Gustavo Burgos en Roma – “Chile: la revolución ha comenzado”

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El lunes 2 de diciembre se llevó a cabo en Roma el acto “Chile: la revolución ha comenzado” con Gustavo Burgos, un militante revolucionario chileno y director de la revista marxista “El Porteño”. Más de un mes después del estallido del movimiento que después de décadas rompió la paz social en Chile, Sinistra, Classe, Rivoluzione (sección italiana de la Corriente Marxista Internacional) organizó esta importante discusión. 

A pesar de la lluvia torrencial, la participación fue positiva: alrededor de 50 personas llenaron la sala Arci a poca distancia de la Estación Central.

Una reunión animada y participativa a la que asistieron jóvenes universitarios y trabajadores, algunos de los cuales eran latinoamericanos, especialmente ecuatorianos y chilenos. 

El debate presentado por Gustavo Burgos profundizó sobre la naturaleza de clase del movimiento en Chile, el cambio abrupto y repentino de la situación, el papel de las asambleas populares y cómo el movimiento se organizó para defenderse de la brutal represión de un régimen que el camarada chileno ha descrito como “Pinochetista sin Pinochet”. 

El director de “El Porteño” señaló que solo su revista había sido capaz de comprender el carácter del movimiento e intervenir, mientras que todas las otras organizaciones que se autodenominan “revolucionarias” seguían desorientadas. Esto se demuestra por el enfoque hacia la Asamblea Constituyente que Gustavo definió como “un engaño”, mientras que todos los grupos sectarios la apoyan.

Alessio Vittori tomó la palabra para el segundo informe introductorio en nombre de la sección romana de Izquierda, Clase, Revolución, insertando la situación chilena en la dinámica del ascenso de la lucha de clases latinoamericana. Se centró en el resultado de la política de privatización y en la necesidad de un programa revolucionario.

El debate posterior fue animado por numerosas intervenciones. Intervino Marianela, una trabajadora chilena italiana que hizo la pregunta de cómo vincular la situación en Chile con la situación italiana y cómo desenmascarar la hipocresía del gobierno, mientras que una empresa italiana proporciona las balas con las que los carabineros disparan contra la multitud. Entre las diversas intervenciones, Elvira, una joven estudiante universitaria, subrayó el papel de las mujeres en el movimiento y el uso por parte del aparato represivo del “terrorismo machista” compuesto de violencia y violaciones para desalentar la presencia de mujeres en el movimiento. Diego, un delegado del sindicato de trabajadores metalúrgicos, también habló, enfocándose en el papel de la huelga general para demostrar la centralidad y la fuerza de la clase trabajadora de hoy. Se han hecho muchas preguntas al compañero chileno sobre el papel de las asambleas populares y el Partido Comunista.

En las conclusiones, el camarada Burgos se centró en la necesidad de la toma del poder a través de una coordinación nacional de las asambleas populares como la única salida para el movimiento.