La lucha obrera no tiene fronteras

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Estamos viviendo uno de los períodos históricos más convulsivos de las últimas décadas. En un país tras otro, en un continente tras otro, vemos a la clase obrera estirando sus músculos y mostrando el poder de su acción colectiva. Lo vemos en toda América Latina. Ahora vemos la lucha del proletariado minero de México desafiando las balas de la policía. Lo vimos en Francia con las huelgas y movilizaciones de masas de los trabajadores y la juventud contra un plan de explotación juvenil que terminó en unen una victoria extraordinaria. Lo estamos viendo en el corazón del imperio, en los Estados Unidos, con las movilizaciones de masas de millones de trabajadores inmigrantes

Declaración por el 1º de Mayo

Estamos viviendo uno de los períodos históricos más convulsivos de las últimas décadas. En un país tras otro, en un continente tras otro, vemos a la clase obrera estirando sus músculos y mostrando el poder de su acción colectiva. Lo vemos en toda América Latina. Ahora vemos la lucha del proletariado minero de México desafiando las balas de la policía. Lo vimos en Francia con las huelgas y movilizaciones de masas de los trabajadores y la juventud contra un plan de explotación juvenil que terminó en una victoria extraordinaria. Lo estamos viendo en el corazón del imperio, en los Estados Unidos, con las movilizaciones de masas de millones de trabajadores inmigrantes exigiendo derechos democráticos para terminar con su situación de ilegalidad y la amenaza de deportaciones masivas.

Luchar contra la explotación capitalista

La celebración del 1º de Mayo como día internacional de lucha de la clase obrera mundial, representa la aspiración de la única clase verdaderamente productora de la sociedad a liberarse de las cadenas de la explotación capitalista con sus salarios bajos, sus jornadas laborales interminables, sus ritmos de trabajo agotadores, y la angustia humillante por conseguir o mantener un puesto de trabajo que nos permita alimentar a nuestras familias.
Pero la aspiración última de la clase obrera no debe ser luchar por alcanzar condiciones de explotación “más humanas”, sino terminar con la explotación misma y el dominio de la sociedad por un puñado de parásitos que viven a costa de nuestro trabajo y de la degradación de nuestras condiciones de vida. Debemos aspirar a poseer, controlar y dirigir las fábricas, la tierra, las oficinas, planificando la riqueza social en base a los intereses de la inmensa mayoría de la sociedad desposeída.

Internacionalismo proletario

Pero esta lucha no estaría completa si no aspiráramos igualmente a construir un mundo nuevo en todo el planeta, barriendo las fronteras nacionales que hoy día juegan un papel reaccionario y que es la fuente de donde emanan las guerras y los odios de unos pueblos contra otros, azuzados por el imperialismo y las burguesías nacionales de cada país para mejor explotarnos y dividirnos. Debemos aspirar a la formación de una federación socialista de América Latina como un primer paso a una federación socialista mundial, basada en la cooperación, la solidaridad y la fraternidad de la clase obrera para terminar con la barbarie capitalista, la degradación del planeta, las guerras y enfermedades evitables, y así construir un mundo verdaderamente humano.
Las tareas del activismo obrero en nuestro país

La economía Argentina ha vuelto a recuperar el nivel de producción de años atrás. El gobierno de Kirchner se muestra orgulloso porque bajaron los índices de pobreza y la desocupación. Lo que no dice es que las ganancias empresariales están aumentando un 70% cada año, mientras que a los trabajadores nos imponen un tope de aumento salarial del 19%, pese a que la inflación esperada este año será del 15%. Aún hoy, las condiciones de vida y de trabajo de la población muy por debajo de las existentes hace unos años, con salarios promedio de $800, con una tasa de trabajo “en negro” del 46%, y con índices de pobreza del 32,5%.
Desde hace dos años se viene registrando un auge espectacular en las luchas del movimiento obrero en nuestro país, tras de años de postración y retrocesos.
Por miedo a la lucha obrera, el gobierno instrumentó, junto con la patronal, una política en materia de precios que fracasó completamente, y que fue diseñada como un chantaje para depositar sobre la clase obrera la responsabilidad por la suba de precios. Esto sirvió para que la burocracia sindical de la CGT alcanzara un acuerdo con el gobierno y la patronal a cambio de algunas migajas. Pero este "pacto social" que nos impone un techo de aumento salarial del 19%, no da satisfacción a nuestros reclamos y necesidades, manteniéndose además las condiciones de trabajo precarias y las largas jornadas de trabajo.
Por eso el activismo obrero y combativo, como el agrupado en el Movimiento Intersindical Clasista (MIC), tiene una oportunidad para emerger en los próximos meses como un referente en capas más amplias de los trabajadores, asumiendo una posición más activa y audaz.
Debe salir públicamente a denunciar la trampa de los acuerdos de precios. Frente al "pacto social", debe emplazar abiertamente a la dirigencia sindical para que unifique las luchas exigiendo salarios equivalentes a la canasta familiar ($1.800), la escala móvil precios-salarios, el blanqueo de todos los empleos, la reducción del IVA al 10,5% para la canasta familiar, y la jubilación con el 82% móvil.
Debe salir a la lucha bajo la bandera del MIC allá donde sus integrantes jueguen un papel dirigente. Debe pronunciarse públicamente a favor de las luchas obreras más destacadas, agitando por mecanismos democráticos de las mismas. El objetivo debe ser construir un movimiento de miles de adherentes, organizando una corriente sindical de oposición dentro de la CGT y la CTA. Una actitud decidida del MIC acelerará su desarrollo e influencia en el seno del movimiento obrero.
Pese al triunfalismo del gobierno de Kirchner, por debajo de la superficie, se va acumulando la bronca por los bajos salarios, la inflación y todas las injusticias sociales que dejan su marca en la conciencia de la clase obrera. A los trabajadores cada vez les quedará más clara los límites de la lucha "puramente" sindical.
La necesidad de construir una organización política que permita avanzar a la clase obrera y los sectores populares en su lucha contra la explotación capitalista va a ir encontrando, de ahora en más, una receptividad mayor, comenzando por las capas más avanzadas de la clase trabajadora. Por eso, los activistas obreros combativos, los militantes de izquierda, los trabajadores y jóvenes luchadores debemos aunar esfuerzos para hacer realidad esta perspectiva.

Corriente Socialista El Militante – 1º Mayo 2006