Subte: Reconocen el nuevo gremio y a sus delegados

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El acuerdo firmado entre los representantes de los obreros del Subte y el Ministerio de Trabajo supone una victoria parcial, pero muy importante, para los trabajadores del Subterráneo porque se reconoce expresamente la representatividad del nuevo gremio, AGTSyP, y de su cuerpo de delegados, formado por 82 trabajadores, que tendrán los mismos derechos que la Unión Tranviaria Automotor (UTA) y, en la práctica, actuarán como los genuinos representantes de los trabajadores del Subte.

Después de meses de conflicto, los trabajadores del Subte consiguieron un avance más hacia su objetivo de conseguir la personería legal de su propio sindicato, la Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y Premetro (AGTSyP). En la noche del 26 de noviembre se alcanzaba un acuerdo entre los representantes de los obreros del Subte y el Ministerio de Trabajo.

El contenido del acuerdo supone una victoria parcial, pero muy importante, porque se reconoce expresamente la representatividad de AGTSyP y de su cuerpo de delegados, formado por 82 trabajadores, que tendrán los mismos derechos que la Unión Tranviaria Automotor (UTA) y, en la práctica, actuarán como los genuinos representantes de los trabajadores del Subterráneo.

El acta firmada consta de siete puntos y se deja constancia que los delegados de AGTSyP podrán participar en las paritarias y atender asuntos gremiales. Los delegados y ex-delegados de AGTSyP no podrán ser despedidos por motivos gremiales. Se garantiza "la estabilidad laboral a los ex delegados y a una importante cantidad de delegados no reconocidos y se facilitarán las negociaciones para mejorar las condiciones laborales". El documento contempla que el Ministerio y la empresa se comprometen a "facilitar" su participación en las negociaciones.

 

El único aspecto controvertido es el punto en el que los trabajadores se comprometen a la "paz social durante un año", siempre que las partes restantes no incurran en romper este con este acuerdo. Desde nuestro punto de vista, esta concesión – que, evidentemente, no está exenta de riesgos – no desmerece la corrección de la firma del acuerdo. Si la patronal, Metrovías, o la burocracia sindical de la UTA respetan los términos del acuerdo no hay necesidad de impulsar medida de fuerza alguna. En caso contrario, los trabajadores quedarán con las manos libres para defender sus derechos.

 

Es verdad que el acuerdo no contempla el reconocimiento "legal" del nuevo gremio por parte del Ministerio de Trabajo, pero es un gran paso adelante en pos de este objetivo. Los trabajadores del Subte han peleado como leones en todos estos años y consiguieron conquistas históricas hasta culminar con ese importantísimo triunfo parcial. Lo más destacable es que, a pesar de que han sido acosados continuamente por la patronal, la burocracia sindical, el gobierno y los medios de comunicación burgueses, no han sufrido ni un solo despido ni tampoco el descabezamiento de sus dirigentes naturales. Lamentablemente, no ha sido el mismo caso de los conflictos gremiales dirigidos por activistas y delegados que militan en agrupaciones de izquierda, en general de carácter sectario, y que parecen más interesadas en mostrar la chapa de sus partidos que en ganar los conflictos.

 

Los paros del Subte deben ser manejados con mucho cuidado, porque afectan a cientos de miles de trabajadores; de ahí que el esfuerzo por conseguir la solidaridad de clase es vital para poner la opinión pública a favor, circunstancia que no es fácil cuando se enfrentan tantos enemigos juntos. Luego de semanas de paros parciales y totales de hasta 24 hs, sólo quedaba a la vista la perspectiva de convocar paros de 48 hs, e incluso indefinidos, con  el peligro claro de aislarse y exponerse a despidos traumáticos y a una represión policial salvaje. La no firma del acuerdo, como defienden corrientes como el PO y el MAS, pese a las grandes concesiones arrancadas, hubiera sido una aventura y una irresponsabilidad porque habría colocado el conflicto en el todo o nada, exponiéndose a la posibilidad de una dura derrota.

 

Felicitamos, por tanto, a los obreros del Subte y a su Cuerpo de Delegados por la victoria alcanzada y por la inteligencia con que manejaron el conflicto en todas sus etapas.