Pronunciamiento de la Corte Suprema sobre la libertad sindical

¿En qué nos beneficia y perjudica a los trabajadores?

Rechazamos cualquier tipo de prohibición o intervención del Estado burgués en la organización de los trabajadores. Somos nosotros quienes debemos decidir cómo y con quién nos organizamos en las empresas. Los gremialistas socialistas debemos apelar a la madurez revolucionaria del activismo clasista para que no se separe del resto de su clase, teniendo siempre la perspectiva de unir al movimiento obrero en gremios y centrales sindicales comunes y, donde no sea posible, favorecer el más sólido frente único para enfrentar eficazmente a la patronal y el gobierno, al mismo tiempo que peleamos y exigimos por la democracia plena en el seno de los sindicatos.

¿En qué nos beneficia y perjudica a los trabajadores?

El pronunciamiento de la Corte Suprema sobre la libertad sindical arrancó cuando la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), convocó a elecciones de delegados en el ámbito de Estado Mayor del Ejercito y del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, este llamado fue rechazado por la Unión del Personal Civil de Las Fuerzas Armadas (PECIFA), por considerar que sólo era ella quien tenia facultades para realizar ese acto, en razón de contar con personería gremial. Por lo tanto, el Ministerio de Trabajo desestimó el pedido de el llamado a elecciones por parte de la CTA, manifestando que se "requiere estar afiliado a la respectiva Asociación Sindical con  personería gremial" y ser elegido en elecciones convocadas por ésta. 

Aspectos positivos y negativos

Evidentemente, ante el fallo de la corte, donde cualquier trabajador puede ser elegido delegado y no pertenecer a una organización  que tenga personería gremial, se abre un panorama bastante interesante. Demás está decir que a los "gordos" de la CGT no les ha caído bien este fallo, los trabajadores tenemos que hacer un esfuerzo para ver de qué manera nos puede beneficiar, y en qué nos puede perjudicar.
En principio, nos permitiría elegir democráticamente a los compañeros más honestos y luchadores, y no correrían tanto riesgo de persecución por parte de la patronal con complicidad de los burócratas sindicales. Los delegados no podrían ser desaforados por el gremio y quedar expuestos a despidos injustificados de la empresa. Sólo serían responsables ante los trabajadores que los eligieron y, por lo tanto, también revocables sólo por ellos. Esto evitaría, por ejemplo, que los delegados combativos del Subte sean desaforados de sus cargos y, eventualmente, despedidos por la empresa Metrovías, en connivencia con la burocracia sindical del gremio UTA. Los gremios de la CTA, que es una central representativa, podrían presentar sus propios delegados, aunque no sean mayoritarios, allá donde coexisten con gremios de la CGT.
Pero el esfuerzo mayor se debe centrar en lo que nos puede perjudicar, y es en la posibilidad de división de los trabajadores en los lugares de trabajo, dado que tanto la patronal como la burocracia, evidentemente van  hacer lo imposible para que no nos  organicemos. La patronal podría organizar sindicatos patronales, particularmente en las empresas chicas. También podría darse el caso de que los grupos sectarios, siempre pendientes de la ilusión de tener su propia organización de masas "de la noche a la mañana" pudieran organizar pequeños "sindicatos rojos", lo que sería muy dañino al separar a los trabajadores más avanzados del resto, lo que aislaría a los primeros y fortalecería el control burocrático de los sindicatos de masas.

Rechazamos la injerencia del Estado

En cualquier caso, rechazamos cualquier tipo de prohibición o intervención del Estado burgués en la organización de los trabajadores. Somos nosotros quienes debemos decidir cómo y con quién nos organizamos en las empresas. Los gremialistas socialistas debemos apelar a la madurez revolucionaria del activismo clasista para que no se separe del resto de su clase, teniendo siempre la perspectiva de unir al movimiento obrero en gremios y centrales sindicales lo más masivas y representativas posible y, donde no sea posible, favorecer el más sólido frente único de gremios y centrales para enfrentar eficazmente a la patronal y el gobierno, al mismo tiempo que peleamos y exigimos por la democracia plena en el seno de los sindicatos.
Ante la crisis económica siempre el hilo se corta por lo mas fino, entonces las diferentes patronales hacen acuerdos con las burocracias para que los trabajadores resignemos salarios, para no perder nuestros trabajos, eso en lo mejor de los casos tanto en las automotrices como en el gremio de la carne hay suspensiones y despidos.
Una de cal y una de arena, ahora los dirigentes sindicales han sido favorecidos por la Cámara de Casación Penal, según el diario La Nación del 2 de Diciembre, en una megacausa que involucra a más de "350 dirigentes sindicales", entre ellos se encuentran Zanola (bancarios), Cavalieri (comercio), Martinez (contrucción), Lingeri (obras sanitarias), Camaño (gastronómicos) y también el actual Ministro de Trabajo, que en ese momento  era abogado de la CGT.
¿Por qué fueron denunciados estos dirigentes? Hubo un préstamo del Banco Mundial de 285 millones de dólares para sanear las Obras Sociales, pero ¿Qué pasó? El dinero se desvio. Qué raro ¿no?
La verdad que con estos dirigentes no podemos ir ni a la esquina. Compañero trabajador: necesitamos organizarnos para poder enfrentar "unidos" el avance de la patronal y la traición de estos dirigentes. No a las suspensiones y despidos, por una central de trabajadores que sea dirigida por y para los trabajadores.