Zanón y Mahle: cara y cruz de dos experiencias de lucha obrera

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Como contratara, luego de más de 8 años de lucha, se logró la expropiación de Zanon. Este triunfo es de los trabajadores. Durante meses, los gobierno provincial y nacional, como la UOM, salieron a buscar "compradores" para Mahle (Taranto, Aroskim y el grupo Vasena), pero ninguna oferta prosperó porque todos ellos demandaban ayudas del Estado, despidos, etc.

Mahle: 5 meses de conflicto sin avances a la vista

El 24 de abril los dueños de Mahle decidieron su cierre, aduciendo que la crisis internacional afectaba de lleno a su empresa. Mahle es proveedora de grandes automotrices (Volkswagen, Audi, BMW, Toyota, Ford, General Motors, entre otras) y el 50% de su producción es exportada hacia Estados Unidos y Europa. Los trabajadores, como respuesta, decidieron la toma de la fábrica tratando de impedir de ese modo que continuara el  vaciamiento de la misma.

Durante meses, los gobierno provincial y nacional, como la UOM, salieron a buscar "compradores" para Mahle (Taranto, Aroskim y el grupo Vasena), pero ninguna oferta prosperó porque todos ellos demandaban ayudas del Estado, despidos, etc.

Así, para mediados de julio, el Gobierno nacional anunció que tomaría el control de la autopartista para garantizar su continuidad y preservar los 530 puestos de trabajo. La modalidad sería a través de la conformación de un fideicomiso financiero similar al implementado en el caso de la Papelera Massuh.

Pero para mediados de agosto tampoco se sustanciaba el fideicomiso y el Ministro Tomada aseveró que habría un nuevo interesado en la compra de Mahle, y que la continuidad laboral está asegurada por compromiso del gobierno.

Al día de hoy tenemos los sueldos pagados a cuenta gotas, propuestas de indemnizaciones, y promesas y más promesas.

A esta altura podemos sacar algunas conclusiones. Los empresarios sólo se interesan por sus ganancias y especulan con los dineros del Estado (nuestro dinero) para seguir aumentando sus arcas. El Estado nacional, en su intento de querer arbitrar entre intereses antagónicos, garantiza suculentos subsidios para los empresarios. "Ofrece" como salida a los trabajadores un fideicomiso -que tiene un plazo de vencimiento-, que sólo opera como una forma más de fomentar el concepto de  la lógica capitalista de la ganancia y el funcionamiento de una empresa al servicio de intereses individuales. El sindicato opera como mediador entre los intereses patronales y sale en auxilio del gobierno; lejos, muy lejos, de plantear una salida desde los trabajadores para los trabajadores.

Como contratara, luego de más de 8 años de lucha, se logró la expropiación de Zanon. Este triunfo es de los trabajadores.

Zanón: Una victoria obrera ejemplar

Zanon cerró sus puertas en octubre 2001 al compás de la crisis económica y social que sacudió al país, tras despedir a los 380 obreros. Sin embargo, los trabajadores retomaron el funcionamiento en marzo de 2002 y volvieron a producir "bajo gestión obrera" sin ningún tipo de ayuda estatal. Entonces nació Fábrica Sin Patrones (Fasinpat), una cooperativa que hoy cuenta con 470 obreros y obreras ceramistas.

En el camino, hubo 5 intentos de  desalojos, represión y amenazas, tanto como intentos de rematar la fábrica, pero la lucha de los trabajadores y de toda la comunidad hizo que se llegara a tratar 8 años después esta expropiación en la Legislatura neuquina.

Este camino recorrido por las obreras y obreros de Zanon no hubiese sido posible sin antes haberles arrancado a los Jefes sindicales la representación gremial y poner el sindicato ceramista al servicio de los trabajadores, a través de la democracia directa. Sumando la solidaridad a nivel nacional e internacional y el apoyo de los estudiantes. Pero los obreros de Zanon también devuelven tanta solidaridad, no sólo al resto de los trabajadores sino a la comunidad toda, a través de un Fondo de Huelga permanente, impulsando la coordinación de distintas luchas obreras, de movimientos de trabajadores desocupados y decenas de fábricas recuperadas.

En relación a la expropiación sostienen: "La expropiación es una solución parcial, aunque rescatamos que es muy importante, porque es un paso que nos permitiría seguir por nuestra lucha de fondo, que es la estatización definitiva de la fábrica. Nosotros queremos a Zanon definitivamente al servicio del pueblo y no vamos a parar hasta que esto se logre". El próximo paso de los trabajadores es poner la fábrica a full, sumando y multiplicando los puestos de trabajo. Y para ello plantean que debe haber un plan de obras públicas para construir las miles de viviendas que se necesitan en la provincia.

También aclaran que están en contra del pago a los acreedores, ya que consideran que por ser una deuda privada, el Estado no debe hacerse cargo de la misma: "Si hay algo para pagar, que lo pague Luis Zanón, que está procesado por evasión fiscal".

En el comunicado de prensa las obreras y obreros de Zanon sostienen que: "a pesar de la enorme conquista que hemos logrado, en un contexto de crisis económica internacional, arrancándoles la expropiación a este gobierno, lo que tiene un valor mucho mayor, desde la gestión obrera de Zanon y el Sindicato Ceramistas de Neuquén, estamos convencidos que nuestra lucha no ha terminado, porque como desde el primer día consideramos que la salvación no es individual sino del conjunto de la clase trabajadora."