Sanitarios Maracay: “Nuestro objetivo es la estatización bajo control obrero para producir baños para los planes de vivienda del gobierno”

Cuando ya era muy difícil para el patrón controlar la situación nos ofrecieron dinero, nos decían si nos queríamos ir de la empresa… En vista de que no nos podían comprar y se les escapó de las manos el control de los trabajadores, se dan a la tareade arremeter contra la misma fábrica intentando ocasionar un cierre técnico. Tratan de que se pierdan los puestos de trabajo y así poder salir del sindicato. Es así como, apenas firmado el contrato colectivo en septiembre de 2005, en el cual conseguimos rmos reivindicaciones muy importantes, ellos deciden incumplir todos los puntos.

Entrevista a José Villegas, Secretario de Organización del sindicato revolucionario SINTRAEPISCEA (UNT Aragua) y miembro del Comité de Fábrica

El Militante: Explícanos como surge este conflicto y cómo se han venido organizando los trabajadores.

José Villegas: En el año 2003, después del paro patronal, un Frente de trabajadores decidimos organizarnos para romper con la estructura sindical patronal que existía hasta entonces en la empresa. A través del camarada Richard Gallardo, coordinador nacional de la UNT y coordinador regional de esta central en Aragua, empezamos a reunir los requisitos para conformar una estructura sindical que respondiese realmente a los intereses de los trabajadores. En ese momento éramos 30 trabajadores y empezamos a extender la información entre el resto de compañeros, a explicar que era necesario formar un sindicato para defendernos frente a los atropellos del patrón y del sindicato patronal, etc.

El patrón comenzó a pagarnos sólo 3 días de salario y eso lo convalidaba el sindicato patronal. Estuvimos casi 8 meses para que el Ministerio de Trabajo nos reconociese el sindicato y el patrón nos sacó 5 meses a la calle. Desde ese momento comenzamos a exigir un referéndum para decidir qué sindicato apoyaban los trabajadores. En ese referéndum los trabajadores son amedrentados fuertemente, los llevaron a la oficina de Recursos Humanos, los amenazan con que iban a perder el trabajo si nos apoyaban, les dicen que si no retiraban la firma que nos habían dado para legalizar el sindicato clasista no les iban a dar las utilidades completas,…Este primer referéndum la empresa ni siquiera permite que se haga dentro de sus instalaciones y tuvimos que hacerlo en frente de esta. Aún con este psicoterror que intentó generar la empresa, los trabajadores participaron masivamente y expresaron que no querían más esa estructura sindical patronal.

Después sigue una pelea fuerte. Nosotros desarrollamos una campaña fuerte de información a los trabajadores, en el comedor, mitineo constante, etc. Finalmente se da un segundo referéndum, que la empresa esta vez tiene que aceptar que se celebre dentro de las instalaciones, y le damos una barrida a esa estructura patronal: 460 votos contra 112. Como a la empresa se le escapa de las manos el control de los trabajadores a través de esa estructura sindical patronal y los trabajadores comienzan a tomar conciencia, crece la organización en el nuevo sindicato (SINTRAEPISCEA) y éste es el que debe negociar ahora la convención colectiva, se intensifican las arremetidas contra varios directivos del nuevo sindicato: contra mi persona, contra Humberto López, José Pérez y otros camaradas. Contratan sicarios, a delincuentes para que nos lancen desde la escalera del comedor, contratan vigilancia armada hasta los dientes y mandan a estos vigilantes que nos agarren a golpes… Fue una arremetida brutal contra nosotros. El sindicato patronal decía que ellos seguían al frente de la situación, que tenían mayoría… pero al final todo se les fue desvaneciendo porque ante cada ataque y trampa de la empresa nosotros informábamos y movilizábamos a los trabajadores. Con toda esta pelea nos fuimos fortaleciendo.

