Ecuador: Pánico en la oligarquía y euforia popular tras suspensión de 57 diputados del congreso nacional

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Verdadero pánico es lo que ha podido observarse en los diferentes actores políticos de la oligarquía ecuatoriana, tras conocerse en el día de ayer la suspención por parte del Tribunal Supremo Electoral a los 57 diputados que integran el Congreso Nacional del Ecuador que el día anterior habían procedido a destituir al Presidente de ese organismo electoral, con la finalidad de sabotear la organización del referéndum nacional que le dará luz verde al proceso constituyente en este país suramericano. Verdadero pánico es lo que ha podido observarse en los diferentes actores políticos de la oligarquía ecuatoriana, tras conocerse en el día de ayer la suspención por parte del Tribunal Supremo Electoral a los 57 diputados que integran el Congreso Nacional del Ecuador que el día anterior habían procedido a destituir al Presidente de ese organismo electoral, con la finalidad de sabotear la organización del referéndum nacional que le dará luz verde al proceso constituyente en este país suramericano.
Esta mañana podían verse en los diferentes programas de noticias y entrevistas de los canales privados de televisión, a personajes "indignados" y amenazantes ante la decisión del alto tribunal electoral. Incluso el alcalde de la ciudad de Guayaquil, el oligarca Jaime Nebot, advirtió sobre la posibilidad de que la Provincia de Guayas "decida seguir su propio camino, el del orden y la libertad", es decir la secesión de dicho territorio del resto del Ecuador, en caso de que no se revierta el "desorden" y "caos" originado por el Presidente Rafael Correa y su proceso constituyente.

ANTECEDENTES

Como se sabe, el Presidente Rafael Correa ganó la segunda vuelta electoral por abrumadora mayoría en el mes de noviembre de 2006 a pesar de los evidentes intentos de fraude por parte de los partidos oligárquicos que postularon a Álvaro Noboa, el hombre más rico del país. Tras tomar posesión Correa en el mes de enero, uno de sus primeros decretos fue la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente con la finalidad de dar al traste con el orden político y jurídico del Ecuador férreamente controlado por una oligarquía histórica, expoliadora y anti-nacional, totalmente entregada a los intereses del imperialismo norteamericano.
Los niveles de expoliación por parte de esta oligarquía parasita y genocida ha devastado al pueblo ecuatoriano, al punto que hoy el principal producto de exportación del Ecuador, son sus gentes, hombres y mujeres que desesperados por la miseria y la ausencia de futuro se ven obligados a emigrar a Europa y los Estados Unidos en condiciones de esclavitud en la mayoría de los casos. El caos económico y social se agravó en el país durante los gobiernos neoliberales y entreguitas de León Febres Cordero, Oswaldo Hurtado y Yamil Mauad, así como durante los periodos en que la socialdemocracia, representada por Izquierda Democrática, traicionó las esperanzas populares con sus políticas hipócritas y reformistas.

El 21 de enero de 2001, se produjo una insurrección en respuesta a la quiebra nacional producida por el saqueo de los banqueros que huyeron impunemente con el tesoro nacional, después de haber transformado sus hiperdevaluados sucres (moneda nacional histórica del Ecuador hecha trizas por los paquetazos neoliberales) en dólares en lo que podría considerarse una de las mayores estafas a pueblo alguno en el mundo. La insurrección fue encabezada por Confederación Nacional de Nacionalidades Indígenas y el movimiento indigenista Pachacutik.
A la insurrección se plegaron los sectores populares empobrecidos que pueblan los grandes barrios pobres de las principales ciudades del Ecuador. La revolución paralizó al país y el 21 de Enero de 2001 una gran marcha de indígenas, campesinos,trabajadores y pobres entraron en la ciudad capital y tomaron el Palacio de Gobierno. Ante la ausencia de una dirección marxista con suficiente claridad política, se impuso la vacilación en la dirigencia y de esta forma el imperialismo infiltró al Coronel Lucio Gutiérrez quien fingió una alianza de supuestos sectores "patrióticos" de la Fuerzas Armadas con el pueblo. Evocando en las masas al Comandante Hugo Chávez, desplazó en horas de la madrugada al liderazgo indígena, hizo fracasar la toma del poder ya consumada en lo físico y en cuestión de horas la revolución había sido derrotada y el Coronel Gutiérrez "encarcelado".
El libreto "Chávez" fue utilizado cruelmente por la derecha y el imperialismo para desmovilizar a las masas y enfriar la escalada revolucionaria. Tras dos años de "detención", Gutiérrez fue "liberado" por la presión popular y elegido Presidente en forma abrumadora tras el fin del interinato que terminó con el colapsado gobierno neoliberal de Yamil Mauad derrocado por la revolución de enero. Una vez asumido Gutiérrez, su primera actividad fue viajar a Washington a abrazarse con George Bush, a ratificar los acuerdos con el FMI y la dolarización de la economía y aseguró la estabilidad imperialista en la base militar de Manta.

