1ero de Mayo 2018: Los trabajadores no tenemos nada que perder – Excepto las cadenas – ¡Tenemos un mundo por ganar!

1 de mayo 3A la rapiña, el asesinato y el robo los llaman con nombre falso gobernar, y donde crean un  desierto, lo llaman paz. (Cayo Cornelio Tácito)

Al escribir esta editorial (24/04/2018), once compañeros de Pakistán -de los cuales dos ya fueron liberados por la movilización- fueron apresados por el ejército y los Rangers de Sindh, un departamento estatal paramilitar famoso por sus asesinatos extrajudiciales. Su crimen fue participar en una manifestación de solidaridad con el Movimiento Tahafuz Pashtúm (PTM) en el Club de Prensa de Karachi. Los camaradas estaban planteando consignas en solidaridad a la protesta y explicando el carácter reaccionario y brutal del Estado Pakistaní.

El descontento que crece en todas partes es una expresión de la extrema polarización: la concentración de capital, que Marx predijo hace mucho tiempo y la cual se han empeñado en negar economistas y sociólogos desde entonces.

¿Quién puede hoy negar la verdad de la predicción de Marx? La concentración de capital ha tenido lugar en condiciones de laboratorio. En la actualidad, menos de 200 grandes corporaciones controlan el comercio mundial. La inmensa riqueza se concentra en manos de unos pocos. Sólo en 2017, los multimillonarios del mundo aumentaron su riqueza global combinada en un quinto.

Según Josef Stadler, director global de la división Ultra High Net Worth en UBS, hoy “la desigualdad de la riqueza está en su punto más alto desde 1905”. El 1% más rico del mundo posee la mitad de la riqueza del mundo, según un nuevo informe que destaca la creciente brecha entre los súper ricos y todos los demás.

El aumento de la riqueza entre los ya muy ricos llevó a la creación de 2,3 millones de nuevos millonarios durante el año pasado, alcanzando un total de 36 millones. “El número de millonarios, que cayó en 2008, se recuperó rápidamente después de la crisis financiera, y ahora es casi tres veces la cifra de 2000”.

Este aumento de la brecha se expresa también en Francia y la crisis que enfrenta Emmanuel Macrom por la huelga general ferroviaria, ante la implementación de la reforma laboral votada hace meses. La huelga de los ferroviarios dio un claro impulso a la movilización de otros sectores de los asalariados y a la movilización de los estudiantes. Recolectores de basura, empleados de Air France, funcionarios, abogados, carteros, trabajadores de hospitales y residencias de ancianos (entre otros): cada día, nuevos sectores están entrando en la lucha o se declaran dispuestos a ello. La “convergencia de las luchas” ya no es solo una consigna; es un hecho.

Por su lado España y la lucha de los pensionistas ha sido realmente impresionante ver cómo, a pesar de las dificultades como en algunos casos la lluvia o la nieve, los pensionistas han llenado las calles. El movimiento masivo ha tenido lugar en todas las grandes y medianas ciudades del Estado y ha tenido su epicentro en Bilbao donde convocatoria tras convocatoria decenas de miles de manifestantes han expresado de forma unitaria su profundo malestar con el gobierno del Partido Popular, con su decisión de revalorizar las pensiones un misérrimo 0,25%. O en Catalunya donde cientos de miles de personas salieron a las calles de Barcelona el domingo 15 de abril para rechazar la represión del Estado español. Una demanda clave fue la libertad de los presos políticos catalanes: los manifestantes marcharon bajo el lema “Us Volem a Casa” (“Los queremos en casa”).

En todos lados el capitalismo ha roto el equilibro, la inestabilidad económica, política y social la vemos en todos los países, han avanzado sobre las condiciones de vida de la gran mayoría del planeta y las respuestas no se han hecho esperar. Movilizaciones, huelgas, paros es moneda corriente.

¿Qué nos falta a los explotados del mundo? Trotsky sentenciaba con lucidez que la crisis de la humanidad se sintetiza en la crisis de dirección del proletariado. Se trata entonces de construir nuestra herramienta política que plantee los objetivos históricos de nuestra clase, pero debemos entender que esta lucha no solo es en Argentina sino en el mundo. Construir el Partido de la Revolución Mundial es la tarea. Súmate a la Corriente Marxista Internacional CMI.

