehuelga del SME es que muestra las contradicciones que existen dentro del movimiento obrero en México.
El reformismo sin margen de maniobra
Un día antes del emplazamiento a huelga 26 sindicatos publican un manifiesto a la nación donde declaran:
"El sector patronal y el gobierno, actuando como uno solo, se han declarado en contra de los intereses de los trabajadores y del resto de la sociedad. Ambos, respondiendo a directrices extrañas y a sus propias ambiciones de más dinero y poder, están llevando al pueblo mexicano a que recurra a medidas extremas no deseables para resolver la creciente cantidad de problemas que se acumulan sobre sus espaldas: desempleo; poco empleo, precario, informal, mal pagado y sobreexplotado; salarios mínimos de hambre e igual destino para los contractuales; más mexicanos que recurren a la migración para solucionar sus problemas; aumento de precios progresivo e igual crecimiento de inflación; más pobreza y miseria; restricción de los derechos ciudadanos y militarización del país; deterioro de la aparente democracia y alarmantes indicios de quebranto del Estado mexicano, por sometimiento del gobierno a intereses y estrategias provenientes del exterior".
"¿Hasta qué punto puede un gobierno fallar en sus responsabilidades, actuar contra la sociedad que dice representar y secuestrarle sus derechos? ¿Hasta qué punto una elite económica puede asumir posiciones antisociales que solamente despliegan pobreza, miseria y un profundo malestar? La respuesta es evidente: HASTA QUE LA CLASE TRABAJADORA Y LA SOCIEDAD LO PERMITAN" (Manifiesto a la Nación, énfasis en el original).
Este extracto del Manifiesto a la Nación es verdaderamente ilustrativo del actual periodo. Muchos dirigentes de los sindicatos firmantes incluso apenas hace unas semanas querían llegar a pactos y acuerdos con el gobierno espurio. Después de la marcha contra el incremento del precio de la tortilla y por el aumento salarial de emergencia, el 31 de enero pasado, planteaban la necesidad de un pacto nacional con la esperanza de que Calderón diera algunas migajas y así no verse en la necesidad de salir a la lucha, pero se han topado con pared.
El reformismo tiene una base material para existir, sin reformas no hay espacio para el reformismo. El gobierno de Calderón llegó a la presidencia por la imposición de la burguesía que no está dispuesta a seguir aplazando sus reformas y ataques en contra de nuestra clase.
El voto masivo a Obrador, la campaña militante realizada por miles de trabajadores y pobres del país, eran un indicador claro del giro a la izquierda del movimiento. El fraude electoral sólo fue un catalizador que no ha frenado el descontento ni el giro a la izquierda, sino que están generando las condiciones para un enfrentamiento entre clases aún mayor. Las movilizaciones multitudinarias contra el fraude, el kilométrico plantón y la creación de la CND, a pesar de la derrota parcial por parte de la derecha, han sido toda una escuela para el movimiento de los trabajadores. La imposición de Calderón vino acompañada por un proceso de preparación y formación de los explotados en la dura escuela de la vida y la lucha de clases. El gobierno espurio es débil e impopular, por eso maniobra de mil y una formas para cumplir su papel.
No se puede tener ningún tipo de esperanza en el gobierno espurio y eso es sabido por nosotros los trabajadores que no necesitamos conocer la nueva ley que quieren imponer al ISSSTE para saber que es un franco ataque contra nuestros derechos elementales. A Calderón y la burguesía no les interesa conciliar con los trabajadores, intentan imponer sus ataques a toda costa. Esta es una lucha de clases viva, nosotros no podemos responder ante la firmeza y contundencia de los ataques de la burguesía de manera tímida, necesitamos la mayor unidad y contundencia en nuestra lucha, hemos realizado las movilizaciones más numerosas de la historia de México pero estos métodos que en el pasado podían ser fundamentales hoy son francamente insuficientes. No se trata de inventar el hilo negro debemos responder con nuestros métodos clásicos como lo es la huelga general. No hay espacio para acciones y métodos moderados.
