Una y otra vez la oligarquía mexicana, que con funcionarios fraudulentos de todo tipo, se reserva el derecho de administrar la violencia contra el pueblo, comete errores tácticos y estratégicos parvularios. ¡Y el ejército obedece!, es decir, los funcionarios militares encumbrados, sin reparar un instante en el papelón vergonzoso e irreparable que cometen, exhiben a sus tropas como payasos criminales a las ordenes de los señoriítos burócratas. Un ejército y un cuerpo policiaco pelele yele y ridículo. Un error tras otro mientras los soldados y los policías son explotados como cualquier trabajador, les pagan miserias y son obligados a someterse a todo genero de humillación castrense. Hay que ver a los soldados, a los policías, a l
El ejército y la policía hacen ridículos al por mayor: pretenden ignorar la lucha de clases.
Una y otra vez la oligarquía mexicana, que con funcionarios fraudulentos de todo tipo, se reserva el derecho de administrar la violencia contra el pueblo, comete errores tácticos y estratégicos parvularios. ¡Y el ejército obedece!, es decir, los funcionarios militares encumbrados, sin reparar un instante en el papelón vergonzoso e irreparable que cometen, exhiben a sus tropas como payasos criminales a las ordenes de los señoriítos burócratas. Un ejército y un cuerpo policiaco pelele y ridículo. Un error tras otro mientras los soldados y los policías son explotados como cualquier trabajador, les pagan miserias y son obligados a someterse a todo genero de humillación castrense. Hay que ver a los soldados, a los policías, a los tenientes, uniformados o no, trabajando como choferes, limpiabotas, lameculos, sirvientes de los altos jefes. Vestidos como los vistan.
El extremo de los ridículos consiste en mangonear soldados y policías para cercar Oaxaca. Es una vergüenza para cualquier militar que se tome en serio. Es una canallada que ofende la dignidad elemental de un uniformado que alguna vez hubiera soñado con un país digno, es una afrenta a los soldados que en sus familias alguna vez escucharon el valor que tienen los profesores, los campesinos, los trabajadores para una sociedad con deseos de igualdad y felicidad para todos. Claro que hay soldados y policías de todo tipo. Algunos son reverendos hijos de puta consagrados a asesinar y reprimir a los trabajadores pero hay soldados y policías que piensan todo lo contrario, es decir que quieren un país para todos. Uno los ha escuchado, los ha visto en foros de todo tipo, forjándose una idea de servicio y una conciencia totalmente distinta a las de esos funcionarios que reparten órdenes perfumadas, que viajan en busisness class, que deciden la vida de otros desde sus oficinas lujosas. Y cobran por eso obscenamente.
En Oaxaca la policía y el ejército, los de abajo, los que tienen que poner el pellejo, deben hacer conciencia del papel ridículo que les han asignado sus jefes para salvaguardar los intereses criminales de un Gobernador que ni en su casa tiene apoyo. Los soldados y los policías deben discutir por qué son obligados a reprimir y a amenazar a los trabajadores que luchan por una vida justa, salarios justos, educación, salud, trabajo digno para todos incluidos lo soldados que entienden su lugar al lado de su pueblo. Los soldados y los policías, con cualquier tipo de uniforme, deben cuestionar el rol miserable que les obligan a cumplir para defender los intereses de un Presidente de la República de salida y con fama de inepto (por decirlo suavemente) y los intereses políticos de un Presidente Electo cuestionado mundialmente por fraudulento e incapaz. Los soldados y los policías deben negarse a ser usados como criminales mercenarios al servicio de las alianzas entre el PRI y el PAN, deben negarse a ser tratados como payasos del terror para asegurar que los niños ricos, que ostentan cargos gubernamentales o empresariales, se enriquezcan brutalmente con el trabajo del pueblo, incluyendo el trabajo de los soldados y los policías. Claro.
Soldados y policías honestos, que los hay, deberán pasar un examen estratégico de conciencia que los habilite para rescatar sus instituciones de seguridad y ponerlas al servicio de la seguridad de los campesinos, los estudiantes, los maestros y los obreros al servicio de las mejores luchas populares. Un soldado o policía que levanta un arma contra su pueblo debe ser juzgado mundialmente como un traidor, un soldado o un policía que se niega a asesinar a su pueblo y que se pone al lado de su pueblo para luchar con él, debe ser respetado y apoyado por todos porque esa clase de soldados y policías es la que mejor ha ayudado a la historia de las grandes luchas sociales.
Muchos de esos soldados y policías asignados a la operación Oaxaca hacen el ridículo incluso sin saberlo. Unos porque no quieren ni pensarlo, otros porque viven aterrorizados por sus jefes, otros porque su nivel educativo no se los permite y otros porque son cínicos. De todo hay en los ejércitos. Es un error táctico y estratégico involucrar al ejército en asuntos internos del un país. No hay amenaza extranjera que valga para meter a los soldados en esto. Es ridículo que acuda la Marina, es vergonzoso que haya infantería, aviones, caballería los hacen aparecer para que los señoritos y lo señorones funcionarios se luzcan como poderosos. Eso debe avergonzar a cualquier soldado decente. Y claro que los hay.
13 errores (entre otros) que cometen los jefes y los jefesuchos para vergüenza de todos:
1. Creen que los soldados son más.
2. Creen que la fuerza del pueblo está sólo en Oaxaca.
3. Creen que con balas y palos, a punta de madrizas, picana, tortura y asesinatos se silencia la verdad.
4. Creen que con Terrorismo de Estado le limpiarán el camino a Felipe Calderón.
5. Creen que el fuego se apaga con gasolina.
6. Creen que tienen derecho a ordenar que los soldados y policías levanten sus armas contra el pueblo.
7. Creen que son intocables.
8. Creen que los soldados no son parte del pueblo. Que no son explotados, alienados sin humillados.
9. Creen que el sueldo que les pagan a los soldados y los policías alcanza para comprase el perdón de sus familiares.
10. Creen que no tenemos memoria.
11. Creen que las tropas son hordas de estúpidos iletrados dispuestos a cualquier bajeza a cambio de centavos.
12. Creen que los soldados sólo sirven para defender las riquezas de los amos, sus nenes y sus negociados.
13. Creen que la lucha de clases quedó superada. Incluso dentro del ejército.
Dejen de equivocarse. Las conquistas políticas y morales de la APPO son, a estas horas, un patrimonio mundial de la lucha contra el capitalismo y sus gangsters. El mundo entero se solidariza con esta lucha que se propagará por cielo mar y tierra. Todo el poder para las Asambleas Populares de los Pueblos en el mundo entero. Huelga General de inmediato. No habrá ejército que lo frene.