Tras la derrota de la revolución indigenista y popular de enero de 2001 y la traición de la esperanza puesta en Lucio Gutiérrez, las masas entraron en un periodo de desmoralización y desmovilización. Para colmo de males, la pérfida estrategia encabezada por el Coronel Gutiérrez, repartió cargos públicos entre la dirigencia indígena, burocratizándose y corrompiéndose muchos de ellos, lo cual provocó el desmoronamiento del prestigio de dichas organizaciones en las masas.
La corrupción y abusos generalizados durante el gobierno de Gutiérrez, así como la profundización de la crisis económica , generaron otra respuesta social, esta vez encabezada por sectores de capas medias y pequeño-burgueses, conocida como la insurrección de los "Forajidos", calificativo dado por Gutiérrez en forma peyorativa en los primeros días de la movilización social.
Lo cierto es que Gutiérrez entró en contradicciones con algunos sectores de la oligarquía ecuatoriana, y su origen étnico indio sirvió para atizar antiguas prejuicios raciales existentes en esta sociedad producto de la colonización europea, que alimentaron en buena medida el inconciente de la rebelión. Gutiérrez cayó, ante la mirada indiferente de los oligarcas quienes lo utilizaron, despreciándolo en el fondo por su origen racial y ante la apatía de las masas desmoralizadas e incrédulas ante el acontecer político. Huyó como una rata, refugiándose en la embajada de Brasil para luego partir disfrazado de policía y poder evadir la furia de las capas medias que lo querían atrapar en las afueras de la Embajada.

EL TIRO POR LA CULATA

La convocatoria para una Asamblea Constituyente para el 15 de abril hecha por el Presidente Correa, para poner fin al control económico y político de la oligarquía, ha despertado nuevamente el interés de las masas tras la derrota de la revolución de enero. Correa, quien es un economista guayaquileño de origen pequeño-burgués y sin militancia en la izquierda histórica ecuatoriana, ha dado señales de compromiso con los intereses populares mas allá de las palabras. Ocupó el cargo de Ministro de Comercio del gobierno interino de Palacio nombrado tras la caída de Gutiérrez. Fue destituido a los pocos meses por sus simpatías con el gobierno venezolano con quien suscribió algunos acuerdos comerciales.
Debido a su franqueza y carisma personal logró galvanizar grandes simpatías en la opinión pública tras su destitución por su identificación con Chávez y la revolución bolivariana, lo cual le permitió realizar una meteórica carrera política, concretando su candidatura presidencial ante la cercanía de la elecciones. Logró aglutinar a diversos sectores de centro-izquierda e izquierda en un movimiento denominado Alianza País, al cual no tuvo tiempo de registrar como partido politico y por tanto postular candidatos al parlamento. Obuvo el triunfo electoral con un programa de hacer la Revolución Ciudadana y cambios socioeconómicos similares a los de Venezuela. Igualmente se ha comprometido con la integración latinoamericana y con la expulsión norteamericana de la base militar de Manta.
Pero su conducta política va mas allá de las palabras. Desde los inicios de su campaña electoral hizo públicas sus simpatías por Chávez y la revolución bolivariana, formalizando varios encuentros con el líder venezolano. Una vez en el gobierno suscribió un acuerdo importante energético con el gobierno venezolano, que deja por fuera a los intermediarios del negocio petrolero. Por insólito que parezca, Ecuador siendo un importante productor de petróleo, no refina actualmente derivados debido a la obsolecencia en que los gobiernos de la oligarquía dejaron a las tres refinerías existentes. Ecuador exporta petróleo y todo lo ganado lo tiene que invertir en derivados (gasolina, diesel, etc.) los cuales se cotizan a precios superiores a los del crudo que exporta. Venezuela le venderá combustibles a precio de costo de estado a estado, y Ecuador enviará crudo al mercado venezolano.
En lo interno, desde que llegó al gobierno ha asumido un lenguaje confrontador en contra de los intereses de la oligarquía y en especial con la guayaquileña a quienes llama abiertamente corruptos, inmorales e hipócritas. Aprobó la provincialización de un municipio de la Provincia de Guayas solicitado por sus habitantes, lo cual golpea el poder de la rancia oligarquía de Guayaquil y que ha desatado las iras de ésta, sus diputados y sus medios de comunicación.
Anunció la no renovación del acuerdo para la permanencia de tropas norteamericanas en Manta el cual vence en 2009. A los 9 días, su Ministra de la Defensa, dirigente social y socialista, primera mujer en ejercer dicho cargo murió en un misterioso accidente aéreo.
Aumentó el bono a los pobres de 15 dólares a 30 dólares, así como un incremento del bono para adquirir vivienda. Asímismo está en permanente contacto con el pueblo a través de los llamados gabinetes itinerantes, que realiza todos los fines de semana en alguna provincia del interior en contacto directo con las comunidades y los dirigentes locales. Todo esto ha intensificado el apoyo de sus seguidores y ha entusiasmado a los escépticos, lo cual se aprecia en la calle cuando se oyen los comentarios o se habla con el pueblo. Pareciera que Correa es un hombre honesto y que está comprometido con cambios radicales. Se define como bolivariano, alfarista (presidente liberal del siglo XIX, asesinado y quemado por los conservadores en una plaza de Quito) y en varias oportunidades se ha definido como socialista .Pareciera que a la oligarquía ecuatoriana le ha salido el tiro por la culata.

