Desde la Corriente Socialista Militante (CMI Argentina), repudiamos el accionar represivo del gobierno de Milei junto a la Ministra Bullrich sobre el movimiento piquetero.
Nos solidarizamos plenamente con sus dirigentes y los cientos de miles trabajadores y trabajadoras que sufren las políticas represivas y de hambre del gobierno.
En la noche del lunes se produjeron 27 allanamientos sobre diferentes domicilios, locales, comedores y dirigentes del movimiento piquetero que vienen luchando desde el 20 de diciembre contra el gobierno reaccionario de Milei. La Ministra de Seguridad Patricia Bullrich puso en funcionamiento está ofensiva a partir de una serie de llamados a la línea telefónica que el gobierno estableció para denunciar supuestos “aprietes” por parte de quienes dirigen las organizaciones populares. El Polo Obrero, el Movimiento Barrios de Pie y el Frente de Organizaciones en Lucha son las organizaciones que el gobierno apunta no solo para desacreditarlas mediáticamente sino para criminalizarlas, disciplinarlas y sancionarlas. Solo basta ver los comentarios ofensivos del diputado Espert “El kirchnerismo y su furgón de cola -la izquierda- son la lacra, son el estiércol de la dirigencia argentina” para ver el desprecio de clase de los representantes políticos de la clase dominante.
Este ataque a los movimientos piqueteros se suma a una política represiva sobre el movimiento de masas en general y en particular sobre las organizaciones que nuclean al conjunto de la clase obrera desocupada y de las organizaciones de la economía informal.
Según el gobierno reaccionario de Milei y Caputo la medida se dio a partir de “una extensa auditoría que detectó más de 1200 comedores fantasmas, la extorsión a planes sociales y llevó a 27 allanamientos.”
Con un total cinismo el Gobierno denunció que la mitad de los comedores y merenderos que recibían asistencia del Estado no existen, ocultando que la gran mayoría de los comedores populares se vieron obligados a cerrar ya que hace 5 meses que el Estado interrumpió la entrega de mercadería.
El movimiento de desocupados va incrementándose día a día. En las últimas décadas, año tras año se fueron engrosando las filas de los desocupados. ¿De quién es la responsabilidad del aumento de la desocupación? ¿Acaso son los trabajadores y las trabajadoras que se sienten bien viviendo sin trabajar, recibiendo una dádiva que le da el Estado capitalista? ¿Acaso los millones de trabajadores y trabajadoras que viven de las más de 20 prestaciones sociales que hay, se sienten satisfechos por recibir en el mejor de los casos $140.000?, además de las denuncias de que cientos de personas recibieron la miserable suma de $70.000- en el último periodo.
No, la desocupación es parte inmanente del sistema capitalista, que los empresarios parásitos la resuelven descargándola sobre los hombros de las familias obreras.
Por su lado, los reformistas aplicaron históricamente una política de asistencialismo y solo en un corto período bajó la desocupación de la mano de los altos precios de las commodity, con empleos de baja calidad, hasta que llegó el 2009, que se instaló de vuelta la crisis capitalista, aumentando paulatinamente capa por capa el ejército de desocupados en el país y en la región. Los capitalistas, en vez de generar empleos genuinos, solo impulsaron una política de contención social a través del Estado. Esta prédica fue sostenida por años, llenándose la boca con la década ganada y con poco hecho realmente. Evidentemente ningúna fuerza política del régimen capitalista consideró poner en pie industrias estatales para generar empleo de calidad de forma masiva capaz de devolver la dignidad a los trabajadores.
Pero debemos ser claros, bregamos por la plena ocupación, ante la propiedad privada de los medios de producción estamos con los desposeídos, los oprimidos, los explotados. Nos ponemos en la misma trinchera de lucha y desde ahí denunciamos las políticas de hambre que se expresan en la falta total de una política que busque desarrollar trabajo genuino, lo que empuja a millones de trabajadoras y trabajadores a la miseria y a la degradación humana.
En la actualidad ante la bestial crisis económica en el país, la brutalidad del gobierno de Milei y del régimen de conjunto hace, por un lado, que recorten “gastos” del Estado “innecesarios” para la burguesía y sus esbirros. Esto se combina con una campaña ensordecedora por parte de los medios masivos de comunicación que mienten y se ensañan con los movimientos sociales.
A su vez entendemos que las organizaciones políticas, sociales o sindicales no están exentas de riesgos si no existen mecanismos de control, establecidos de manera democrática, que frenen cualquier indicio de corrupción que pueda surgir.
Queremos señalar que solo la clase obrera podrá poner en pie un verdadero movimiento de trabajadores y trabajadoras ocupados y desocupados que ponga fin a la explotación y opresión de los millones de mujeres y hombres de nuestra clase.
Llamamos a las organizaciones populares y a las bases de las organizaciones sindicales a establecer un frente único de lucha que ponga en debate la derrota del plan Milei, su gobierno y el conjunto del régimen político que sostienen y aseguran las ganancias de los capitalistas y la miseria de la clase trabajadora.
¡Abajo la persecución contra las organizaciones de desocupados!