Cuando ya era muy difícil para el patrón controlar la situación nos ofrecieron dinero, nos decían si nos queríamos ir de la empresa… En vista de que no nos podían comprar y se les escapó de las manos el control de los trabajadores, se dan a la tarea de arremeter contra la misma fábrica intentando ocasionar un cierre técnico. Tratan de que se pierdan los puestos de trabajo y así poder salir del sindicato. Es así como, apenas firmado el contrato colectivo en septiembre de 2005, en el cual conseguimos reivindicaciones muy importantes, ellos deciden incumplir todos los puntos. En diciembre de 2005 dan el primer golpe y dicen que no tienen dinero para cancelar las utilidades.

El patrón nos dejó sin comida, con un salario básico… Ahí hubo un choque muy fuerte entre el sindicato y la empresa. Finalmente, el patrón tuvo que pagar las utilidades. En el 2006 comenzamos a presionar también con la cuestión de las enfermedades ocupacionales en colaboración con el IMPSASEL. Tenemos 170 trabajadores con lesiones de columna, otros con problemas en los pulmones, etc. La empresa, lejos de enseriarse, más bien se negó a pagar las prestaciones sociales, no cancela los servicios funerarios -que debemos pagar de nuestro dinero- deja de comprar materia prima…

El 30 de marzo de 2006 reclamamos ropa de trabajo y uniformes ya que hacía 2 años que no los recibíamos y, cuando hicimos el reclamo, nos encontramos que Rafael Sánchez, Gerente de Producción, da instrucciones a todo el personal técnico, administrativo y al cuerpo de supervisores para que salgan de la empresa y plantea suspender el pago de salarios y el servicio de comida. Así empieza nuestro vía crucis. El empresario, Pocaterra, se desaparece, se van todos los supervisores, personal administrativo, secretarias… Nosotros discutimos la situación en asamblea. Hay 400 toneladas de pasta (para hacer los baños), si esas 400 toneladas se sedimentan ocurriría lo mismo que hubiera ocurrido en PDVSA durante el paro patronal: si los trabajadores no limpiaban las tuberías se habrían taponado y se destruirían esas tuberías… Ante este paro patronal que nos hizo el empresario decidimos poner los motores a funcionar y mover todo ese material, toda esa pasta, porque este material si se sedimenta es como el cemento, taparía todo el recorrido que hace la pasta y podría tardarse mucho tiempo en recuperar esas instalaciones… A través de los mecánicos y de todo el personal especializado comenzamos a mover más de 200 motores y de esa manera mantuvimos la empresa tomada pero no en producción en aquel momento sino operativa para la producción.

Comenzamos a hacer marchas al Ministerio de Trabajo, al Consejo legislativo del Estado Aragua (CLEA), a la Gobernación, a Elecentro… Se nos atacó por todas partes, PDVSA Gas quería cortar el gas, Elecentro la electricidad, pero con la presión y movilización de los trabajadores frenamos todos estos ataques… Incluso nos organizaron un sabotaje de una bomba de agua situada a más de 60 metros de profundidad.

Con todas las marchas y movilizaciones fuimos convocados a través de los esfuerzos de Orlando Chirino, Coordinador Nacional de la UNT, a una reunión en el Ministerio de Trabajo. Pocaterra nunca apareció a ninguna reunión, solamente mandó al Gerente de Recursos Humanos y a la Gerente de Producción. Estuvimos en discusiones hasta el 12 de mayo de 2006 en que entregamos la fábrica. La entregamos bastante entristecidos porque ya sabíamos que esto que ahora ocurre iba a pasar, veíamos -por todo lo que había hecho el patrón- que él tenía una posición de intentar quebrar su propia fábrica y eliminar los puestos de trabajo.

