Lamentablemente, buena parte de la dirigencia nacional, regional, municipal y local del PSUV no comprende en absoluto la conexión que existe entre la conciencia política de la militancia revolucionaria y del pueblo en general, y la lucha por sus reivindicaciones materiales, o mejor dicho, entienden esa relación de manera inversa.
La campaña oficial del PSUV y las luchas reivindicativas
Una de las actividades centrales desarrolladas por el PSUV en la campaña que ha sido realizada hasta ahora es el denominado “casa por casa”. Esta es una actividad en la cual los militantes del partido realizan visitas a cada uno de los hogares de la población que siempre ha votado por el presidente Chávez, o que por lo menos siempre ha simpatizado fuertemente con la revolución. En estas visitas, se hacen encuestas sobre las necesidades sociales de cada una de las familias visitadas, y se indaga si dicha familia ha sido atendida por alguna de las misiones recientemente creadas (Amor Mayor e Hijos e Hijas de mi Patria Venezuela). Si en alguna familia hay adultos mayores que no tengan pensión, o hay menores de edad y la familia se encuentra en situación de pobreza, sean los respectivos padres desempleados o no, entonces esa familia será incluida en las respectivas misiones, y se le otorgará una beca de 430 Bs. por cada menor de edad, asimismo, si el respectivo adulto o adulta mayor no goza de pensión, también ésta le será otorgada.
Ahora bien, debemos preguntarnos, si en una familia determinada es la carencia de un empleo por parte de uno o de ambos padres de la familia, la causa central de su situación precaria, ¿Qué solución puede plantearle el militante que está realizando el “casa por casa”, además de la beca para sus hijos e hijas? La repuesta es ninguna. Y la respuesta es ninguna debido a que desde su creación, la dirigencia del partido todavía no ha planteado ningún programa de empleo, que bien podría y debería estar basado en el diagnóstico que hemos planteado arriba, ya que esa es una situación real de nuestra economía. Pero lo más grave aquí es que la dirigencia del PSUV no ha planteado a las bases realizar un profundo debate sobre el problema del desempleo en las asambleas locales del partido, ni en las patrullas, ni en ninguna otra instancia del mismo, a fin de construir colectivamente un programa de acciones concretas para resolverlo. Todo apunta a concluir que no existe voluntad política de nuestros dirigentes para llevar a cabo esta necesaria tarea.
Los marxistas del PSUV no nos oponemos en lo absoluto al programa de becas de las referidas misiones, por el contrario, son medidas urgentes que se han tomado en la revolución para contrarrestar los niveles de pobreza de cientos de miles de familias venezolanas, elevando sus niveles de ingreso, y eso es algo que obviamente apoyamos. Sin embargo, esa no es una solución firme al problema de la pobreza.
Al otorgarse las becas de la misión Hijos e hijas de mi patria, se está con ello elevando el nivel de liquidez en la economía venezolana, es decir, se está elevando la cantidad de dinero circulante en el mercado capitalista de nuestro país. Dicho aumento en la liquidez, a su vez significará un aumento considerable en la demanda de bienes y servicios en el mercado nacional, por parte de todas estas familias que antes no gozaban de tales ingresos. Pero este aumento de la demanda no va equiparado con un aumento en la oferta de bienes y servicios, al contrario, el sabotaje económico que sufre la revolución todos los días se traduce en una reducción considerable de la oferta de bienes y servicios en el mercado nacional.
Al darse un incremento considerable en la demanda mientras la oferta se mantiene estancada o incluso se reduce, ese produce de manera inevitable un crecimiento considerable de la tasa de inflación, la cual ha alcanzado niveles cercanos al 30% durante los últimos 3 años, generando esto un impacto negativo sobre el nivel adquisitivo de las familias venezolanas. Si bien es cierto que existen una serie de políticas gubernamentales como Mercal y PDVAL, las regulaciones de precios y el alza salarial anual, destinadas a elevar el poder adquisitivo del pueblo trabajador, a la larga, si no se nacionaliza la industria de producción, importación, procesamiento y distribución de alimentos, entre otras medidas que deben ser tomadas, dirigidas a abolir la propiedad privada sobre los medios de producción, entonces la inflación continuará impactando el nivel adquisitivo de las familias trabajadoras. Y además, como consecuencia de las repercusiones que tendrá la crisis mundial del capitalismo sobre la economía venezolana en la medida en que la crisis se agudice más y más durante los próximos años, sin duda este impacto negativo se agravará de manera mucho mayor.
Ciertamente, hace unos pocos meses fue lanzada la gran misión “Saber y Trabajo”, con la cual se plantea crear 421 mil nuevos empleos cada año durante los próximos 7 años. Además, el presidente promulgó hace pocos días la correspondiente ley de esa misión “Saber y Trabajo”, en la cual se plantea la expropiación de todos estos galpones, plantas y fábricas cerradas y abandonadas que hemos mencionado, pero, aunque eso esté reflejado en la ley, es necesario un instrumento político y organizativo para que la clase obrera y el pueblo todo puedan llevar esa medida a buen término.