El ambiente de unidad
Un síntoma del avance en la conciencia de la clase obrera y el resto de oprimidos del país lo vemos en que queda claro a los ojos de todos que si luchamos de manera aislada no tenemos ninguna posibilidad de detener ataques severos o conseguir triunfos serios. Los ataques a los 10 millones de afiliados al ISSSTE agrupados en distintos sindicatos ya implica la necesidad de una lucha unificada. Después de los ataques a los trabajadores al servicio del Estado continúan las reformas contra los trabajadores de Petróleos Mexicanos (PEMEX). Si avanza la nueva Ley contra el ISSSTE la burguesía y su gobierno se animarían incluso a impulsar modificaciones a la Ley Federal de Trabajo que afectarían a todos los trabajadores sin excepción. Los ataques contra los trabajadores del Estado forman parte de un plan general de desmantelamiento de todas las conquistas sindicales.
La situación de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México (ASSA) es un ejemplo claro de la política de la burguesía, al querer mutilar en un 80% el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT). Otro ejemplo lo vemos con los trabajadores de la Universidad Autónoma de Puebla donde los sindicatos charros ASPABUAP y SITBUAP junto con la rectoría han aprobado modificaciones al CCT que implican pasar de manera gradual de 25 a 35 años cotizados para conseguir una jubilación. Los trabajadores de la UAP no tienen ninguna posibilidad de éxito para echar abajo estos acuerdos si luchan aislados.
La necesidad de la democracia sindical
Lo que ha ocurrido en Puebla se repite a nivel macro con la reforma al ISSSTE, en este caso los dirigentes del FTSE y el SNTE realizan su papel abiertamente reaccionario contra los trabajadores al luchar hombro con hombro con el gobierno de Calderón para impulsar la nueva Ley contra el ISSSTE. Joel Ayala y Elba Esther Gordillo, dirigentes de estos gremios, quieren beneficiarse de la utilización discrecional de nuestros fondos para el retiro, utilizándolos como un negocio privado.
A pesar de que ante las bases sindicales estos charros son vistos como traidores y enemigos, ellos utilizan el poder del aparato sindical para mantenerse al frente. Pero en un periodo como el que vivimos la conciencia avanza a pasos agigantados. En Puebla, por ejemplo, ha habido una desafiliación masiva de los sindicatos charros (ASSPABUAP y SITBUAP) y los trabajadores están regresando al sindicato tradicional y de izquierda que es el SUNTUAP. Si bien el movimiento sindical en la UAP tiene características muy peculiares al existir dos sindicatos ilegales charros, pero reconocidos por la rectoría, y un sindicato oficial y democrático no reconocido por la patronal y que ha sido severamente golpeado, aunque se está recuperando en este periodo. El ejemplo del SUNTUAP muestra el potencial de lucha que hay en las bases de los sindicatos charros.
Podríamos mencionar también como ejemplo el caso de la lucha de los trabajadores de Olympia, fábrica donde se elaboran maquinas de escribir. En éste caso el sindicato afiliado a la CROM vivió un proceso de democratización sindical donde los trabajadores expulsaron al dirigente charro y eligieron un nuevo comité ejecutivo con representantes auténticos de la base. A partir de entonces el sindicato está defendiendo los derechos de los trabajadores y los afiliados mantienen una actitud combativa, avanzando la organización de los trabajadores en menos de un año lo que no había avanzado en casi cuarenta años de sindicalismo corporativo.
Lo que vemos ante nuestros ojos es una oportunidad inmensa de democratizar nuestros sindicatos. Concretamente con ésta reforma, mientras Joel Ayala las avala, sindicatos como el del ISSSTE mismo se pronuncian por luchar contra la reforma. Lo mismo ocurre con algunas secciones del SNTE. Estas divisiones por arriba expresan el descontento por abajo, algunos dirigentes charros para no ser rebasados se pondrán al frente de la lucha, pero esto será un arma de doble filo para ellos, pues los trabajadores entrando a luchar adquirirán mayor conciencia de clase y eso pondrá en peligro la propia permanencia de la actual burocracia sindical ya que se desarrollará una actitud más critica hacia ellos mostrando en todo su esplendor los límites de su política.
Aún no somos derrotados
El Estado está realizando una campaña masiva en los medios de comunicación con el objetivo, no sólo de engañar a los trabajadores sobre los verdaderos intereses del cambio de Ley, hablando de los "grandes beneficios" que tiene para el trabajador, sino además para dar la impresión de que el proceso está lo suficientemente avanzado como para echarlo atrás. Esta campaña esta acompañada de una alianza entre Calderón, el PRI, el PAN, el PVEM, el PANAL y la dirección del FETSE y SNTE para aprobar la Ley en fast track.
La actual batalla es una lucha contra el tiempo, pero lejos estamos de haber sido derrotados, no podemos caer en el juego de Calderón y quedarnos paralizados esperando a ver como nuestro futuro se va como agua en la coladera.