Duramos dos meses en la sala de mediación y arbitraje del Ministerio de Trabajo con dos licenciadas que no hicieron nada para que Pocaterra fuera a las reuniones. Cada vez que íbamos mandaba un fax diciendo que no podía asistir y perdíamos el viaje. El entonces Ministro de Trabajo, Ricardo Dorado, que estaba a dos oficinas de donde hacíamos la discusión en ningún momento se presentó a pesar de que le hicimos varias invitaciones. Le elevamos el caso porque ya veíamos que iba a haber una arremetida aún más fuerte contra los trabajadores. Finalmente, logramos unos acuerdos chucutos con los personeros que mandó Pocaterra en los que ni siquiera se nos reconocían los 42 días de salario que duró la empresa sola sino sólo 35 que serían cancelados en diferentes semanas. Aunque se concretaron ciertos acuerdos (que nos iban a dar los uniformes) ni siquiera esto se cumplió en su totalidad. Hasta la fecha ninguno de los puntos de este acuerdo marco se cumplió. En Diciembre de 2006 debía estar cancelado todo lo que se nos adeudaba de la convención colectiva y ya ves como estamos…

EM: Ustedes han denunciado que el patrón los llevó a esa primera lucha para intentar desgastarlos, que su objetivo era llevar la empresa a la ruina para acabar con un sindicato que había logrado con la lucha aumentar los salarios y derechos y darle un freno a los ataques del patrón. ¿Cómo surgió la nueva toma de la empresa y por qué decidieron esta vez ponerla a producir, algo que es la primera vez que ocurre durante este proceso revolucionario?

JV: Después de volver al trabajo, el patrón se inventó el cuento de que venía un inversionista y que no podía pagarnos las prestaciones hasta que entrase el inversionista, pero era una excusa. Desde que entregamos la fábrica, los dueños no compraron ni un gramo de materia prima. Todo lo contrario. En la planta sólo había 50 trabajadores y sacó a todo el personal de la empresa con permisos remunerados. Esta situación se mantiene hasta el 14 de Noviembre cuando el patrón nos pasa un ultimátum. Dice que los supuestos inversionistas habían decidido no invertir porque el sindicato era un sindicato radical. Nosotros ya esperábamos eso. El patrón incluso nos presenta unas exigencias inaceptables: que la convención colectiva se sustituya por contratos individuales de los trabajadores con él, en los que desaparecerían todos los derechos conquistados y sobre todo desaparecería nuestra organización como colectivo.

Cuando el empresario dice que la empresa está quebrada técnicamente nosotros le decimos que si esta es la situación y la ley no hace nada para defender nuestros derechos al trabajo, a la vida, a un futuro digno para nosotros y nuestras familias, estábamos decididos a tomar la planta. Abrimos una discusión con los empleados a los que proponemos unirse a los obreros en la toma, pues el mismo patrón había dicho que no había dinero para pagar a obreros ni empleados, a proveedores, comprar materia prima, etc. En la asamblea los obreros decidimos tomar la planta y con el apoyo del sindicato y junto a los camaradas de la Corriente Marxista Revolucionaria, CMR, proponemos crear un Comité de Fábrica para poder coordinar toda la toma y dirigir nosotros mismos la empresa, poner la fábrica a producir y vender esa producción… para de ese modo conseguir bolsas de comida, medicinas, etc. y poder resistir hasta lograr el objetivo, que es la estatización de la empresa bajo control obrero. Le abrimos a los empleados incluso un espacio en el Comité de Fábrica, reservándoles 5 puestos de 21 a la espera de su respuesta, pero deciden por voluntad propia retirarse de la empresa. Con ellos se retiran también un reducido grupo de esquiroles que el patrón intenta utilizar para crear una división entre los trabajadores. Se llevan a los trabajadores más débiles, con menos formación y conciencia política pero la mayoría de los trabajadores en asamblea decidimos poner a producir la empresa.

