La lucha de los docentes de Santa Cruz es una inspiración para los trabajadores de todo el país. Pese a enfrentar un acoso y una represión feroz, fueron capaces de sostener sin fisuras una huelga de dos meses, torcerles el brazo a los gobiernos provincial y nacional, y con total probabilidad conseguir una gran victoria que animará las luchas salariales en todo el país.
No olvidemos que la lucha quedó aislada en la provincia, ante la negativa de los dirigentes de la CTERA a unificar los reclamos docentes de todo el país, y que lleva dos semanas en la "ilegalidad" tras la decisión correctísima de ADOSAC de desconocer la Conciliación Obligatoria. La clave del éxito reside en tres cosas: en la unidad inquebrantable de los trabajadores, en la firmeza de la dirección de ADOSAC y su confianza en los trabajadores y, sobre todo, en su extensión a otros sectores ganando el apoyo masivo de la población. Los activistas clasistas tenemos mucho que aprender de los compañeros de Santa Cruz.
Nuevamente, los trabajadores han puesto en su lugar a los escépticos y llorones que, dentro del activismo sindical, desconfían de los trabajadores y en su capacidad de lucha. Se demostró en la jornada de lucha del 9 de abril, pese a la malísima organización del paro nacional de la CTA y del "paro" de una hora de la CGT; en el paro nacional de ATE el 11 de mayo, y lo están demostrando infinidad de conflictos a lo largo y ancho del país. Así, tenemos la lucha magnífica de los compañeros de FATE, de la salud, y de las huelgas anunciadas en telefónicos y en el Subte.
El Movimiento Intersindical Clasista (MIC) tiene una oportunidad, en este contexto, de aumentar sus puntos de apoyo en las empresas y sindicatos, y emerger como una alternativa de dirección a las actuales conducciones sindicales burocráticas.
En este sentido, el MIC debería lanzar una campaña pública denunciando el "pacto social" acordado entre el gobierno, la patronal y la dirección de la CGT, y propagandizar su propia plataforma reivindicativa por aumentos mínimos del 20%, por salarios equivalentes a la canasta familiar y contra el empleo en negro y en precario; además de profundizar su participación en los conflictos, ya sea con su implicación directa en los mismos, ya sea con campañas de solidaridad, como correctamente se hizo en Santa Cruz y Neuquén.
Corriente Socialista El Militante- 16 de mayo 2007