La expresión local de la crisis y la conducta de la burguesía criolla

En las últimas semanas se ha producido un aluvión de boletas de agua, luz y gas sobre la inmensa mayoría de la población Según los datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de la Ciudad de Buenos Aires, entre 2015 y 2017 la electricidad (562%), el agua (338%) y el gas (223%) aumentaron muy por encima de lo que subieron (en términos nominales) en los dos años de gestión de Cambiemos los sueldos.

En contraste, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó quela mitad de los argentinos ocupados gana menos de $10.000 por mes mientras que el ingreso medio se ubica en $9.509. Así se desprende de los cuadros estadísticos sobre distribución del Ingreso a partir de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). En tanto la mitad de los argentinos (entre ocupados y no ocupados) tuvo ingresos inferiores a $8.500. Todos estos datos del instituto son al primer trimestre del 2017 ya que lamentablemente no se encuentran índices actualizados del mismo.

Esto representa una nueva transferencia desde los bolsillos de los trabajadores y sectores populares a las arcas de los capitalistas.

Decíamos en materiales anteriores que el gobierno de Cambiemos había consolidado su posición electoral en las Legislativas del 2017 y que esa consolidación comenzó a volatilizarse rápidamente con una serie de medidas que golpearon y golpean el bolsillo de los de abajo. Pero también resulta verdad, que las sesiones legislativas del 14 y 18 de diciembre del 2017 fueron un punto de inflexión en la situación política en el país, en la toma de conciencia de cientos de miles de trabajadores ante el robo de las jubilaciones y pensiones en manos de los capitalistas. Si le sumamos esta nueva ofensiva de los de arriba nos encontramos ante un gobierno que se encuentra muy debilitado ante la opinión pública.

“Entre octubre del año pasado y este mes, el porcentaje de quienes creen que Mauricio Macri va a controlar la inflación bajó drásticamente del 53% al 36%. Como contrapartida, la proporción de los que no creen que el Gobierno logre frenar las subas trepó del 42% al 50%.La Nación 22/04/2018

“La preocupación por la inflación y las tarifas aparece además al tope de la lista de lo “peor” del Gobierno. Y con particular fuerza en el Gran Buenos Aires y la ciudad de Buenos Aires. Mientras que a nivel nacional el 7% señala el alza de los servicios públicos, en la provincia y la ciudad lo hace el 20% y el 18% de los encuestados, respectivamente.” La Nación 22/04/2018

A los índices inflacionarios de marzo (2,3%) y del trimestre (6,7%), se suma otro todavía más alarmante: los precios mayoristas del trimestre sumaron 11,8%. Esto significa que en las próximas semanas y meses, irán trasladándose a los minoristas. Por eso, la llamada “inflación núcleo”, la que no depende de tarifas, es altísima.

El gobierno en sus dos años de gestión, ha arrasado al mercado interno a través de la apertura de las importaciones. Sumado a un alto grado de endeudamiento y favoreciendo a los grandes capitales del petrolero, minero y a los sectores financieros y del agro negocio. Con un enorme circulante de papeles de tesoro y Levac, cheques pos datado, nos encontramos ante una economía altamente inestable, que crea una expansión artificial, un gigante con pies de barro.

Acompañado, por un gobierno con la lógica de militarizar las barriadas populares y las calles del país: Gendarmería, Policía Federal y provincial, Policía de la Ciudad y Prefectura mantienen una política de saturación o contención social, con el garrote y el gatillo fácil.

La oposición

Un amplio arco opositor” viene sosteniendo a un gobierno que tiene como objetivo descargar la crisis capitalista sobre la inmensa mayoría de trabajadores en el país y cuenta con el apoyo de la totalidad de la burguesía.

Cabe destacar que con la excusa del chantaje político a los que fueron “sometidos” los gobernadores implementaron con la firma del pacto fiscal un proceso sostenido de desfinanciación de las provincias, sumado a las negociaciones paritarias con los trabajadores estatales a la baja. Siendo veedores de sus legisladores en las sesiones parlamentarias en ambas cámaras para que cumplieran bien los deberes.

