Solidaridad con los trabajadores y sus luchas

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emferLos conflictos recientes en las empresas Lear, Emprendimientos Ferroviarios SA (EMFER) y Tecnología Avanzada en Transporte (TATSA) demuestran la voluntad de los trabajadores de enfrentar los despidos y las suspensiones impuestas por las grandes patronales ante la total complicidad de los jefes sindicales tanto de la UOM como del SMATA. 

En el caso de la autopartista Lear la multinacional de origen estadounidense suspendió a 200 trabajadores en mayo, 100 de ellos sin goce de sueldo, y recientemente, despidió a más de cien operarios y prohibió el ingreso de los delegados a su lugar de trabajo. El cinismo patronal se ve nítidamente cuando la empresa alega que la reducción de personal se debe a las dificultades económicas a la vez que ostenta ganancias por más de 16.000 millones de dólares en sus 221 filiales en 36 países de todo el mundo.
 
Cabe destacar que la Justicia ordenó a la patronal de Lear que permita el ingreso de los delegados que, de forma ilegal, la empresa viene impidiendo sistemáticamente
 
El caso de Emfer donde se produce material rodante ferroviario y Tatsa donde se producen colectivos no es muy distinto. Comandadas por el Grupo Cirigliano (el  mismo que hace dos años  provoco la Tragedia ferroviaria de Once que dejo 51 muertos) han comenzado un ataque frontal contra sus trabajadores al atrasar adrede el pago de salarios con el fin de profundizar un proceso de vaciamiento que amenaza seriamente los puestos de trabajo.
 
Los Cirigliano, quienes se enriquecieron abultadamente con subsidios del estado controlan unas 30 líneas de colectivos, micros de mediana y larga distancia, compañías de seguros, aviación y empresas de micros de larga distancia en Perú y Estados Unidos.
 
Ante esta situación los trabajadores se encuentran defendiendo sus puestos de trabajo con medidass que incluyen tomas, movilizaciones y cortes de calles.
 
En este marco el gobierno nacional a través de la secretaria de seguridad de la nación utilizo en dos ocasiones a la gendarmería para reprimir brutalmente a los trabajadores usando gendarmes que portaban armas reglamentarias y armas largas que utilizaron para disparar balas de goma. Los operativos incluyeron perros, camiones hidrante y el lanzamiento de gases lacrimógenos.
 
Claramente la represión expresa un corrimiento en la política de no represión de la protesta social que se complementa con un discurso que criminaliza y responsabiliza a los trabajadores que defienden el sustento de sus familias y muestra tolerancia hacia los empresarios que suspenden y despiden trabajadores de las automotrices y autopartistas.
 
“No es posible que existan estos grupos minúsculos que obstaculicen la actividad del país, impidiendo el tránsito en las rutas o autopistas, que son estratégicas para la circulación”, justifico el Jefe de Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich.
 
Lo que no es posible y absolutamente inadmisible es que cuando los trabajadores, principal base social y electoral del Kirchnerismo, salen a reclamar por sus fuentes de trabajo y sus legítimos derechos sean brutalmente reprimidos mientras los empresarios absorben ganancias exorbitantes.
 
Desde la Corriente Socialista Militante nos solidarizamos con los trabajadores y sus luchas en curso a la vez que repudiamos la actitud del gobierno nacional de reprimir a quienes se encuentran defendiendo sus puestos de trabajo.
 

¡Ni despido, ni suspensión!

¡No al empleo precario, no al trabajo en negro. Pase a planta permanente!

¡Por 8 horas de trabajo! Reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario!

¡Estatización sin compensación y bajo control de los trabajadores de todas las empresas que cierren o despidan trabajadores!