Mucho antes de que fuera aprobada la ley, ya esta idea se encontraba en discusión, tomando en cuenta que además, fue en el año 2005 la primera vez que el presidente la planteó. A pesar de todo ello, y a pesar de los reiterados llamados del presidente al respecto de esta cuestión, desde la creación del PSUV, en ningún momento la mayoría nuestra dirigencia pesuvista ha tomado en serio la ha tomado en cueenta.
Incluso ahora que ha sido aprobada esta ley que permitiría agilizar la expropiación de todas esas empresas, lo cual constituye un avance que para nada debemos descartar ni dejar de lado, la dirigencia del partido no ha planteado todavía ningún tipo de debate al respecto. Es bastante probable que muchos dirigentes, sobre todo los más reformistas y oportunistas, ni siquiera estén al tanto todavía de esta importante medida.
La dirección reformista del PSUV plantea una campaña aislada de la lucha de clases
Consideramos importante agregar, que en lo que respecta a las luchas de los distintos otros sectores que componen el movimiento revolucionario, la actitud de los dirigentes es la misma.
Se han conformado Comandos de Campaña Carabobo (que son los comandos de campaña para las elecciones presidenciales, sus siglas son CCC) en todos los estados, municipios y parroquias del país. Y en cada uno de esos comandos se han designado responsables del trabajo con la juventud, la clase obrera y los campesinos, entre otros sectores del movimiento revolucionario, lo que además, considerado a nivel nacional, constituye obviamente un aparato político de enormes proporciones, pero que a pesar de su tamaño ha sido casi totalmente inoperativo por el momento. En ninguna de las reuniones de los comandos estadales, municipales o parroquiales se ha discutido hasta ahora el papel del partido y de los “cuadros” del partido en las luchas concretas de los distintos sectores del movimiento revolucionario.
Aunque desde hace varias semanas atrás los CCC municipales y parroquiales han comenzado a reunirse en cada rinconcito del país. En estas reuniones, desde los niveles estadales hasta los parroquiales, no hay ningún tipo de debate para la construcción colectiva de un programa de acciones tácticas y estratégicas que le permitan a nuestro partido, intervenir de manera adecuada en las distintas luchas de cada uno de estos sectores. Todo ello, como ya hemos explicado reiteradamente, con el objetivo de conducirlas a victorias parciales que permitan fortalecer el movimiento obrero y popular, tanto a nivel organizativo como ideológico, para seguir avanzando en la lucha por la abolición del sistema capitalista. Pero además, para lograr a través de dicha intervención exitosa del PSUV en la lucha de estos sectores, captar a más votantes para la revolución de cara al 7-O, ya sean votantes indecisos, camaradas bolivarianos que han caído en la apatía o, incluso, compañeras y compañeros trabajadores de oposición honestos, que aunque votan a la derecha podrían ser ganados para las filas de la revolución y el socialismo, pero hay que subrayar que sólo una intervención adecuada del PSUV en la lucha de clases puede lograr que se alcancen metas de este tipo.
Podemos decir con seriedad, que en la casi totalidad de los casos, cuando militantes y dirigentes de base honestos, plantean esta cuestión sobre la mesa en reuniones de los CCC, o tratan de plantear la necesidad de que los miembros de los comandos apoyen y participen en tal o cual lucha obrera o de otro sector del movimiento revolucionario, el planteamiento se diluye en discusiones estériles de planificación de cuanta actividad pública de campaña se le ocurre al partido, sin importar si tal actividad realmente tendrá un impacto político y dejará un saldo organizativo y político valioso.
Lamentablemente, como lo hemos planteado anteriormente, los sectores pequeño burgueses y reformistas de nuestra dirigencia pesuvista (que por si fuera poco abarcan grandes capas de nuestra dirigencia), no se interesan por las luchas reales del pueblo trabajador, y en ese sentido plantean una campaña electoral que catalogamos “de aire”. Y la denominamos así, porque en ella se plantea conquistar el apoyo de las masas trabajadoras ganando primero sus conciencias, sin preocuparnos por sus condiciones materiales de vida y las luchas que éstas desarrollan por transformar y dignificar esas condiciones materiales, cuando lo que en realidad debemos hacer es partir de estas condiciones materiales, y de la participación activa de nuestro partido en tales luchas, para poder conquistar dichas conciencias.
Este accionar no es exclusivo de esta campaña electoral, sino que ha sido una de las características comunes a todas las campañas electorales en las que ha participado el PSUV desde su creación.
Source: Lucha de Clases (Venezuela)