La sesión del congreso del pasado 20 de marzo estuvo acompañada de duras protestas afuera de San Lázaro mostrando el gran malestar existente. El 23 cuando los diputados de la burguesía aprobaban la ley, a las afueras se realizaba un mitin bastante combativo con la asistencia de trabajadores de distintas dependencias del gobierno.
En los centros de trabajo hay un gran descontento pero no siempre hay quién organice la lucha, los dirigentes sindicales en su inmensa mayoría no se están poniendo a la altura de las circunstancias. En los lugares donde ha habido asambleas se manifiestan los trabajadores apabullantemente contra la reforma y en apoyo al paro general convocado para el 27 de marzo.
En algunas escuelas del Instituto Politécnico Nacional, han ido mucho más lejos. En la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) se realizó una asamblea conjunta entre estudiantes, docentes y no docentes donde se aprobó un paro de labores para el 21 de marzo. Mientras Biológicas se encontraba en paro en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME) unidad Zacatenco, se aprueba también impulsar un paro de labores para el 22 y al término de las asambleas se realizaron marchas bastante combativas. Ante esa noticia en la ENCB se acuerda mantener el paro un día más, estos son solo dos ejemplos pero muchas escuelas más han realizado paros activos. En el IPN se está luchando para que el conjunto de la institución se paralice el 27 de marzo, el CLEP-CEDEP la principal y tradicional organización estudiantil se ha manifestado en apoyar la lucha de los trabajadores y está actuando en consecuencia.
En otros centros de trabajo con menor organización, como por ejemplo los hospitales del ISSSTE, se han realizado mítines con asistencia de hasta dos mil trabajadores. Todos estos ejemplos y muchos que no mencionamos hablan del ambiente que se respira y el potencial de lucha existente, así que no hay razón para sentirnos derrotados antes de dar las batallas decisivas.
El Paro del 27 de Marzo
El 27 de marzo veremos una jornada de lucha muy importante, ése día debemos paralizar la mayor parte de nuestros centros laborales, tratar de sumar a la mayor cantidad de sindicatos y trabajadores al paro. Diversos sindicatos universitarios convocaron a una asamblea abierta donde llegaron trabajadores de diversas organizaciones sindicales y políticas. Nos hemos pronunciado por la unidad en la acción y por impulsar el paro del 27.
Uno de los acuerdos más importantes fue asistir en bloque a una reunión en el SME para proponer que se sumen el resto de los trabajadores al paro del 27 de marzo y buscar una coordinación más amplia.
El ambiente general en la Convención Nacional Democrática fue en rechazo a las reformas al ISSSTE, los convencionistas debemos sumarnos a las jornadas del 27 de marzo y en el resto de las movilizaciones convocadas, se tienen que organizar en cada barrio comités de apoyo donde desde las colonias salgan brigadas a las fábricas, hospitales, oficinas y escuelas para potenciar la lucha. Los trabajadores en la CND también debemos promover e impulsar el paro en todos los centros de trabajo donde laboremos. Se debe realizar un plan de acción que complemente y potencie el impulsado por los sindicatos.
El día 27 debe ser una fecha donde mostremos nuestra fuerza. Un paro general de 24 horas donde salgamos a las calles a luchar. Este será un ensayo general para una huelga general, será acatado por diversos trabajadores; en algunos centros los trabajadores impulsaran el paro rebasando a sus direcciones sindicales. Se deben formar comités en cada centro de trabajo para planear las acciones a seguir, ya que el paro del 27 sólo será una batalla y ésta lucha será más a largo plazo.
Los sindicatos deben intensificar la campaña de información que la burguesía oculta en sus medios de comunicación, se deben realizar brigadas informativas, la formación de comités de huelga y la realización de asambleas. Después del 27 se deberá impulsar una huelga general de 24 horas, donde se paralice toda la producción y ponga sobre la mesa quién es el dueño de la casa, preparando las condiciones para ir a la ofensiva. Después de realizar el paro nacional no debemos replegarnos, sino avanzar convocando a la huelga general de 24 horas donde se sume al conjunto de los sindicatos y demás trabajadores del campo y la ciudad.
