A un año y medio de existencia del Movimiento Intersindical Clasista se impone un balance que no se quede en lo descriptivo y cuantitativo sino que se centre en las tareas necesarias para su desarrollo. Y fundamentalmente para impulsar la autoorganización de la clase obrera de manera independiente en el camino de su recuperación, su fortalecimiento y hacia su indispensable protagonismo en el próximo proceso de profundos cambios que necesita nuestra sociedad.
Apuntes para la discusión
A un año y medio de existencia del Movimiento Intersindical Clasista (MIC) se impone un balance que no se quede en lo descriptivo y cuantitativo sino que se centre en las tareas necesarias para su desarrollo. Y fundamentalmente para impulsar la autoorganización de la clase obrera de manera independiente en el camino de su recuperación, su fortalecimiento y hacia su indispensable protagonismo en el próximo proceso de profundos cambios que necesita nuestra sociedad.
Con su aparición el MIC significó un gran paso adelante, constituyéndose como lugar de encuentro de trabajadores, activistas, delegados y dirigentes sindicales combativos de diversas ramas y regiones del país. Así se consiguió coordinar algunas luchas, profundizarlas y comenzar a crear instrumentos para recuperar los sindicatos para los trabajadores.
En este sentido son de destacar la conformación de la lista opositora en la CTA, las reuniones periódicas de los docentes del MIC (que van en camino de conformarse como corriente unificada dentro de CTERA) y la lista que disputará la elecciones de ATE a fin de mayo. También se ha logrado implantar la idea de unidad de la clase, frente al sectarismo, aparatismo y divisionismo de algunos grupos de izquierda.
Necesariamente el MIC nació a partir del acuerdo entre los principales referentes de las importantes luchas que se venían dando. Pero con la continuidad de la Mesa provisoria y lo espaciado de los plenarios se corre el riesgo de convertir al MIC en un mero acuerdo por arriba entre distintos agrupamientos. A esto se le suma el accionar equivocado de algunos miembros de la Mesa, que han llevado políticas contrarias a las de la mayoría, que han dificultado en su momento el lanzamiento de la oposición en CTA y ahora en ATE y que han creado confusión en las bases con su teoría de ¨difundir el clasismo desde espacios acordados con la burocracia¨.
Sin embargo, esas minorías han logrado permanecer gracias al sostén que les han dado los sectores de la Mesa que pretenden convertir al MIC en un acuerdo entre agrupamientos, aferrados a sus pequeñas zonas de influencia y con miedo a perderlas. Creemos que es el momento de arriesgar y disputar a los sectores burocráticos la dirección de las organizaciones sindicales y no de permanecer defendiendo nuestras pequeñas quintitas. En este sentido es aleccionadora la experiencia de los Sutebas opositores tras tres años de dirigir algunas importantes seccionales, pero sin haber podido extender su influencia.
Todo esto dificulta la aparición del MIC como herramienta alternativa para la gran masa de trabajadores que han salido a luchar, con altas y bajas, por salarios y contra la precariedad, durante estos meses. El MIC como tal, por ejemplo, no ha jugado ningún rol en la convocatoria a paritarias, donde podría haber impulsado una campaña para impugnar los acuerdos que se vienen firmando entre la burocracia, los empresarios y el gobierno, cuestionando la representatividad de Moyano y cía. para discutir en nombre de los trabajadores y proponiendo la elección de delegados paritarios en asambleas de base, tratando de instalar la necesidad de un salario equivalente a la canasta familiar contra el techo impuesto por la patronal.
Además se ha creado una situación de retroalimentación del esquema existente en la Mesa del MIC: el pesimismo frente al poder de burocracia y a la supuesta debilidad de los trabajadores, en alianza con el miedo a perder algunas pequeñas áreas de influencia generan más encierro y aislamiento. Es necesario romper este círculo vicioso.
Frente a esta situación y en nuestro convencimiento de la necesidad de la construcción de una fuerte Corriente sindical clasista y antiburocrática unificada, que aparezca con un mismo nombre y color en todas las ramas y regiones del país donde tenemos compañeros, para comenzar a disputar la dirección del movimiento obrero, presentamos algunas ideas para la discusión:
* Creación de una Mesa de dirección del MIC que ya no sea provisoria, con el fin de agilizar la intervención del MIC en los conflictos y diversas situaciones que lo requieran (como lo fueron la paritarias).
* Convocatoria de Plenarios cada tres meses que revisen la actuación de la Mesa y eventualmente cambien su accionar e integrantes.
* Empadronamiento y cotización de los adherentes al MIC, para establecer fehacientemente quién pertenece al mismo y quién no. Además de solucionar así, en las mejores tradiciones de la clase, la cuestión financiera.
El 1º de Mayo es la fecha más significativa para el clasismo. Históricamente ha sido elegida en todo el mundo por los trabajadores para manifestarse como clase. Es la máxima expresión de la unidad de los trabajadores, por encima de la diferencias de nacionalidad, raza, idioma, religión e ideas que tengamos. En ese espíritu y en el de los antecedentes del MIC, donde el acto en Plaza Lorea de hace dos años marcó un hito importantísimo, queríamos contribuir con estos apuntes a un debate que consideramos impostergable.