Al principio fue muy duro. Pero la inmensa mayoría nos quedamos, arrancamos la producción y nos pusimos a vender salas de baño en el garaje de la empresa. Nosotros nos mantenemos acá y el número de trabajadores que participan incluso está aumentando. Mientras el grupo que intentó utilizar el patrón para dividirnos, el ¨sindicato de la matica de mango¨, como le decimos nosotros (en referencia a que este grupo en los primeros días de la toma se reunía fuera de la empresa bajo una mata de mango, Nota del Entrevistador), están viendo socavadas sus bases. Incluso trabajadores a los que les pidieron la firma diciendo que era para que Pocaterra les pagara las utilidades se vieron engañados y llevaron esas firmas a Inspectoría de Trabajo donde la funcionaria Karelys Caranche los registró en este sindicato patronal en tiempo récord. Este sindicato patronal recibió también el apoyo de Marcela Máspero (diputada y coordinadora de la UNT) lo cual nos parece muy grave en medio de un conflicto y una lucha tan dura como esta. Prestarse a dividir la lucha en plena toma de la empresa nos parece criminal. Pero seguimos resistiendo y avanzando, mantenemos la empresa funcionando bajo control obrero, vendiendo salas de baño y demostrando que la empresa puede funcionar bajo el control de los trabajadores.

EM: ¿Qué apoyos están recibiendo?

JV: Después de la visita de unos testaferros del patrón disfrazados de empresarios que vinieron a la empresa, se abre una nueva discusión con la UNT nacional y el estado. Decidimos organizar una marcha a Caracas el 14 de diciembre que fue un éxito. Orlando Chirino, Coordinador Nacional de la UNT, se monta en apoyar esa marcha. La gente de la Corriente Marxista Revolucionaria y de la Campaña “Manos Fuera de Venezuela” nos ayuda a romper el bloqueo mediático. Sacan un video que se ve por Internet y se difunde internacionalmente.

Todo esto hace que el conflicto adquiera más repercusión. Se rompe le cerco mediático porque una vez que empezamos a producir y vender salas de baño, la línea para los medios de comunicación del estado Aragua, línea bajada por los patrones de estos medios (El Siglo, El Aragüeño, El Carabobeño, TVS…) era ni una foto ni una noticia sobre Sanitarios Maracay. Ese cerco mediático lo rompe la CMR que a través de Internet pone una entrevista con el secretario General de nuestro sindicato. También agradecemos la colaboración que está prestando Vive TV en la difusión del conflicto.

Esto ha ayudado a que mucha gente sepa la problemática y se esté presentando en la fábrica a mostrar su apoyo. Ahora estamos recogiendo firmas de apoyo a la estatización de Sanitarios Maracay bajo control obrero en los barrios de Maracay, en el Terminal de Pasajeros y en las distintas fábricas del estado. Esta semana hemos estado en Manpa Higiénicos, Vasos Dixie… Los camaradas de los sindicatos de distintas empresas del estado Aragua nos están apoyando, muchos de ellos ya han iniciado los trámites para donar un día de salario de cada trabajador que así lo decida para apoyar la lucha.

EM: ¿Cuáles son los próximos pasos en la lucha?

JV: Este fin de semana participamos en una reunión de dirigentes sindicales de la UNT organizada por la Corriente Clasista Unitaria Autónoma y Revolucionaria (C-CURA), que es la corriente clasista de la central UNT. Hubo sindicatos de todo el país y además de recoger firmas de todos en apoyo a la estatización se comprometieron de manera clasista, como tiene que ser, a convocar una marcha a Caracas. Una marcha en apoyo a la estatización de Sanitarios Maracay pero no sólo, sino también planteando la estatización de SIDOR y de otras empresas. Orlando Chirinos, Stalin Pérez y otros camaradas que hacen vida en la UNT se comprometieron a meter la mayor cantidad posible de trabajadores y dirigentes sindicales en esta marcha. Además, estamos estudiando -a través de la UNT Aragua- el convocar después de esta marcha un paro regional en el Estado e incluso existe la posibilidad de que ese paro pudiese extenderse a Carabobo.

Todo este apoyo es fundamental para lograr nuestro objetivo que es la estatización de la empresa por parte del gobierno bajo control de los trabajadores para así garantizarle materiales de baño a los planes de vivienda que está desarrollando el gobierno.