La clase obrera debe ponerse a la cabeza del movimiento
Lo que estamos viviendo no sucede en periodos normales, vivimos un periodo excepcional en la lucha de clases en América Latina donde hemos visto insurrecciones populares, huelgas generales, derrocamientos populares y la oportunidad de que los trabajadores tomen el poder en sus manos en países como Ecuador y Bolivia. El gobierno de Chávez se pronuncia por ir hacia el socialismo y se ha dado un proceso sumamente importante de tomas y expropiaciones de fábricas. Bajo este proceso revolucionario en América Latina, en México vivimos la lucha contra el fraude y la insurrección revolucionaria de Oaxaca, donde el movimiento obrero a través de la sección 22 de la CNTE se puso al frente del resto del pueblo.
Con la formación de la APPO se creó un doble poder donde Ulises Ruiz no gobernaba, pero el Estado capitalista no se destruyó y los trabajadores de Oaxaca formaron un poder obrero que no terminó de desarrollarse.
Al no tomar completamente el poder la APPO y al no extenderse a todo el país la experiencia Oaxaqueña, el movimiento finalmente fue derrotado, aunque sin resolver ninguna de las causas del levantamiento generando las condiciones para un nuevo levantamiento y recuperación del movimiento en Oaxaca en el futuro. La presente lucha contra las reformas a la ley del ISSSTE está aglutinando al conjunto del movimiento. El PRD y el resto del Frente Amplio Progresista se están oponiendo a las reformas en las cámaras, la CND en las distintas mesas de trabajo y la plenaria se ha pronunciado por defender los derechos del ISSSTE, los gritos de huelga retumbaban en las distintas sesiones. Esto es natural, hay un proceso de maduración en la conciencia, pero también en la CND ha quedado claro que hay dirigentes a los que no les interesa en lo más mínimo impulsar acciones como la huelga general, hoy podemos ver con mayor claridad todas las verrugas y defectos del reformismo. Los dirigentes del PRD, CND y los sindicatos tienen que girar a la izquierda si no quieren perder su influencia y ser rebasados por las bases del movimiento.
Los sindicatos preparan el paro del 27 de marzo. De realizarse con éxito ésta acción, los oprimidos del país estarían atentos a los llamados que realizará el movimiento obrero. La experiencia de Oaxaca se podría repetir pero en una escala nacional, el tema del ISSSTE pasaría a segundo plano y se pondría sobre la mesa el derrocamiento de Felipe Calderón que sería completamente factible. El SITUAM además de anunciar que se suma al paro del 27 de marzo ha convocado a la realización de una asamblea amplia para el 28 de marzo a la par que la CNTE se pronuncia por la construcción del Consejo Nacional de Huelga, esta debe servir para organizar la huelga general de 24 horas y sumar al resto de la clase obrera y demás clases y sectores oprimidos del campo y la ciudad a una batalla decisiva contra el gobierno espurio y por un gobierno de los trabajadores. Si la huelga general de 24 horas no es suficiente para derrocar al gobierno espurio, debemos realizar entonces una huelga general hasta la caída del gobierno espurio. Marx señalaba que las ideas se pueden convertir en una fuerza material cuando se apoderan de la mente de las masas y la idea de la huelga general ha penetrado profundamente en la mente de la clase obrera en México.
La huelga general
En Bolivia cuando el gobierno de Sánchez de Losada (Goni) intentaba vender a precio de regalo el gas natural, los trabajadores realizaron una huelga general donde los mineros se pusieron a la cabeza de la lucha, el avance del movimiento fue impresionante, los trabajadores marcharon hacia La Paz, para entonces las demandas iniciales ya habían cambiado, se exigía la renacionalización del gas, la industrialización del país y la cabeza del represor y asesino de Sánchez de Lozada. El Goni salió huyendo ante el poderío del proletariado que avanzaba sin que nada lo pudiera detener, era completamente factible la toma del poder por parte de los trabajadores, pero la dirección de la Central Obrera Boliviana (COB) titubeó en el último momento cuando podía haber llamado a la ocupación de los edificios públicos por parte de los trabajadores, la formación de asambleas populares en todo el país que eligieran delegados que se reunieran en un congreso nacional de los trabajadores que decretaran la renacionalización del gas, la toma de tierras, etc. Pero los errores de la dirección cuestan y se perdió la oportunidad y hubo un recambio constitucional que no resolvió nada y sólo provocó que pasado un tiempo hubiera una nueva huelga general donde se formaron organismos de doble poder con los cabildos abiertos que en la ciudad del Alto asumieron medidas incluso de carácter económico al distribuir gas a los barrios obreros sin que llegara a los barrios de la burguesía. La historia final de esa nueva huelga general fue similar a la primera.
