“Fui a buscar un aumento y cobre menos” decía armargamente un compañero blandiendo la tarjeta de débito. Un Convenio pactado en la oscuridad y a espaldas de los trabajadores se convirtió en una herramienta de las patronales contra el salario y las condiciones laborales. Con la complicidad de la dirección sindical.
Los trabajadores tenemos que preparar la respuesta
"Fui a buscar un aumento y cobre menos" decía armargamente un compañero blandiendo la tarjeta de débito.
Un Convenio pactado en la oscuridad y a espaldas de los trabajadores se convirtió en una herramienta de las patronales contra el salario y las condiciones laborales. Con la complicidad de la dirección sindical.
Los salarios de 730.000 trabajadores fueron burlados por la complicidad de la dirección sindical y las patronales.
El aumento del básico 18%, un 9% en agosto y el restante en septiembre, que pone un techo al sueldo mínimo de $883, no sólo resulta escaso para las necesidades materiales y sociales del trabajador mercantil, sino que no existió siquiera tal aumento porque en el punto 3 del acuerdo absorbe los aumentos otorgados por decretos, cualquier incremento futuro remunerativo o no que otorgue el gobierno, y "toda suma que las empresas hubieran otorgados hasta la fecha que no hubiera tenido fuente en el convenio colectivo 130/75" (A Cta. Futuros Aumentos, Asistencia y Puntualidad, etc.)
En cuanto a las "pymes", satélites de los grandes patronales del sector: "perlitas" como Aguinaldo en tres cuotas y la posibilidad de fraccionar las vacaciones a gusto del patrón.
Pero el punto 4, habilita a las patronales a desconocer el acuerdo, y romper el Convenio único para abocarse en acuerdos por empresas, que por definición, observan un "aumento" menor.
Un acuerdo regresivo
Las grandes patronales se frotaron las manos. Carrefour, Coto, Jumbo, Disco se dispusieron a "cumplir" el acuerdo a rajatabla. Desenganchándose del Convenio, las patronales y los representantes del sindicato acordaron por empresa, como en Carrefour, un aumento del 14%, el 9% en Ticket en agosto y el 5% en efectivo en septiembre, previa absorción de Asistencia y Puntualidad, un ítem que pagaba la empresa desde mucho tiempo atrás y que diluyó toda posibilidad de aumento.
Nada sobre los contratos por agencia, descanso dominical, polifuncionalidad, silencio sobre los efectivos fuera de convenio- a los que nada pudieron absorverle porque nada recibían. Está claro bajo que interés se firmo el Convenio.
Perspectivas
El descontento extendido entre los trabajadores pudo cristalizar en las movilizaciones de Disco y en la acción de los delegados combativos de Coto. Si bien la bronca y el fastidio de los trabajadores todavía no dieron una respuesta masiva al acuerdo trucho, son el punto de apoyo para preparar las fuerzas para conquistar un verdadero aumento de salarios y mejorar las condiciones laborales.
La autoridad de la dirección de Cavallieri está por el piso. El proceso inaugurado puede transformarse en su contrario, como nos señaló el triunfo de los compañeros de Coto en las elecciones gremiales.
Las conquistas que necesitamos los trabajadores suponen la recuperación de nuestras herramientas gremiales, el método asambleario y el control sobre los dirigentes desde abajo.
Hoy más que nunca es necesaria la unidad de acción de todos los elementos combativos y progresivos que existen en el sindicato, que son pocos pero que tienen un futuro prometedor si unificadamente salimos a luchar, si contamos con la paciencia necesaria para combinar trabajo clandestino y abierto allí donde se den las circunstancias.
Desde ya, esta unión tiene que estar garantizada por: Salarios $1.800; Contra el Convenio trucho por un Convenio que surja de las bases y paritarios responsables y revocables ante ellas; Basta de contratos, todos a planta Permanente; Descanso dominical sin reducción salarial y el sábado después de las 13hs; Asambleas y reuniones en los lugares de trabajo con democracia obrera y sindical; Por la recuperación del sindicato de empleados de comercio para los trabajadores.