Por su lado, el kirchnerismo en los años que lleva Cambiemos en el gobierno le ha dado cobertura, gobernabilidad en tanto sostener un régimen de hambre y represión. Su lógica Parlamentaria y todo la apuesta al 2019, hace que una fuerza que concitaba la adhesión de amplios sectores de masas, hoy esté altamente por debajo de sus posibilidades. Y es muy difícil que el reformismo pueda poner el pan en la mesa de los millones de trabajadores en la disputa al 2019.

Toda esta situación también es acompañada por el arco sindical de cualquier color, unos por omisión y otros por acción dejan pasar cada una de las conquistas que costaron años y años de lucha de la clase obrera y sectores populares.

Un gran ejército con voluntad de lucha se encuentra desorientado

La clase obrera, los trabajadores y sectores populares representamos la inmensa mayoría de la sociedad. Somos los que sin nuestro permiso nada se mueve en la sociedad capitalista. Somos la inmensa mayoría de la sociedad que creamos con nuestras manos y cabezas la ropa que usamos, las sillas en que nos sentamos y la mesa donde comemos, el transporte que nos lleva y las fábricas donde trabajamos.

En los últimos años ante la ofensiva capitalista dimos enormes muestras de lucha, de una voluntad inquebrantable.

Docentes, metalúrgicos, bancarios, CONADU, UTA, Comercio, SMATA, PepSico, Inti, Subterráneos muestran en cada lucha enormes reservas y predisposición para frenar y parar ante los embates del gran capital.

Somos un gran ejército que cuenta con un Estado Mayor que genera desconcierto en la clase y en general juega para las grandes patronales. Unos firman paritarias a la baja -del 12% al 15% y en cuotas, discutiendo -gordos e independientes- la unificación de la CGT, mientras siguen los despidos y dándole la espalda al conjunto de la clase. Otros como el moyanismo que ante más de 500.000 personas, en la Av. 9 de julio el 21 de febrero, llama a pensar bien el voto hacia el 2019.

Las dos CTAs o la Corriente Federal de la CGT, ubicándose en la trinchera de la lucha llaman a resolver en el 2019 los grandes problemas nacionales que aquejan a las familias obreras y por esta vía aíslan a otros gremios que se encuentran en la calle con sus reclamos de paritarias o despidos.

Entonces, qué debemos hacer

Es evidente que, si caracterizamos que el gobierno de Cambiemos se encuentra en una situación de debilidad y que los trabajadores tenemos reservas para la lucha, las condiciones que arriba se describen nos ubica a los activistas combativos y antiburocráticos, a los cuerpos de delegados y las juntas internas, ante la tarea de convocar a asambleas o reuniones zonales, regionales y nacionales para discutir los problemas nacionales y preparar una respuesta de conjunto.

Son numerosos los gremios que se encuentran en lucha; pero hay que entender que si las luchas se dan en solitario, son más permeables a que el empresariado y el gobierno terminen doblegándolas.

Necesitamos una acción unitaria, preparar una respuesta de conjunto contra los ataques de Cambiemos y los capitalistas. La historia de lucha y organización del movimiento obrero debe servirnos para las acciones de hoy. Las múltiples experiencias nos han enseñado que las luchas de diferentes sectores del movimiento obrero deben implementarse de conjunto y debemos trabajar para ello. Nos encontramos en una paradoja ya que estamos intactos como clase pero la dirigencia sindical de la CGT traiciona a los trabajadores.

Debemos no solo llevar adelante las convocatorias zonales y regionales con los cuerpos de delegados y las junas internas, junto al activismo combativo y anti burocrático, además debemos tomar la tarea de poner en pie nuestro Partido de Trabajadores. No debe ser una tarea para un futuro lejano, la urgencia es hoy.

Hacemos un llamamiento al FIT y sus diputados para que se sumen a esta convocatoria. No se trata solo de la lucha Parlamentaria, es necesaria pero debe estar subordinada a la lucha y movilización de la clase por sus intereses históricos y por el derrocamiento del capitalismo.

Que este 1 de mayo obrero y anticapitalista, exprese los intereses de los de abajo. Que exprese la lucha internacionalista con urgencia.

Manos en la obra