La huelga general pone sobre la mesa la toma del poder, pero como muestra Bolivia no lo resuelve por sí solo. La lucha contra la nueva Ley del ISSSTE expresa el descontento creciente del proletariado mexicano que sólo está buscando una oportunidad para demostrar su fuerza. Si al frente de los sindicatos, del PRD y la CND existieran direcciones revolucionarias que se basaran en el programa y métodos del marxismo, los días del capitalismo en México estarían contados. Pero las revoluciones las hacen las masas y surgen cuando ante sus ojos queda claro que bajo este sistema capitalista no tenemos solución alguna a nuestros problemas.
Únete a la Tendencia Marxista Militante
Trotsky señalaba que se podía resumir la crisis de la humanidad en la crisis de la dirección revolucionaria. El freno del movimiento en México son los actuales dirigentes de la CND, los Sindicatos y el PRD. En periodos revolucionarios es común ver el ascenso y caída de diversos dirigentes, estos suelen expresar el nivel de conciencia de las masas en un momento determinado. Los marxistas estamos luchando por la construcción de una dirección revolucionaria para el movimiento. Los sindicatos se sacudirán en el siguiente periodo, esto lo vemos ahora mismo en el STUNAM donde la dirección sindical está siendo un freno descarado para el movimiento, se está polarizando el sindicato entre derecha e izquierda. Es necesaria la construcción de una corriente revolucionaria a lo interno de los sindicatos. No se trata de luchar sólo por nuestras demandas inmediatas sino por un cambio profundo en la sociedad.
Se nos abrirán oportunidades maravillosas para cambiar la sociedad, el ejemplo de Bolivia es claro, pero debemos de aprender de esta experiencia, necesitamos una dirección revolucionaria. El capitalismo es un viejo decrepito y moribundo, un sistema enfermo de muerte, incapaz de dar concesiones importantes a los trabajadores. Podemos detener la reforma contra el ISSSTE pero esto no detendrá los ataques de este sistema voraz que buscará, una y otra vez, llevarnos a la más pura esclavitud. Por eso la lucha es por una transformación profunda de la sociedad, por una sociedad socialista donde cada trabajador tenga salarios justos y no haya gente privilegiada como el pederasta Miguel Angel Yunes (director del ISSSTE que gana una fortuna a la que no aspira ningún trabajador común) y los altos funcionarios del gobierno. Necesitamos una sociedad donde cada ser humano tenga acceso a la educación, salud y trabajo, donde haya pensiones y jubilaciones justas y estables para todos, donde la riqueza se distribuya de manera equitativa y no como en México, donde millones de trabajadores vivimos en la más brutal explotación, pobreza y miseria y por otro lado existen multimillonarios como Carlos Slim, el tercer hombre más rico del planeta.
Sólo acabando con estos privilegios habrá igualdad social, debemos luchar por un gobierno obrero que expropie las riquezas de la burguesía parasitaria que se enriquece con nuestro sudor. En la actualidad millones de pesos se destinan a rescatar a burgueses como en el Caso del IPAB y nos dicen que seria un privilegio y algo injusto que el Estado asuma lo que falta para cubrir nuestras pensiones y jubilaciones. Por eso debemos oponernos al pago de los rescates banqueros y contra la sangría que significa el pago a la deuda externa. Que esos recursos se utilicen en beneficio de la clase trabajadora.
Bajo el actual gobierno no podemos esperar nada nuevo, solo derrumbándolo, podemos aspirar a la construcción de un gobierno obrero que luche por una sociedad distinta, igualitaria, donde los seres humanos ya no seamos explotados, donde los adultos mayores puedan vivir sin preocupaciones y recibiendo jubilaciones que les permitan vivir dignamente. Es necesaria una transformación profunda de la sociedad, pero ésta debe darse en líneas socialistas acabando con el Estado capitalista y construyendo nuevas instituciones que beneficien a los trabajadores; necesitamos un Estado obrero para impulsar un programa que saque de la miseria y explotación al aguerrido pero sufrido proletariado mexicano.
Únete a la Tendencia Marxista Militante, luchemos contra la nueva ley del ISSSTE, por la democratización de nuestros sindicatos, por la formación de una corriente marxista en los mismos, por una huelga general, por el derrocamiento del gobierno de Calderón y la construcción de un Estado Obrero. Súmate a la batalla contra el capital, intégrate a la lucha por el socialismo.
26 de marzo de 2007