Proyecto Sur generó grandes expectativas en todo el país después de su desempeño electoral en Capital Federal, con el 25% de los votos. Pero aún queda un gran trecho por recorrer para construir un gran movimiento político de masas de envergadura nacional.
Proyecto Sur generó grandes expectativas en todo el país después de su desempeño electoral en Capital Federal, con el 25% de los votos. Pero aún queda un gran trecho por recorrer para construir un gran movimiento político de masas de envergadura nacional.
La Constituyente Social, una instancia política superadora
Antes de las elecciones ya explicamos que Proyecto Sur sólo tenía una presencia significativa en la Capital Federal, pero su desarrollo en el interior del país era escaso. De ahí el llamamiento que hicimos después de las elecciones para que Proyecto Sur junto con la CTA, particularmente a través de un instrumento tan importante como es la Constituyente Social, que sí tiene una presencia y extensión geográfica verdaderamente nacional, promovieran conjuntamente el lanzamiento de un movimiento político superador, que para la Corriente Socialista El Militante, debería ser un Partido de los Trabajadores, aunque podría ser igualmente válida cualquier otra forma organizativa (movimiento, frente, etc.) siempre que tenga un carácter de masas y esté sustentado en la clase trabajadora. Una vez más, mantenemos este llamamiento.
Incluso dentro de Proyecto Sur debemos avanzar para superar las rivalidades y celos de aparato que puedan existir entre las fuerzas que componen el movimiento, y funcionar de manera unificada con un padrón único de militantes en agrupaciones territoriales comunes (por barrio, comuna o pueblo).
Proyecto Sur ante el acoso del gobierno por la burguesía
Es necesario evitar que los dirigentes de Proyecto Sur caigan en la trampa de aparecer como celosos críticos del gobierno de Cristina sin que eso se corresponda, a su vez, con una crítica mucho más contundente a la oposición de derecha (PRO, PJ disidente, Coalición Cívica).
La bancada de Proyecto Sur debería frenar las iniciativas de la derecha y denunciar las agachadas y vínculos que atan al gobierno con los empresarios, y dar apoyo crítico si fuera necesario a los proyectos oficialistas que supongan una mejora real para las masas trabajadoras o en la democratización de la vida social.
Debemos comprender que, sin ocultar nuestra crítica al kirchnerismo, Proyecto Sur sólo puede crecer y desarrollarse si aparece como el campeón en el combate a la derecha, mientras que levanta bien alta una posición que hable desde el punto de vista de la clase trabajadora, de sus problemas y sus preocupaciones.
Esto tiene la mayor importancia en estos momentos, cuando la burguesía argentina ha lanzado una ofensiva feroz contra el gobierno de Cristina Fernández, y diarios como Clarín devinieron en vulgares panfletos anti-kirchneristas.
Sería un error no tomar en cuenta la preocupación lógica de millones de trabajadores ante esta ofensiva del enemigo de clase, que el kirchnerismo está utilizando para reforzar sus bases sociales de apoyo.
Proyecto Sur y Nuevo Encuentro
Los miembros de la Corriente Socialista El Militante que integramos Proyecto Sur no compartimos el sectarismo que algunos compañeros mantienen hacia el espacio Nuevo Encuentro en la Provincia de Buenos Aires, cuyo referente principal es Martín Sabbatella. El voto a Nuevo Encuentro (cerca de medio millón) fue un voto que buscaba una alternativa a la izquierda del kirchnerismo y, por lo tanto, coincidente en términos políticos con el voto a Proyecto Sur en Capital Federal. Tenemos que reconocer que todavía Proyecto Sur es muy débil en la provincia de Buenos Aires, mientras que Nuevo Encuentro tiene una presencia más desarrollada.
Entendemos que Nuevo Encuentro es un espacio político heterogéneo que incluye posiciones que van desde el apoyo crítico al kirchnerismo (que, obviamente, no compartimos) hasta otras, como las representadas por el Instrumento Legislativo para la Unidad Popular, impulsada por referentes muy importantes de la CTA como Víctor De Gennaro, que se ubican más a la izquierda y han delimitado claramente con el kirchnerismo, en una posición coincidente con Proyecto Sur.
Pensamos que sería un despilfarro de energías lanzarse a una disputa entre ambas fuerzas en la provincia, que además tendría un efecto desmoralizador en las propias bases.
Los dirigentes de Proyecto Sur deberían proponer a Nuevo Encuentro, y particularmente al Instrumento Legislativo por la Unidad Popular, que dirige Víctor De Gennaro, una política de frente único, manteniendo su libertad de criticar aquellas posiciones de Nuevo Encuentro que se consideren equivocadas. Esto sería recibido con gran entusiasmo en la franja de trabajadores y sectores populares que buscan una alternativa a la izquierda del kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires, y elevaría la autoridad política de Proyecto Sur ante los mismos.
Sobre la base de la experiencia, esto prepararía las mejores condiciones para la confluencia de Proyecto Sur y los sectores más afines que participan en Nuevo Encuentro, confluencia que podría ir ampliándose a otros sectores conforme fuera quedando más evidente la salida falsa que representa el kirchnerismo para aquellos sectores honestos que aún mantienen expectativas en él; expectativas, no hay que olvidarlo, que se ven reforzadas a corto plazo por la campaña de acoso histérico de la derecha y de los medios contra el gobierno de Cristina.
Creemos, desde la Corriente Socialista el Militante, que lo prioritario es abonar el camino de la unidad. La Constituyente Social -de la que los integrantes de Nuevo Encuentro también son parte- debatió y resolvió en Jujuy un programa -inacabado, por cierto- que resulta un comienzo promisorio para que en unidad avancemos con las banderas de los trabajadores y sectores explotados marcando una alternativa a la derecha reaccionaria y al kirchnerismo.
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