LAS MANIOBRAS DESEPERADAS DE MARZO

Ante este panorama, la derecha que inicialmente se había mimetizado con el discurso constituyente, pareciera que cambió de planes. Pero nada más peligroso cuando una clase dominante se pone nerviosa, el resultado a veces resulta cruel, a veces patético.
Después que el Congreso Nacional, totalmente bajo control de la oposición ya que Correa no pudo postular candidatos por la imposibilidad de registrar un partido político a tiempo, había aprobado la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente y todos parecían resignados, las acciones del Presidente Correa ya explicadas anteriormente hicieron cambiar los planes súbitamente. El Congreso desaprobó la convocatoria y al negarse el Presidente del Tribunal Electoral a acatar dicha decisión inconstitucional y disparatada, pues entonces el Congreso procedió a destituirlo de un plumazo, lo cual resulta también inconstitucional, pues fue elegido para 4 años y goza de inmunidad una vez convocado un proceso electoral.
Pero los 57 diputados en su nerviosismo (ganan 8 mil dólares mensuales), no se percataron de que la Ley Electoral otorga al Tribunal Electoral, la facultad extraordinaria de destituir a cualquier funcionario público que interfiera con la planificación y realización de un proceso eleccionario ya activado, y es esto precisamente lo que han hecho los 57 diputados al desaprobar lo aprobado y al destituir a quien no podían destituir En estos momentos la oligarquía ecuatoriana luce realmente patética.
En el día de ayer, 7 de marzo, en anuncio oficial televisado a todo el país en horas de la noche, el Tribunal Electoral anunció la suspensión por un año de todos los diputados del Congreso Nacional de acuerdo a lo previsto en la Ley Electoral, por ejercer interferencia en la realización del referéndum consultivo para la convocatoria a la ANC fijado por decreto presidencial para el próximo 15 de abril. Igualmente se ordena a la Policía Nacional la custodia de la sede del parlamento y el impedimento de ingreso de los funcionarios sancionados.
La noticia cayo como una bomba en toda la nación. Con la prudencia y mesura que caracteriza a nuestros hermanos andinos, la alegría estalló en todas partes, ¡qué gusto se esta dando el pueblo al ver en la picota a estos 57 representantes de unas oligarquía genocida que ahora se encuentra nuevamente contra la pared!

LOS SUCESOS DE HOY 8 DE MARZO

La mañana amaneció muy fría en Quito como de costumbre, pero los corazones del pueblo ardientes de alegría. En los programas de la mañana se apreciaban a "pelucones" de todo tipo rabiosos y desesperados: ex diputados, dirigentes políticos y empresariales, el Alcalde de Guayaquil, etc. Todos soberbios y amenazantes, desconocen la potestad del Tribunal Electoral para ejecutar una medida legal en contra de ellos.
Pero en la radio existen algunas emisoras que simpatizan con el Presidente Correa y han abierto sus micrófonos al pueblo donde se escuchan ciento y cientos de mensajes llenos de satisfacción y de compromiso con el programa de cambios radicales que impulsa el presidente. A eso de la 9 de la mañana la radio anunció que los diputados sancionados se estaban congregando para reunirse en las instalaciones del Hotel Hilton Colón de Quito en las cercanías del centro de la ciudad y que el pueblo llama el "Cafetín del Congreso".
Diversas organizaciones populares hicieron llamados a la movilización hacia el Hotel a fin de contrarrestar la jugada que puedan estar preparando. A las 12 del mediodía más de un centenar de personas portando banderas nacionales y de sus organizaciones comenzaron a arribar al sitio. Al percatarse de lo que estaba sucediendo la Policía Nacional procedió a rodear al Hotel. La multitud rodeó todas las salidas para impedir la huida de los ex diputados. Algunos de ellos, asustados, intentaron salir y al ser reconocidos por la multitud fueron perseguidos al grito de ¡corruptos!
En la huida el diputado Henry Carrascal y sus escoltas arrollaron a una mujer del pueblo que protestaba causándole lesiones que ameritaron su traslado a la Cruz Roja.
Horas después la multitud aun se encontraba congregada en torno al Hotel y los ex diputados reunidos. Existe gran expectación en toda la población en torno a lo que pueda pasar en las próximas horas. Pensamos que lo acertado sería que el Presidente Correa apele directamente a la movilización popular, asumiendo su liderazgo en las masas, para contrarrestar la jugada de la derecha desesperada que históricamente ha demostrado ser capaz de cualquier cosa para mantener su poder.